30 Metáforas para mies

Música de las esferas que el iniciado heleno concibió en su sistema: ¿qué necesidad tenía de oirte con mis orejas, si tu transporte comunicaba á mi ser la beatitud inefable?

Aquel sueño de redención y de paz había pasado, y su reciente recuerdo difundía en mi ser una calma inefable; ya mi aliento no salía ronco y fatigoso de mi pecho: la vida me era fácil: el sol que penetraba por las ventanas del jardín, tenía color de gloria: mis ojos veían luz: mi pecho respiraba aire: parecíame que el espacio era armónico, que todo me sonreía, que todo se asociaba a mi felicidad.

» 019:045 Entró al templo, y comenzó a sacar a los que compraban y vendían allí, 019:046 diciéndoles, «Está escrito, `Mi casa es casa de oración,´ ¡ pero ustedes la han convertido en `cueva de ladrones´! 019:047 Él enseñaba a diario en el templo, pero los jefes de los sacerdotes y los líderes entre la gente buscaban destruirlo.

Mi casa es un casino, del cual soy presidente con faldas; pero me voy cansando de hacer este papel.

Era mi cínife muy semejante al Marco Aurelio de yeso que estaba con los otros padrotes, sobre mi estantería.

Si mi constelacióndecíase ahora a mismono anuncia que he de morir de esta guisa, todos los ardides serán vanos.

Yo la amaba, aun cuando jamás le había declarado mi pasión; por consiguiente, ignorando la realidad, ella me había tratado como amigo sincero, según había sido mi deseo.

Este mi desseo cargado de antojos compuso tal fin quel principio desata, acordo de dorar con oro de lata lo mas fino oro, que vio con sus ojos

Mi sangre y mi espada están a su disposición.

Mi madre es vuestra esposa Felisinda.

Mi madre era de una familia muy antigua y conocida en Galicia, la familia de los Lidones...

Me marché con él, y fué mi ro, y vivimos por los desiertos y hokkawared y choried, y dije bají; yo pensaba: «Esto me gusta; seguramente estoy entre los del Errate, en un país mejor que el mío.

Mi casa es un hospicio, y no puedo verme libre de postulantes, que me marean pidiéndome lo que darles no puedo: éste una credencial, el otro una fianza, aquél dinero para salir de un apuro, el de más allá ropas usadas; y no falta quien me pida billetes de teatro, ó una recomendación para obtener la cruz de Beneficencia.

Mi no ser inglés; mi ser escocés.

Mi llorar es de manera Como yo siento l’amor, Quien adentro es llorador, Nunca llora lo de fuera.

Mi madre era su madrina, y en aquel tiempo la quería mucho.

13 Echad la hoz, porque la mies está ya madura.

Mi madre la maldecía desde el fondo del corredor.

Mi madre era mujer de rara penetración y de ilustradas ideas.

Mi madre es una niña que yo tuve cuando era pequeña.

Mi madre fué la primera persona que vi.

CASILDO (Durante la lucha.)—¡No, madre! ¡Mi porvenir! ¡Por Dios! FELICIANA (Tirando la coleta al suelo después de cortársela.)—¡Así, fuera porquerías! CASILDO.—¡Rediez! (Tocándose la cabeza y en el colmo del terror.

Mi madre era portera en el colegio de señoritas que dirije madame Arnaud, calle de Valois.

Todo mi porvenir: una vida de sospechas, de recelos, de tinieblas, de ridículo, de días sombríos y de noches de insomnio, se desarrolló a mis ojos, ante aquella sola mirada, como un mapa geográfico.

Aquí está mi puñal: he aquí mi pecho desnudo.

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