Consiguió con dificultad subirse sobre un tobillo, pero al avanzar lentamente y titubeando por la arista huesosa de la pantorrilla, perdió pie, cayendo de cabeza en la arena.

Me miró titubeando al principio.

Esto causó cierta impresión en el viejo, y mientras las niñas, de pie junto a la cama, contemplaban con el ceño fruncido y los labios apretados la agonía del pobre enfermo, don Juan dijo a su hermana en voz muy baja y titubeando como si se arrepintiera de su debilidad: Óyeme, Manuela; por ti no haría nada... no lo mereces; pero a la vista de esas pobres chicas me siento débil y no quiero que mi conciencia cargue con un remordimiento.

¿Alegrarse... de que usted se muera... de que se la lleve Dios...? (titubeando).

El tío Frasquito hizo dos o tres visajes remilgados de ¡reviento si no lo digo!, y contestó titubeando: Hombrrre, te dirrré...

Salían de un sitio muy brillante; entonces, el pequeño ser siguió sobre sus piernecitas y avanzó titubeando por la nieve, arrastrando tras de sí el chal en que había estado envuelto, mientras que su sombrero abollado caía a su espalda; así avanzó titubeando hacia la puerta abierta de la choza de Silas Marner, dirigiéndose derecho, al hogar caliente, en el que había un fuego vivo de leñas y astillas.

Salían de un sitio muy brillante; entonces, el pequeño ser siguió sobre sus piernecitas y avanzó titubeando por la nieve, arrastrando tras de sí el chal en que había estado envuelto, mientras que su sombrero abollado caía a su espalda; así avanzó titubeando hacia la puerta abierta de la choza de Silas Marner, dirigiéndose derecho, al hogar caliente, en el que había un fuego vivo de leñas y astillas.

En seguida se deslizó de las rodillas de Marner al suelo y se puso a andar de aquí para allá, a pasitos cortos, pero titubeando tan graciosamente que Silas se levantó de golpe para seguirla, de miedo que fuera a golpearse contra algo que le hiriera.

Se detenía cerca de alguna loma favorita que le permitía sentarse, mientras que Eppie iba titubeando a recoger los botones de oro, interpelando a las criaturas aladas que murmuraban felices encima de sus pétalos brillantes y atrayendo continuamente la atención de «papá» cuando le traía su cosecha.

¿A cómo se lo había de poner, madre... no lo sabe?contestó José titubeando.

dijo el muchacho titubeando y confuso.

Entonces, murmuró titubeando.

Muchas mujeres deteníanse, titubeando.

Esta, habituada al impune apaleo de la muchedumbre sin armas, permanecía indecisa, titubeando con cierta inquietud ante un enemigo resuelto, que, no contento con atacar, avanzaba audazmente.

Miró en torno de ella, titubeando, como extrañada de verse en el lecho, en plena noche, a la luz de una bujía que marcaba en la pared las sombras de Isidro y la Teodora, sentados junto a la cama.

Habló con voz fosca, titubeando, la mirada en el suelo, sin atreverse á levantar los ojos por miedo á los de Concha, que adivinaba fijos en él.

Desfalleciente, retrocedí titubeando hasta el muro opuesto.

La misma sospecha que hace fruncir el rubio ceño á Annie, despeja momentáneamente la frente de Solís, que se acerca titubeando.

Cuando hicieron alto en un almacén de tejidos de la rúa Antigua, Ascensión, sentada cómodamente, titubeando infinitas veces antes de elegir, parecía dispuesta a no levantarse nunca.

Emprendí la ascension, campaneándome y titubeando á cada esfuerzo; tornó el caracol á salirme al encuentro y la escalera á empinarme á los cielos.

Están Vds. conmigo azás rigurosos caballeros! dijo el limpia chimeneas titubeando.

Pero... insistía el profesor titubeando.

¡Pronto, dilo pronto! ACACIO (Titubeando y sin saber qué decir.)—No...

) (Titubeando.)

Quiere decir titubeando.