29 Metáforas para llegada

La llegada de un forastero, con especialidad si el forastero gasta levita y colmena, esto es, sombrero de copa alta, es siempre un acontecimiento extraordinario en todo lugar de tierra adentro en Andalucía.

» Mi mujer se ocupó con miedo y alegría del mueblaje y decoracion del alojamiento de aquel tan esperado y temido huésped, y anduve yo ocho dias casi insomne y ayuno por su venida; y anduvo mi mujer inquieta y avizorada, como si la llegada de mi padre debiera ser la aparicion de la sombra de Bancuo en el drama de Shakespeare.

El frío recibimiento de que es objeto el viajero contrasta con el caluroso que le espera a la hora de dormir: su llegada es una bendición de Dios para la tribu de insectos, que, como el ventero, no tienen muy bien provista la despensa.

Cuando la llegada de D. José María el boticario y de Osuna dio la señal de disolverse la tertulia, aún rodaba este pensamiento por su cerebro en busca de forma.

Estaba aún en el campo sitiador, y la llegada de aquel emisario debía ser consecuencia de su entrevista con Hanníbal.

Para el fisiólogo era un descanso la llegada del niño.

La llegada inesperada de aquella ruina viviente fue un serio dolor para Germana y una cruel enseñanza para don Diego.

Su llegada es de un pésimo efecto; ese rústico no huele a piel de España ni a rosas de Alejandría.

Llegada la época de abandonar el Seminario, el obispo le llamó a su despacho, y le habló de esta, suerte: «Vamos a separarnos.

] , llegada es la hora de la venganza, pero aun no es ocioso representar nuestras miserias á algunos que creen que aun pueden esperarse treguas de nuestros verdugos, y ¿por qué no hemos de justificar la causa que nos impulsa á levantarnos armados con toda nuestra indignacion?

Naturalmente, los comprometidos en la revolución pensaban que la llegada de regimientos desconocidos podía ser un obstáculo para sus planes.

¡Ay, que esposo tan querido, En hora buena él lo fué! Llegada es ya la ocasión Que de aquestos brazos goces.

Llegada es la oportunidad de hacer notar que cuanto mayor es el desenvolvimiento mental de una especie, mayor es su posibilidad de fingir y engañar a sus enemigos.

Llegada la órden de replegarse, el oficial se reune á su cuerpo, habiendo perdido en el puesto fatal á casi todos sus soldados.

La llegada del duque fue una nueva prueba de la maldad de la señora Chermidy.

La llegada de un buque ruso á la bahía solitaria de San Francisco, visitada únicamente por los paquebotes de la marina de guerra española y algunos barcos de cabotaje procedentes de Méjico, era un suceso extraordinario, y el gobernador Argüello, al recibir la noticia, se apresuró á volver al fuerte de dicha bahía, llamado de San Joaquín.

El recién llegado había sido cabo de Carabineros y perseguidor de Zurbano en sus tiempos de contrabandista.

Llegado es mi descanso e tu passion.

Aquella misma tarde sabían los vecinos de la calle que la recién llegada era la esposa del señor Avellaneda, que había estado separada de él, por muchos años, por ciertas divergencias de carácter, pero que ahora iba a buscarle en la desgracia, dispuesta a vivir siempre con él.

En el acto comprendí que el recién llegado no era gitano; las mujeres no dijeron nada, pero a la abuela rezongar como un gato viejo cuando le incomodan.

El recién llegado era hijo de los condes de Casa-Ramírez y uno de los pretendientes a la mano de la primogénita de Calderón.

El recién llegado era un hombre alto, extraordinariamente delgado, preso en un gabán azul.

llegada es mi acompanada hora e tu tiempo de soledad.

Llegado era el momento del supremo esfuerzo del bruto; un silencio profundo dominaba en las balaustradas, en los miradores y en las galerías.

Los recientemente llegados eran siete u ocho personas.

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