108 oraciones de ejemplo con calles:

Palencia, situada á ocho leguas de Valladolid y cuarenta de la capital de España, es una ciudad que, aunque de tercer órden, tiene una magnífica catedral, los palacios de Don Sancho y el Obispo, un elegante teatro, casino, y algunas buenas calles: su riqueza la constituye la agricultura.

O cielos justos! Y quan triste espectáculo y horrendo Se me ofrece á la vista! ó caso estraño! Caliente sangre baña todo el suelo: Cuerpos muertos ocupan plaza y calles: Dentro quiero saltar y verlo todo.

quien jamas te vido por la calle, abaxada la cabeza: puestos los ojos en el suelo: e no mirar a ninguno como agora? quien te vido hablar entre dientes por las calles: e venir aguijando como quien va a ganar beneficio?

Por mi amor, hermano, que oygas e calles: que por esso te dio dios dos oydos, e vna lengua sola.

Yo había visto nevadas en Madrid y en París y en San Petersburgo,... muchas nevadas, pero siempre en terreno llano y entre calles: es decir, una alfombra de lienzo algo sucio sobre la vía pública, y mantas de vellones blancos tendidas en los tejados de enfrente; nevadas, en fin, de teatro, sin la más remota semejanza con lo que estaba viendo desde la solana de mi tío.

El pueblo de París levantará barricadas en las calles: se reproducirá la anarquía de la Commune.

Era un papel que se vendía en las calles: un certificado de permanencia en la capital durante la semana del peligro.

Cierto que nadie pasaba, ni parecía haber pasado hacía mucho tiempo, por aquellas nobilísimas calles: certísimo que altas hierbas crecían entre las losas y guijas del empedrado.....

Ningún hombre se veía por los pequeños espacios libres entre casa y casa que hacían el oficio de calles: todos eran voluntarios y estaban en el monte.

Paseó algún tiempo entre calles: al cabo, rendido moral y físicamente, entró en el café Suizo y pidió una botella de cerveza.

Como ella expresara de un modo muy discreto la sospecha de que su digno patrono padecía un olvido, Bringas se vio en el duro caso, con gran dolor de su corazón, de formular categóricamente la negativa, diciendo como se dice a los pedigüeños de las calles: «Por hoy, hija, no hay nada.

Cansado, molido y triste me retiré a casa después de vagar cuatro o cinco horas por las calles: al pasar por la Puerta del Sol pregonar La Abeja a cuarto.

Muchas familias en Córdoba quedaban desamparadas por irse á campaña los que cuidaban de sustentarlas: en esta ocasion fué tanta la caridad del obispo, que los niños cantaban por las calles: «D. Domingo Pimentel, obispo de esta ciudad, sustenta cinco mil niños á media libra de pan.

Una agitación tumultuosa reinaba en las calles: de su recinto estrecho salía un clamor profundo como el de un río que se despeña.

Si oíamos decir que el jardín del Rivero era mejor que el de Galiana, nuestro corazón latía de entusiasmo, y celebrábamos nuestro triunfo gritando por las calles: ¡Viva Rivero!

¡Es verdad! dijo suspirando el marqués: mandad barrear las calles: primero es nuestra obligacion como nobles y castellanos: sacad todos los muebles y colchones que encontreis en las casas: ¿tenemos bastante pólvora? Nos hemos traido cargadas cuatro acémilas.

La madre vende flores o frutas en un carretoncillo por las calles: el padre trabaja tres días a la semana, y en la noche del sábado, después de andar a puñetazos con su mujer por cuestión de mejor derecho para guardar los ochavos, se mete en la taberna, de donde sale el miércoles casi a gatas.

Balbo c. 14: Ignosco tibi, si neque Posnorum jura calles: reliqueras enim civitatem tuam; neque nostras potuisti leges inspicere.

Un día que salía á caza de lobos le gritó el gentío en las calles: «Señor, señor, cazad franceses, que son los lobos que tenemos.

Turbados y confusos, desampararon los moros la muralla, pero siguieron defendiéndose por las calles: al fin, acosados por los cristianos, se recogieron á la ciudadela, dejando las puertas y torres de la plaza en poder del enemigo.

El de Gelves anduvo en las calles: al principio de la noche no encontró nada que llamase su atencion; iba ya á retirarse, cuando alcanzó á ver por la calle de San Hipólito unos hombres que salian furtivamente de una casa, y que se iban como recatando.

Ella seguía vagando sin rumbo, repitiendo con mecánica obstinación los nombres de las calles: la Redecilla, la Culebra, Santa Marta, Plaza del Seminario, Puerta Obispo... allí se detuvo sin saber por qué, y quedóse mirando fijamente al escudo de una casa antigua y señorial.

Los cadáveres estaban amontonados y hediondos en las casas y calles: las gentes vivas discurrian á los pocos días de esta victoria como sombras en las calles, arrancando las cortezas de los árboles, cazando á las sabandijas para mantenerse, y saciando la sed que les producía la fiebre y las heridas en las aguas cenagosas y sangrientas de los canales.

Canta otro caballero: Con dolores descorteses Voy cantando por las calles: Mala la vistes, franceses, La caza de Roncesvalles.

Estaba contigua a la iglesia y hacía esquina a dos calles: a la de la Misericordia, calle muy corta, puesto que no tenía mas que un número por un lado, y ninguno por el otro, y a la de Capellanes, que bajaba desde la calle de Preciados a la plaza de Celenque.

108  oraciones de ejemplo con  calles: