50 Adverbios para describir cómo bebo

Mascaba firme, bebía seco, y tenía los ojos fijos en el plato, cuando no en las vigas del techo; jamás en sus comensales.

La cara no era la misma; pero la expresión ... y la voz, se le había enronquecido como la de las personas que beben aguardiente.

¿Acaso no debo beber la copa que el Padre me ha dado?

Mientras tanto los tres pícaros seguían comiendo y bebiendo alegremente sin prestar atención al lugareño.

Llenolo hasta los bordes de este licor, y lentamente, sin hacer el menor gesto ni pestañear siquiera, lo bebió todo.

Precisamente corre por allí un arroyuelo antes de formar cascadas y como el viajero tenía sed, bebe tranquilamente, con la cara en el agua, antes de pensar en levantarse para volver á emprender la marcha por rocas menos peligrosas.

De vez en cuando desataba el zaque que llevaba pendiente del arzón de la silla, bien repleto de amontillado, bebía largamente, y daba de beber a Curro.

Así bebía indudablemente su abuelo Ulises.

El mismo poeta de Les fleurs du mal, explica en el prólogo de las obras de Edgar Poe la causa de la embriaguez del bardo del Horror de una manera clarividente: «Poe no bebía con placer: bebía bárbaramente, como si quisiera matar algo dentro de él mismo».

, 15, 2-7; de Bello judaico, 1, 17-22; pero la fuente en donde bebió inmediatamente Calderón, hubo de ser probablemente el antiguo libro popular, titulado Historia de Herodes (Madrid, sin fecha de impresión), que tengo ahora á la vista.

Resolvieron organizar una peregrinación a la Florida y beber mañana, tarde y noche de la Fuente de la Juventud.

Y fué... Julián, el amigo de Claudio, era muy ladino, habilísimo conversador, buen bailarín; hablaron mucho, bebieron copiosamente... Desde los primeros momentos Fernanda sintió que algo invisible agarrotaba sus manos y sus pies, y empezó á perder la confianza en misma...

Tuvimos algún tanto más las riendas, y con paso asentado, seguimos nuestro camino, en el cual se trató de mi enfermedad, y el buen estudiante me desahució al momento, diciendo: "Esta enfermedad es de hidropesía, que no la sanará toda el agua del mar Océano que dulcemente se bebiese.

Aquellos hombres bebían enormemente, sin perder su gravedad.

Luego, filosóficamente, bebió su , estiró el brazo, tomó un diario, y se puso a leer.

Esos pocos días de existencia en común con él habían obrado sobre ella como un baño fortificante, y más aun la milagrosa fuente de la esperanza, de la cual había bebido furtivamente a grandes tragos.

Una nube de parásitos, aficionados sin profesión, toreros obscuros que no guardaban de su pasado otro recuerdo que la coleta, agitábase en torno del tabernero, bebiendo gratuitamente y solicitando pequeños préstamos a cambio de sus consejos.

La enferma bebió humildemente el cocimiento y recibió sobre el pecho el emplasto, manejado misteriosamente por las dos viejas, como si contuviese un poder sobrenatural.

Algunas veces, cuando se echaba vino en el vaso, decía sentenciosamente: Cuando se está en buena compañía, se puede beber impunemente tanto como se quiera.

» 360 »De tal suerte habló, y volví á servirle el negro vino: tres veces se lo presenté y tres veces bebió incautamente.

¡Quántos infelizmente han bebido la heregía y la han sostenido hasta la muerte, por habérseles comunicado de los padres, ó de los Maestros! No hay mas que leer las historias de nuestros tiempos para tener de esto muchos lastimosos exemplares.

Algo más lejos, en un claro del parque Maximiliano, una boda de campesinos, lucida y ruidosa, bebía delante de largas tablas colocadas en banquillos, en tanto que un guarda de monte, con uniforme verde y escopeta en mano, en la actitud de un hombre que dispara, enseñaba a manejar ese maravilloso fusil de aguja, que con tanto éxito empleaban los prusianos.

002:009 Cuando el anfitrión de la fiesta probó el agua, entonces convertida en vino, sin saber de donde venia (aunque los criados que habían tomado el agua lo sabían), llamó al recién casado, 002:010 y le dijo, «Todos sirven el vino bueno primero, y cuando los invitados han bebido libremente, el que es peor.

Sintió entonces el impulso frenético de poner sus labios sobre los labios de la doncella, de beber y morder en ellos el amor, la lujuria, el delirio, ¡locamente!, y la atrajo por fin hacia él con rabiosa vehemencia.

Tragomer, que ordinariamente no bebía más que agua, dijo al dueño de la casa: En efecto, tu vinillo es bastante bueno... Oye, ayer encontré á Sorege y me pareció muy serio.

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