La observación del barómetro, la dirección de los chubascos y el cariz en general, nos patentizaban que el destructor tifón pronto nos envolvería en alguno de los anillos de sus espirales zonas.

II Llueve torrencialmente, y el chubasco es tan pródigo en agua que sepulta los caminos en lodo.

Los que tenían el privilegio envidiable y envidiado de penetrar en aquella estufa perfumada, bendecían los chubascos que daban pretexto para asistir todas las noches al gabinete de doña Rufina.

Y el caso es que la Marquesa está sitiada por el chubasco allá abajo y no puede disponer....

Al gesto con que manifestó su impaciencia, siguió un alzar de hombros que claramente quería decir: «Caiga el chubasco, que el aguase agota también, y tras de la lluvia viene el buen tiempo».

Desafiaba los chubascos, el hambre y la sed... Pues vea usted aquel roble quebrarse como una caña.

¡Eso, esoexclamó la señora,que les corten los víveres y que vayan a pedir limosna! Pasado el chubasco, Susana consiguió aplacar los ánimos y obtuvo la promesa de que nada se intentaría contra la desgraciada familia.

Tuvo que aguantarse en su prisión vegetal casi todo el chubasco.

No pocas veces alcanzaba el chubasco a Magdalena, a aquella hija adorada, a la cual había prodigado a raudales un amor del que sólo parecía susceptible un corazón materno.

Y ésta es la causa, Antonio, por qué en el verano, cuando ha pasado el chubasco y el sol luce de nuevo, vemos sobre las hojas de algunas plantas, las cucurbitáceas, por ejemplo, unas pequeñas y brilladoras eflorescencias salinas... IV Hoy ha llegado un músico errabundo.

Encorvaba las espaldas como si el chubasco hubiera sido para él y semisonriente amenazábame con el índice.

» Aguantó el chubasco con resignación, y cuando vio a su madre un poco más sosegada, se retiró silenciosamente a su cuarto.

Ella no te lo ha querido decir... y ahora aguanto yo el chubasco...

Miguel aguantó el chubasco con la cabeza baja y sin chistar.

¡Qué noche! Los chubascos se repetían sin cesar.

Romadonga aguantó a pie firme y con bastante calma el chubasco.

Así permaneció inmóvil, con los ojos desmesuradamente abiertos en la oscuridad, sin sentir el frío que le penetraba hasta los huesos ni el agua de los chubascos que le bañaba a intervalos la cabeza, no pudiendo determinar si el rumor que le ensordecía y le mareaba era realmente el de las olas o sonaba tan sólo en su cerebro.

Así permaneció inmóvil, con los ojos desmesuradamente abiertos en la obscuridad, sin sentir el frío que le penetraba hasta los huesos ni el agua de los chubascos que le bañaba a intervalos la cabeza, no pudiendo determinar si el rumor que le ensordecía y le mareaba era realmente el de las olas o sonaba tan sólo en su cerebro.

Sus velas, mojadas por los chubascos, pendían flojas y desmayadas de los mástiles.

Pero una vez pasado el chubasco, nos decíamos unos a otros, los maltratados, para levantarnos un poco el ánimo: "¡Si no fuera Jacques!"... ¡Pero era Jacques! X Recuerdo una revolución que pretendimos hacer contra D. José M. Torres, Vice-Rector entonces y de quien más adelante hablaré, porque le debo mucho.

El chubasco, por ejemplo, que favorece al centeno, acaso perjudica al trigo; lo que en este bancal es beneficio, es muerte en aquel predio.

Lo que venía, hijo de mi alma, era el chubasco número uno.

Pues aguantar el chubasco, señor mío.

Fidela y la mamá de Morentín tuvieron que aguantar el chubasco, que empezó con la música wagneriana, y acabó con el fonógrafo de Edisson, pasando por las afinidades electivas de Goethe, la teoría de los colores del mismo, las óperas de Bizet, los cuadros de Velázquez y Goya, el decadentismo, la seismometría, la psiquiatría y la encíclica del Papa.

Sin embargo, así que hubo pasado cosa de una hora, el chubasco se aplacó casi repentinamente, pareció que la gruta se llenaba de claridad, y una bocanada de fragancia húmeda la inundó: el tufo especial de la tierra refrigerada y el hálito de las flores, que respiran al salir del baño.