109 colocaciones para pesca

Sus remotos abuelos de la Edad Media, que iban a Inglaterra en una nave del tamaño de una barca de pesca, representaban algo más extraordinario.

A pesar de las seguridades de Recalde, el cielo no aclaraba; por el contrario, iba quedando más turbio, más gris; había pocas traineras y lanchas de pesca fuera del puerto.

No conozcoañadiómás aparatos de pesca, que los arpones balleneros y los dobles aparejos para izar las tintoreras de los trópicos.

Uno de los hombres del patache y el grumete echaron sus aparejos de pesca, mientras los demás marineros sostenían una larga conversación en vascuence acerca de las divisiones de las cofradías de pescadores de Lúzaro.

Se le pasó por la imaginación si estaría burlándose de ellos porque eran de un pueblo de pesca.

, pues todas las demás orillas son muy bajas, y es de temer que vaya cegándose este refugio á causa de los corrales de pesca que constantemente existen dentro y en la boca del puerto.

En cuanto á la agricultura y á la caza, Isiamas goza de los mismos privilegios que Tumupaza: hay ademas en su distrito una especie de ciervos muy grandes, y suele ser tambien mucho mayor el producto de su pesca en el rio Beni, el cual solo dista de allí, cuando mas unas trece leguas hácia el este.

Si en el breve respiro que esta señora daba a sus oyentes, Pepe Rey quería acercarse a su prima, pegábasele el Penitenciario como el molusco a la roca, y llevándole aparte con ademán misterioso, le proponía un paseo a Mundogrande con el [30] Sr. D. Cayetano o una partida de pesca en las claras aguas del Nahara.

En el curso de un año, la playa cambiaba de vecinos; los laúdes ya reparados se hacían a la mar y las embarcaciones de pesca eran armadas y lanzadas al agua; sólo una barca abandonada y sin arboladura permanecía enclavada en la arena, triste, solitaria, sin otra compañía que la del carabinero que se sentaba a su sombra.

Miró, uno á uno, todos los botes automóviles, las balandras de regatas, los barcos de pesca y las goletas de cabotaje fondeadas en el pequeño puerto de la isla del Huevo.

La abundancia reinó desde luego, gracias á los buenos resultados de la pesca y de la caza; pero, á medida que adelantábamos, la selva se hallaba cada vez mas y mas desierta, y bien pronto nos vimos reducidos al pescado, sin sal, por todo alimento.

Lo que se debe á mismo y lo que debe á ellos es: no hacer por más tiempo de la pesca una caza ciega, bárbara, en la cual se mata más de lo que puede aprovecharse, inmolando sin provecho el pescador á los pequeñuelos que, dentro de un año, habríanlo alimentado espléndidamente; y ahorrando la vida á uno habríase dispensado de dar muerte á una infinidad.

Se lo decían unos a otros, a pesar de que en la barca no se veía ningún útil de pesca.

En los preliminares de paz que se firmaron en Fontainebleau el 3 de noviembre de 1762, «Francia cedió a Inglaterra la Nueva Escocia, el Canadá, con el país al Este del Mississipí y el cabo Bretón, conservando sólo el privilegio de la pesca en el banco de Terranova; en las Indias Occidentales cedía la Dominica, San Vicente y Tabago; en las costas de Africa el río Senegal.

No qué género de influencia poderosa y benéfica han ejercido siempre sobre Pereda, aldeano de nacimiento, los tipos de gente de mar y las escenas de pesca.

¡Ah! ¡Qué bien hicese dijoen evitar que nadie me viese río arriba, donde está el escondido remanso de las anguilas y de las truchas que he descubierto yo solo! Usaba de toda clase de ardides para observar si era acechado ó seguido, y prefería volver sin pesca al pueblo á exponerse por una imprudencia á que acertasen el sitio de la pesca maravillosa.

Cuando las alejaron bastante del agua para tenerlas a salvo, fueron recogiendo los enseres de la pesca que habían dejado esparcidos por la ribera, y echando una última mirada al mar, inmóvil y oscuro, dejaron aquel sitio y se entraron poco a poco en el lugar.

Ya sabéis que en la temporada de la pesca estos salvajes acuden a la costa con la esperanza de proporcionarse carne humana.

Aunque en aquella primera campaña de pesca había realizado muy buenas ganancias, al principiar la nueva estación volvió a hacerse a la mar, llevando esta vez consigo a sus dos sobrinos, huérfanos desde hacía varios años, y a los cuales pensaba llevar consigo en todos sus viajes para hacer de ellos dos buenos marinos.

M. Baude lo explica perfectamente en un importante trabajo sobre la pesca que ha dado á luz.

En lo alto del mástil se secaban los artefactos de pesca más delicados, ondeando con la majestad de un pabellón consular.

La cercanía del mar (6 kilómetros) le da la condicion de puerto marítimo, á semejanza del de Bilbao, y por lo mismo la ventaja de mantener en sus rios vastos astilleros donde se construyen embarcaciones y se arman buques para la pesca de bacalao.

Únicamente habíase practicado acá y allá algún ligero claro para comodidad de los aficionados a la pesca.

Camila se queda atrás, á propósito, entreteniendo al niño, enseñándole las redes de pesca que negrean sobre el blanco arenal.

Logran igualmente dichos terrenos en sus lagunas y arroyos abundancia de pesca; caza, como así lo esperimentamos.

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