101 oraciones de ejemplo con terraplenes

El camino de hierro que une Turin con Novara está muy bien acabado; sus terraplenes y nivelaciones, acertadamente concluidos, prestan al movimiento de los carruajes una facilidad suma.

El mar producia al pié de las murallas sus formidables chasquidos, lanzando nubes instantáneas de espuma, miéntras que centenares de paseantes vagaban por en medio de las arboledas y los lindos jardines de la «Alameda», casi bajo los balcones y las celosías de las espléndidas casas que dominan los malecones y terraplenes.

¿Quién sabe cuándo fabricaron los quechuas sus acueductos y sus caminos y sus calzadas en el Perú; ni cuándo los chibchas de Colombia empezaron a hacer sus dijes y sus jarros de oro; ni qué pueblo vivió en Yucatán antes que los mayas que encontraron allí los españoles; ni de dónde vino la raza desconocida que levantó los terraplenes y las casas-pueblos en la América del Norte?

Encontrose en una como plazoleta, limitada en el lado de Poniente por un vulgar edificio, al Sur por el pretil del contrafuerte del puente, y a los otros dos lados por desiguales taludes y terraplenes arenosos, donde nacen silvestres espinos, cardos y raquíticas yerbas.

En algunos puntos, al encontrarse las vías, se tendían unas sobre terraplenes y otras pasaban por debajo, al través de pequeños túneles.

Los dos hombres iban con lento paso hacia la puerta de salida, en la penumbra del crepúsculo, á través de las líneas férreas, subiendo y bajando los terraplenes del inmenso establecimiento industrial.

Las tales murallas eran parte de una fortificación vasta y completa, así por el lado de tierra como por el del mar o el puerto; no faltándole cuatro puertas hacia el campo, poternas hacia el agua, puentes levadizos, foso ancho y hondo, terraplenes, almacenes, estacadas, aspilleras, y baluartes almenados; de modo que la ciudad más populosa de la Isla quedaba de hecho convertida en una inmensa ciudadela.

Divisamos ya las murallas de Arlés; murallas bajas y almenadas, como se ven en las estampas antiguas, donde aparecen guerreros armados de lanzas sobre terraplenes menores que ellos.

Se hicieron los asientos, alcantarillas y terraplenes, levantándose los pretiles de las zanjas, se pusieron los pilares para el riego, desagüe completo de árboles de esta Alameda, todo por dirección de los señores Asistentes, siendo diputado el señor don Gregorio de Fuentes y Veralt, veinticuatro del Ilmo.

Bocas de minas que fluían la codiciada hulla manchando de negro los prados vecinos; alambres, terraplenes, vagonetas, lavaderos; el río corriendo agua sucia; los castañares talados; fraguas que vomitaban mucho humo espeso esperando que pronto las sustituirían grandes fábricas que vomitarían humo más espeso todavía.

Se entreveían en el campo, en el aire turbio y amarillento como un cristal esmerilado, sobre la tierra sin color, casucas bajas, estacadas negras, altos palos torcidos de telégrafo, lejanos y obscuros terraplenes por donde corría la línea del tren.

Se entreveían en el campo, en el aire turbio y amarillento como un cristal esmerilado, sobre la tierra sin color, casucas bajas, estacadas negras, altos palos torcidos de telégrafo, lejanos y obscuros terraplenes por donde corría la línea del tren.

Esta frontera principal y fuerte de su Guardia, situado en un bajo, y á la orilla oriental del rio llamado de Lujan, está detallado en un bañado ó terreno pantanoso, que ha podido afirmarse algo con el frecuente piso: pero los dos baluartes ó terraplenes que ha tenido, no pueden defender la poblacion que le rodea por el este, sin destruirla, y por los demas rumbos tampoco se puede ofender al enemigo, sino á muy corta distancia.

No tenemos un conocimiento auténtico de su nombre, ni como nación ni como raza; por eso se les designa con el nombre de fabricantes de cerritos ó terraplenes, que se les ha dado por las ruinas más importantes de sus obras que hasta hoy se contemplan.

Entre los restos que aún existen, por los cuales sabemos que un pueblo habitó antiguamente esas regiones, sobresalen los terraplenes artificiales, construidos con habilidad y mucho trabajo.

La generalidad, sin embargo, de estos terraplenes tiene de 6 á 20 piés de alto.

Ahora ya no bajan hasta acá; ahora las tienes siempre encaramadas en sus masteleros, allá entre las jarcias y los motones de sus montañas, todo, no más que por miedo de Ben Gunn! ¡Ah! mira ... ¡allí tienes el cementerio! ¿no ves sus terraplenes?...

De éstos, muy pocos han quedado en los cortes y terraplenes del canal,—¡fuera de los jamaiqueños conchavados por centenares!

Me describe el itinerario: tendremos quince días de navegación, tocando en infinidad de puertos imposibles, en Livingston, Belize, Progreso ... Acaba por confesarme que, á último momento, al alba, embarcaremos un centenar de negros jamaiqueños—de grado ó por fuerza—que se destinan á los terraplenes de Puerto Barrios.

Corre el tren por sus brillantes rieles, devorando matorrales, alcaceles, terraplenes, pedregales, olivares, caseríos, praderas y cardizales, montes y valles sombríos.

Quizá en este momento, decia, estará la hermosa princesa solazándose con sus doncellas á la sombra de esos frondosos bosquecillos, ó tal vez recorrerá con paso ligero los elevados terraplenes, si no es que se halla reposando en lo interior de la magnífica morada.

Todo aquello está en hondo, y debe quedar sepultado cuando los terraplenes iniciados por una parte y otra lleguen á unirse.

Negros trenes cargados de tropas cruzan sobre puentes de bruma, con gran estrépito de hierros: Huyen por las llanuras, aparecen y desaparecen entre boscajes, jadean por altos terraplenes.

Se viaja en plataforma pelona, con pésimos terraplenes, durmientes inseguros y todos los defectos imaginables.

Cuatro y cinco accidentan paralelamente el suelo, y como las antiguas huellas de los rodados han sido especies de cunetas naturales para las aguas llovedizas, éstas ahondaron los caminos hasta volverlos zanjones, dando las fajas de terreno intermedio, una perfecta ilusión de terraplenes.

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