131 oraciones de ejemplo con escuálida

Pues yomurmuraba una voz que parecía salida de una botella, voz correspondiente a una cara escuálida y cadavérica, en la cual estaban impresas todas las tristezas de la Administración española, sólo pido dos meses, dos meses más de activo para poderme jubilar por Ultramar.

Él estaba destinado a cierta heredera tan escuálida como virtuosa, y había puesto por condición, para comprometer su mano, que le dejaran muchos años de libertad en la que se prepararía a ser un buen marido.

Alta, escuálida, de negro, pálida como el hijo, con cara de muerta como él.

Ahora... Callóse, y su figura escuálida temblaba, agazapándose como un perro que se le amenaza con el látigo.

Yo me arrojé a sus pies haciéndole una súplica abyecta, mas sólo delante de , bajo la luz mortecina de un reverbero de gas, la forma escuálida de un perro hambriento hociqueando en el lodo.

Por la estatura parecía una niña; por la cara escuálida y el cuello rugoso, todo pliegues, una anciana decrépita; por los ojos, un animalejo vivaracho.

Aquí está para servirladijo una mujer escuálida, saliendo por estrecha puertecilla, bien disimulada entre los estantes llenos de botellas y garrafas que había detrás del mostrador.

Delgada, más bien escuálida y mal vestida, parecía pasar bastante de los cincuenta.

En el lado opuesto había un catre, con colgaduras de seda, ya ajadas, y a la cabecera una silla de cuero, que en el momento que entró allí seña Josefa, la había desocupado una anciana negra, escuálida, imagen de la muerte, cuya cabeza blanca contrastaba con el ébano de su cuello largo y huesoso.

Todo el mundo anda en coche cuando se ve obligado a salir, y el pueblo tiene por vehículo un burrito microscópico, sobre el cual el jinete va sentado, con los pies apoyados en el pescuezo y animándolo con un pequeño palo cuya punta, ligeramente afilada, se insinúa con frecuencia en el anca escuálida del bravo y paciente cuadrúpedo.

Era horrible el contraste de la fisonomía escuálida y de los rostros alegres.

Con este motivo el contrabandista contaba una peregrina historia; afirmaba haber descubierto al poner las vigas, en el fondo de una hendedura, una lechuza blanca como la nieve, ciega y escuálida, copiosamente abastecida de musarañas y murciélagos.

Solo en la segunda mitad del siglo XIV visitó cuatro veces la escuálida y mortífera peste la floreciente region de Andalucía: la primera vez hizo presa real matando sobre Gibraltar al orgulloso vencedor de Benamarin; las otras tres produjo tan grande mortandad, que para repoblar el reino yermo de gente, fué preciso revocar en el año 1400 la ley antigua que prohibia á las mujeres contraer nuevas nupcias antes de cumplir el año de viudez.

Desde mi sitio, como a cinco pasos, podía yo ver, indistintamente, la cara escuálida del muerto; y al cabo de un cuarto de hora, la sugestión irresistible del cuadro, dispersando mis poéticos pensamientos, me había impuesto, en cambio, su pavoroso misterio.

Después se distrajo mirando hacia la puerta, donde asomaba la escuálida figura del Señor Polonio.

Uno de aquellos héroes, de figura alta y escuálida, blandiendo una mohosa espada de enorme longitud, pretendía ser nada menos que el general George Wáshington; y los demás altos oficiales del ejército americano, como Gates, Lee, Pútnam, Schúyler, Ward y Heath, aparecían representados por espantajos semejantes.

He ido al convento de Monsant; he hablado con la superiora, una vieja escuálida y apergaminada, a quien he dicho ser hermano de Kitty, y la he pedido permiso para adornar con flores el trozo de tierra donde está enterrada nuestra amiga.

Dejándose atrás las frondosidades del Retiro y las construcciones coquetonas de Recoletos, el coche se metía, lento y remolón, por una comarca la más escuálida, seca y triste que puede imaginarse, á no ser que la comparemos al cerro de San Isidro.

Cruzad la calle, deslizad un socorro en la mano escuálida de la mendiga, y penetrad después en la morada de la familia de Jesusa.

He comisionado á un prendero de altura para que me busque cuadros que no representen gente escuálida ni martirios; retratos de señoras muy perifolladas, y porcelanas del Retiro y Sajonia.

Una vieja de negro, escuálida y amarillenta, hizo un gesto de resignación, indicándoles que pasaran, y un mozo flaco y espiritado, tomó de las riendas las caballerías y las llevó a la cuadra.

Besó a su hijo y suspirómetiéndose en la cama al pensar que a costa de los glóbulos rojos de aquella escuálida criatura se estaba preparando un porvenir de libertad para la patria.

Tiene una carita escuálida con un poquito de barba amarillenta, barba color de Caín.

Antonio Lamela, así se llamaba el rezagado, era gallego, un tipo flaco, nervioso, de cara escuálida, nariz afilada, una zalea de pelos negros en la barba ya con algunas canas, y la boca sin dientes, de hombre débil.

Caía el sol de plano sobre la tierra, donde un manto de hierba escuálida se requemaba bajo la brasa del cielo.

131  oraciones de ejemplo con  escuálida