886 colocaciones para guerra

Estoy aquí y, como dijo un ilustre hombre de guerra, aquí me quedo.

Quiso que luego se platicasen las condiciones con que habian de militar; y así los Embajadores pidieron conforme sus instrucciones el sueldo para la gente de guerra, y que á Roger se le diese el título de Megaduque, y por muger una de sus nietas, porque queria con tales prendas asegurarse más en su servicio.

Baste decir, gentleman, que hemos tenido buques de guerra más grandes que la barca que le trajo á usted; navíos con cien piezas de artillería iguales al revólver que le sacamos del bolsillo, ó tal vez mucho más grandes, y llevando tres mil ó cuatro mil hombres de tripulación....

Este suceso consternó no poco los ánimos, y se determinó juntar un consejo de guerra, para resolver lo que se habia de egecutar, atendida la situacion en que se hallaban, y las ventajas conseguidas por el rebelde en Sangarara y otros parajes, y á que tambien habian caido en sus manos en Ayabirí, la mayor parle de la pólvora y balas que se habian acopiado para la defensa.

Tambien el Marques de Valdelirios con mayor fervor movia las cosas de la guerra, habiendo sido llamados para unirse los Paraguayos: mas ellos poco ànimo mostraban para emprender esto.

Los períodos tranquilos resultaban tan peligrosos como los tiempos de guerra.

HIMNO NACIONAL DE MÉJICO JAIME NUÑÓ Mejicanos al grito de guerra El acero aprestad y el bridón; Y retiemble en sus centros la tierra Al sonoro rugir del cañón.

Á la edad que cuenta, lleva hechas dos campañas de rey; es decir, le ha tocado la suerte de servir en barco de guerra, dos veces á cuatro años cada una.

Con esto quedaron nuestros Catalanes, y Aragoneses señores de aquel Estado, y Provincia, al cabo de trece años de guerra; y con esto dieron fin á toda su peregrinacion, y asentaron su morada gozando de las haciendas, y mugeres de los vencidos.

Creados por una época positivista, y adecuados a la ciencia náutico-militar de estos tiempos, que mediante el vapor ha anulado las maniobras, fiando el éxito del combate al poder y empuje de los navíos, los barcos de hoy son simples máquinas de guerra, mientras los de aquel tiempo eran el guerrero mismo, armado de todas armas de ataque y defensa, pero confiando principalmente en su destreza y valor.

Aún vivían las familias de los catorce ó quince millones de seres que habían muerto á causa de sus guerras y sus ambiciones.

Había estado al principio en la guerra, luego se fué a una república americana, tomó parte en una revolución y después, expulsado de allí por rebelde, volvía al ejército carlista, en donde estaba ya violento y deseando marcharse.

Mientras él se hacía millonario, la mitad del mundo, al otro lado de los mares, sufría los horrores de una gran guerra.

Hallábanse entre tanto gobernados por gefes, cuya autoridad se limitaba á dar el consejo, y á colocarse al frente de cada tribu en caso de guerra.

10 En cuanto a nosotros, durante todo aquel día no fuimos en Francia prisioneros de guerra, sino huéspedes de paz.

Á estas palabras, que eran una verdadera declaración de guerra, la señorita Guichard se levantó.

La marina de guerra consiste actualmente en dos cruceros, tres cañoneros y un buque transporte en que pueden caber mil hombres.

Los ricos industriales partidarios del eulamelismo fabricaron secretamente un material de guerra igual al de los Hombres-Montañas, y bastó que mil discípulos con fusiles y cañones marchasen contra el palacio del emperador para que éste huyese, acabando en un momento la dinastía secular.

Luego que este religioso llegó á la Concepcion, empezó á tratar con los indios de guerra, de los medios de la paz que de parte del Rey les ofrecia, dando principio por las naciones cercanas, que eran las de Arauco, Tucapel y Catiray, á quienes envió los mensageros que tuvo por convenientes.

La otra orilla era agreste, rocosa; mostraba entre las peñas y matorrales cuevas en donde, según la tradición popular se guardaban armas cuando la guerra de la Independencia.

Pero como todos carecian de los principios del arte de la guerra, servian de confusion mas que de seguridad sus diligencias, que tambien contribuyeren no poco á suscitar nuevas disputas sobre sus pretendidas facultades, y las que tenia el Comandante de las armas.

Al recibir en Tenerife la noticia de la guerra, resumió todas sus doctrinas con el laconismo de un triunfador.

Cuando triunfó la Verdadera Revolución y los «rayos negros» volaron los navíos de guerra de entonces ó los acorralaron en los puertos, existió la libertad de los mares, á pesar de la falta de buques armados, lo mismo que ahora que mantenemos tres escuadras.

Así es que, en sus propósitos de conciliario todo, resolvióse a adoptar en adelante, para todo documento de carácter particular y privado, la firma a secas de Simón de los Peñascales; y para los que tuvieran relación con su vida pública, es decir, para nombre de guerra, el más aparatoso de Simón C. de los Peñascales.

"Si se reconcilian, pensaba, será á costa mía y yo seré quien pague los gastos de la guerra.

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