Dado esto, pudiera ser que, del mismo modo que los sundaneses decían un tutus para cada bambú lleno de señales de diez, los tagalos después de contar ciento con sus palillos, como tenían que volver á contar con los mismos, decían sandaan, un pase, es decir: contados una vez, que era decir ciento, puesto que para concluir con su cuenta se llegaba á esta cantidad.

"Gressus meos dirige secundum eloquium tuum" (verso 133), es decir: "Endereza mis pasos con tu palabra".

No se puede creer, por la liberalidad que mostró en estos reinos en todas sus cosas, siendo, como es así, verdadero refran que los que pasan la mar mudan los aires y no los ánimos; que es decir: múdanse de un reino á otro, de una region á otra, pero no mudan sus inclinaciones naturales.

De ahí el que nuestro músico, tomando a pecho la impertinente censura del crítico, cambiara completamente de rumbo, y comenzara a torturar su inspiración melódica, escribiendo una música de carácter más bien sinfónico que religioso; y es por eso que la gloria y el credo de sus últimas misas no son otra que tiempos de sonata para orquesta con acompañamientos de las voces, es decir: una forma contraria en todo a la que siempre había empleado.

¡Lazo de amor! ¡frase terrible bajo su dulzura! ¡frase á la que van unidas todas las consecuencias que pueden emanar de la union entre un hombre y una mujer! Es decir: un mundo de pasiones.

Gozó de la grandeza de los hijos, que alcanza refleja a los que tuvieron la fortuna de engendrarlos, y en ella no vieron ya los romanos a la concubina de Alejandro VI, sino a la magnifica e nobile Madonna Vannozza, que Paulo Jovio llamó donna dabene; es decir: señora honrada, madre de la Duquesa de Ferrara, que cantó Ariosto en su Orlando furioso, y del famoso César que fué el Príncipe ideal de Maquiavelo.

La semana anterior, por ejemplo, hubo en Salamanca una importante reunión «contra la blasfemia»: se pronunciaron discursos frondosos, se lucieron varios oradores, muchas señoras se darían el gustazo de estrenar sombrero, y al cabo todos salieron del mitin como fueron á él; es decir: convencidos de que no se debe blasfemar.

Es decir: goza de su buena parte de lista civil, tutea á los españoles que se le acercan, da su mano á besar como en los buenos tiempos, y se divierte.

, XX, 452 y 453), dice que puede explicarse co-agua-cha==partícula verbal—Vira, gordura: es decir: «El Hacedor del Agua de la fertilidad».

] Los suris de la sección ventral de las tinajas suelen á veces ser dobles; es decir: de dobles cabezas, como en la urna de la Fig.

Porque decir: «Dése á Ceuta,» Es decir: hasta eso haced Prodigiosas diligencias.

Es decir: el sol.

Es decir: el que uno es, el que se cree ser y el que le cree otro.

La única probabilidad de triunfo es decir: «Fulano piensa gastarse tanto en la elección; Menganito se gastará cuanto.

Suele haber uno para cada niño; es decir: si éste es varón no necesita de madrina y vice-versa.

De esto nace el cosa-cosa es decir: muchas cosas, y otras locuciones españolas malayizadas semejantes que se oyen en Filipinas.

Es decir: no me faltan motivos de hablarle á usted con toda la dureza posible; pero con razones, no con injurias...

No es, pues, de extrañar que, andando el tiempo, repudiara progresivamente la inquina y antipatía al extranjero, para no cultivar sino la faz positiva del patriotismo, es decir: el amor desinteresado de la casta y el ferviente anhelo de que mi país desempeñara en la historia del mundo y en las empresas de la civilización europea brillante papel.

De la Gomera navegó Colon casi derecho al Sud y acercándose al Trópico de Cancer, dobló de improviso al Occidente, es decir: al rumbo hácia el cual nadie había navegado y conservó la misma direccion hasta que no le indujo á cambiarla el indicio de una tierra cercana.

» Es decir: yo me humeo; yo me fumeo.

Es decir: «Gallo, no a ti; a tu pescado quiero».

Es decir: Fuelle espiritual, hinchado con el viento de la consolacion, aplicado al Organo de la Sagrada Escritura, siendo su entonador el Samaritano.

=Patrón helénico.= Es decir: según el modelo griego.

Si se aviene a simularlos, todos a una repetirán que es un joven de porvenir, que hará carrera, que será un hombre de mundo, es decir: un ser convencional cuyas apariencias están de acuerdo con la mentira organizada.

El poeta de Mío Cid añade en seguida: «Cras a la mañana pensemos cabalgar, dexat estas posadas e iremos adelant...» Es decir: «Puesto que mañana nos manda el destino que sigamos la ventura, dejad estas posadas o lugares deliciosos donde hemos triunfado y gozado, y marcharemos adelante...