Porque siempre está haciéndote mimos y carantoñas, te parece un bendito.

Lo que yo te decía, chica, lo mismo fue enterarse de que estabas en las Micaelas haciéndote la católica, que se le encendió el celo, y todas las tardes pasaba por allí en su featón.

Has vuelto a entrar y estás ahí haciéndote la dormida para engañarme...

Tu tío te ha criadome dicedebajo de un fanal, haciéndote tragar teología y más teología, y dejándote a obscuras de lo demás que hay que saber.

¡Cómo te atreves a tardar, haciéndote de pencas, cuando toda la sal de la tierra se está derritiendo por ti y el sol de la hermosura te aguarda! Mientras Antoñona expresaba estas quejas, no estaba parada, sino que iba andando y llevando en pos de sí, asido siempre del brazo, al colegial atortolado y silencioso.

Porque, en haciéndote conde, cátate ahí caballero, y digan lo que dijeren; que a buena fe que te han de llamar señoría, mal que les pese.

lo que yo te digo, es que esto te está muy bien empleado, por andarte con miramientos, con remilgos, haciéndote el pulcro y el decente; ¡todos han manipulado y de qué manera!

Quien no se fatigará jamás será el tiempo, que pasará haciéndote cada día más buena y más hermosa, quizá más rica, y a mí más desgraciado y pobre.

No azul pendon te prestará su sombra Sino la planta del señor feroz, Que haciéndote servir como de alfombra Te lanzará iracundo, torpe coz.

Y puedo decir con placer que esa nueva vida se abre ante tí con buenos auspicios, porque además de los sanos principios que te hemos inculcado, eres hábil y puedes bastarte á tí mismo haciéndote útil á otros.

No voy á invertir los términos, haciéndote una declaración.

Cuando nos paseábamos por los jardines de San Martino, tal vez estaba agonizando de hambre, de sufrir martirios, ¡y yo, como una heroína de novela, como una colegiala loca, besándome contigo, haciéndote promesas!...

Una vez en la barca, te guiará ese hombre, haciéndote navegar por espacio de diez días, hasta que llegues al Mar de Salvación.

Es una maldición, sí, y al mismo tiempo, con respecto á tí, un favor especial, porque haciéndote estéril, el Señor te demuestra bien claro que te quiere para sí, te demuestra su deseo de que á él te consagres y le honres.

«Es verdad que dije eso... sí, y en verdad si querías mi amor, ¿por qué no te apresuraste á merecerlo, haciéndote cristiano católico?

Es una maldición, sí, y al mismo tiempo, con respecto á tí, un favor especial, porque haciéndote estéril, el Señor te demuestra bien claro que te quiere para sí, te demuestra su deseo de que á él te consagres y le honres.

Tú no lo comprendes así; no vas hasta el último extremo, no aceptas la totalidad de tu expiación, y haciéndote juez de tu propia causa, te sentencias á un aislamiento placentero y tranquilo donde sabrás rodearte de delicias.

¿Será que quieras que yo te envie á la eternidad haciéndote morir azotado por los frenos de los caballos de la torre?

Entras haciéndote el tonto, creyendo que te han llamado...

yo quiero que no trunques Tu espléndida carrera, y de tu vida á lo último El genio te dé aureolas haciéndote inmortal.

) MELQUIADES (Resignándose.)—¡Ay, Melquiades! ¡Veinticinco años haciéndote el Tenorio, y ya ves qué sacas;

Estás haciéndote el valiente, y no puedes, hijo mío, no puedes.

Un poco que yo tengo en mí desde que nací, y otro poco que me han enseñado... los amigos, tú, tú, tú; no vengas ahora haciéndote el apóstol... Sí: eres como los que todo lo quieren curar con agua... ó con números, que es lo mismo.

Un poco que yo tengo en mí desde que nací, y otro poco que me han enseñado... los amigos, tú, tú, tú; no vengas ahora haciéndote el apóstol... Sí: eres como los que todo lo quieren curar con agua... ó con números, que es lo mismo.

Lo mejor es que subamos los dos, y pidas perdón á tu hermana por el escándalo que le has dado, haciéndote eco de una calumnia vil; porque sí, hija, sí, por el Dios que está en el Cielo te juro que Camila es tan querida mía como del Papa.