103 colocaciones para remos

De nuevo resonaron los clarines, Y asi Mercurio lleno de contento, Sin darle mal aguero los delfines, Remos al agua dió, velas al viento.

Eran al modo de torres de muchos pisos, o barquitos con las velas desplegadas y muchos remos por una y otra banda; también estuchitos, cajas para guantes y joyas, botones y juegos lindísimos de ajedrez.

Después de caminar media legua, en cierto paraje descubierto, alcanzaron a ver a lo lejos un grupo de marineros que hacia ellos venían con los remos al hombro.

Desplegar más la vela que tenemos, y añadir otras dos que arreglaremos con el encerado y que armaremos en sendos remos a popa y a proa: ¡Al trabajo, muchachos!

Illustration] La nao nueva dispone, como aquélla, de dos embarcaciones: la primera el batel, lancha grande, que rara vez se metía á bordo por tener de eslora la longitud que medía la afrizada del castillo y la fuga de la tolda, es decir, unos quince codos, con siete bancos para remos pareles.

Entraron en el puerto á remolque, y á fuerza de remos más bien que á favor de las velas, porque el viento se las habia arrebatado durante la tempestad pasada.

Tupac-Amaru tuvo que presenciar la muerte de su mujer, de un hijo suyo y de otros deudos y amigos: á otro hijo suyo de diez años le condenaron á ver aquellos bárbaros suplicios de su padre y de su madre, y á él mismo le cortaron la lengua y le ataron luego por los cuatro remos á otros tantos caballos para que, saliendo á escape, le hiciesen pedazos.

»Pusimos nuestras centinelas en tierra, y no dejamos jamás los remos de la mano; comimos de lo que el renegado había proveído, y rogamos a Dios y a Nuestra Señora, de todo nuestro corazón, que nos ayudase y favoreciese para que felicemente diésemos fin a tan dichoso principio.

Le vi en una isla y echaba de sus ojos abundantes lágrimas: está en el palacio de la ninfa Calipso, que le detiene por fuerza, y no le es posible llegar á su patria tierra porque no dispone de naves provistas de remos ni de compañeros que le conduzcan por el ancho dorso del mar.

Algunos barcos más veloces por la estrechez de su casco tienen una cámara baja, una vela cuadrada con pequeños rectángulos negros y blancos, y cuatro bogadores que se agitan incansables, como duendes, moviendo en la proa sus remos de paleta.

Thus, in these lines of Victorio Giner (who probably introduced this strophe into Spain in the second half of the nineteenth century): Y si los nautas, cantando el piélago, Con remos hieren y espumas alzan, Se aduerme á los ecos sus penas Y á los ecos su batel avanza.

Na me importa que me vean desnúo, con enagüillas y los remos enclavaos, con tal que María de la Luz me orsequie con su voz de ángel...» ¡Loco!decía la joven riendo.¡Pamplinero! ¡Así me tienes chalaíta con esas mentiras que te traes!

La armada sin desorden y con obediente disciplina se prepara; sácase el matalotaje y dispónese la cena; los marineros amarran los remos a los escálamos, prontos a la maniobra.

Al verlo y al oirlo, la sangre se cuaja en el cuerpo, y los pelos se ponen de punta; arma usté los remos, isa una miaja de trapo pa ver de correr por delante; y, ¡tiña!, antes que se la primer estropá, ya está aquello encima.

Si bien discerneys mi limpio motiuo, a qual se adereza de aquestos estremos, con qual participa, quien rige sus remos amor aplazible o desamor esquiuo: buscad bien el fin de aquesto que escriuo, o del principio leed su argumento; leeldo y vereys que avnque dulce cuento, amantes que os muestra salir de catiuo.

Armáronse los remos; arrimóse al suyo, á popa y de pie, el patrón para gobernar; desatracóse la lancha; recibió el primer empuje de sus catorce remeros; púsose en rumbo hacia afuera, y comenzó su quilla sutil á rasgar la estirada, quieta y brillante superficie de la bahía.

Jamás habia sentido, por nada ni por nadie, tan vivos deseos de vengarse como entonces: así es que corriendo presurosa tras su venganza, hacia que los remos golpeasen las aguas con tal fuerza y rapidez que la espuma salpicaba ambas orillas: el estrépito que producian retumbaba en el mar y en las costas, llenando además con sus ecos el espacio.

El barbero no podía más; había entregado los remos a Rafael, que también desfallecía de fatiga.

Comenzó á mover la cabeza, á batir los brazos como remos, ¡aplausos! ¡hurrahs! Liberté!dijo,¡más aplausos! ¡más hurrahs! Egalité! ¡dobles aplausos! ¡dobles hurrahs! Fraternité! ¡triples aplausos! ¡triples hurrahs! El orador deja de hablar, los aplausos, los hurrahs cesan por fin, y un éxito completo corona el triunfo de la pantomima sentimental sobre el arte ciceroniano.

[220] Son las cinco llagas del Señor, pues más adelante dice así un emperador, adorándolas: «¡Adóroos, llagas preciosas, Remos del mar más profundo! ¡O insignias piadosas De las manos gloriosas Las que pintaron el mundo; Y otras dos De los pies, remos por nos, De su parte de la tierra! Esos remos vos dió Dios Para que nos libréis vos, Y paséis de tanta guerra.

Esos reflejos no proceden de remos de pescadores ni de ropilla de villanos.

Pero yo, asiendo con ambas manos un larguísimo botador, echéla al mar y ordené á mis compañeros, haciéndoles con la cabeza silenciosa señal, que apretaran con los remos á fin de librarnos de aquel peligro.

Dice Quevedo, y dice bien: No tanto me alegrárades con hojas en los robres antiguos, remos graves, como colgados en el Templo, y rotos! ¡Noble, filosófico, ascético pensamiento, digno de un espíritu de primer orden!

El Capitán Pedro y el Secretario Alarcón fueron en una barca á las galeras, donde llevaron agua y bizcocho y los remos y velas de una fragata.

De pronto, a una señal de los jefes azotan los remos a una vez con acompasado golpe las mugidoras aguas, e incontinenti tenemos a la vista toda la armada helena.

103 colocaciones para  remos