105 Adverbios para describir cómo podian

¿Acaso podemos considerarnos padres siempre que afrentamos a una mujer? Quisiera, sin embargo, saber su nombre.

Ana era remilgada, endeble como un junco, y jamás podrían sus descarnadas manos, forzudas sólo en los momentos de excitación nerviosa, levantar ni una peladilla de arroyo algo grande; en cuanto a Guardiana, se creía obligada a permanecer allí, puesto que al fin el tumulto era «cosa de la Fábrica»; pero desaprobándolo, porque indudablemente, de todo aquello iban a resultar «desgracias».

Con el aviso cierto que Roger tuvo, de que los Turcos habian acometido el reparo y defensa del cabo, y que no podian estar muy lejos, dióse prisa á desembarcar la gente

Mañana puede que venga a traerme unos datos que he tomado en la biblioteca aquel muchacho que arregló los libros.

Dinero tenía de sobra con los cinco mil duros ganados la noche antes, y la mina del tío Frasquito podía también muy fácilmente explotarse.

Entre des arrugas se abrió un ojo amarillento, de feroz y estúpida fijeza, un globo empañado y maligno, igual al de las serpientes, que miró hacia el cristal como si pudiese ver más allá de esta muralla de diamante.

En esta vida terrenal, que vivimos ahora, únicamente podría yo amaros si se cumpliesen determinadas condiciones de criatura mortal que en vos tal vez no se cumplan.

Ciertamente: no podemos quejarnos del tiempo.

¿Tranquilamente? ¿Lo dudas? ¡Como no me has avisado que venías, y luego has tomado ese cuarto! ¿Había de irme lejos pudiendo estar cerca? ¡Dilo, alma mía!

Quedo el emperador Andronico sin la milicia extranjera, después que los alanos, y turcoples se apartaron de su servicio, tan falto de soldados que libremente se podia acometer cualquier empresa por grande que fuese en las provincias de su imperio, sin tener quien se lo impidiese.

Pablito no pudo siquiera hacer otro tanto.

Pero aunque esta respuesta en lo exterior fué la que Roger podia desear, quedo el Emperador muy desabrido de esta demanda, porque después de tan grandes presas, y despojos riquísimos de las Provincias conquistadas, pedirle luego una pequeña paga, era señal de una codicia insaciable, y que difícilmente todo el poder del Imperio Griego la pudiera satisfacer.

Ni el marido ni el padre reparan en su propia persona, con tal que la esposa ó la hija vista «como corresponde»: y siempre corresponde vestir mejor de lo que buenamente se puede.

Allí podía tranquilamente encontrar la alegría de vivir ó abandonarme en paz á mis tristezas.

El Sr. Torres Quevedo, que ha hecho una máquina para jugar al ajedrez, podría, seguramente, con mucha más facilidad, hacer máquinas que estudiasen la cuestión catalana y vendérselas o alquilárselas a los señores diputados.

Ayer no he podido, mamá.

Desgraciadamente no podia el emperador conservar á Córdoba ni dejar gente para guarnecerla, y así habiéndole Ben Ganiyah prestado juramento sobre el Koran de ser su fiel vasallo, y de mantener la ciudad en su nombre, se la dejó confiada.

Sin embargo, debo, por mi parte, confesar que yo no había sacado aún ninguna conclusión respecto al móvil verdadero de aquella visita; a pesar de que estaba convencido de que había en ello algún motivo ulterior, que no podía, empero, ni sospechar.

Sobre estos maderos aparecían kepis obscuros, gorros rojos, cascos rematados por cabelleras de crines que se pudrían lentamente, llorando lágrimas atmosféricas por todas sus puntas.

Es un hermoso colegio del que justamente pueden los dominicos sentirse orgullosos, pero no me llamó tanto la atención la organización material y educativa de esta institución, como la ausencia de toda imagen religiosa en los dormitorios, clases, salas y demás habitaciones usadas para y por las niñas.

Y yo creo, por m·s que haya quien sostenga lo contrario, que si pudiese igualmente tenerlas limpias de ladrones y asesinos, no dejarÌa de hacerlo con gusto.

Poseído yo de esta idea me decía: «Si mi ama se ha enamorado de un buen mozo, se lo perdono; pero si se ha prendado de semejante macaco, no puedo verdaderamente disculpar un gusto tan depravado.

Desta manera, en breves dias se aparejaron en la bahía y puerto de Cáliz diez y siete navíos grandes y pequeños, y carabelas, muy bien proveidas y armadas de artillería y armas, de bastimientos, de bizcocho, de vino, de trigo, de harina, de aceite, de vinagre, de quesos, de todas semillas, de herramientas, de yeguas y algunos caballos, y otras muchas cosas de las que acá podian multiplicar, y los que venian aprovecharse.

Habiendo pues el gobierno descuidado del todo y por largo tiempo la reparacion de los caminos, no podia ciertamente existir el comercio sinó á riesgo de los hombres y de los animales; así es que el negociante, al realizar sus ventas, se veia precisado á contar en el presupuesto de pérdidas las mulas que se estropeaban y las que perecian por causa de los malos caminos.

Con esto, el de Lumiacos, no pudiendo ya alegar decorosamente la sutileza con que pensaba eludir el compromiso en que le ponía el indiano, á quien detestaba y maldecía en sus adentros, levantó también, aunque algo á rastras, su correspondiente vaso.

105 Adverbios para describir cómo  podian