Hiciste construir una gran estufa en tu jardín, y una vez armada, la mandaste quitar de la fachada de Oriente para ponerla en la del Norte.

fué invitada por D. Pedro Fúcar á visitar la estufa, echando al paso una ojeada á los caballos ingleses, poco há traídos de un harás de Londres.

Era, en fin, una estancia agradable y elegante, calentada por una gran estufa subterránea.

Fué preciso cambiar de sitio las estufas, que ya no produjeron frutos ni flores tan buenos como antes.

Lázaro, como de costumbre, había bajado al jardín, y con su libro entre las manos, paseo arriba, paseo abajo, recorría lentamente el trecho comprendido entre la estufa de cristales y la verja de entrada, pasando repetidas veces ante las rejas del salón de baile.

Una de las ventanas, la de la fachada, daba á una estufa cuyos vidrios estaban colocados casi á plomo á dos metros por debajo.

—Ya tienes ahí al padre Gamborena, que viene á echar la misa, y tú no has encendido la estufa de la sacristía.

Funcionaba en la explanada de popa una estufa de desinfección, y pasaban por ella los trajes de los emigrantes que eran susceptibles aún de cierto uso a juicio de los empleados.

la droga, funcionando la estufa, Silvio empezaba á sosegarse, cuando ¡tilín, tilintín!pasos precipitados, una ráfaga de aire frío de la calle y de olor insufrible á esencia de clavo y pachulí...

Mas no era tampoco aquello de lo que quería acordarse; abrió la estufa y estuvo escarbando las cenizas; los bordes cortados del pantalón y el forro del bolsillo se encontraban allí, conforme los echó antes el joven; de modo que nadie había hurgado en la estufa.

Dexáme decir; que ansí dicen ellas de nosotras cuando nos ven que imos á la estufa ó veniamos; ¡veis las camiseras, son de Pozo Blanco, y baticulo llevan!

Leguía desapareció por la escalera, y Aviraneta, renqueando por el reúma, limpió la estufa, golpeando el tubo con un hierro para que saliera el hollín, la cargó con astillas y pedazos de carbón de piedra y le dió fuego con unos periódicos viejos.

Vistas de abajo, brillan con dibujos de mosaicos complicados, escudos de naciones, y aquí arriba Parecen estufas opacas como las de los invernáculos...

El local tenia sus refinamientos de lujo y de comodidad; en las paredes había un zócalo de azulejos; en el invierno se ponía una estufa, y continuamente había cerca de la ventana un reloj parado de caja grande pintarrajeada.

Pensaba Emma, al verse renacer en aquellos pálidos verdores, que era ella una delicada planta de invernadero, y que el bestia de su marido y todos los demás bestias de la casa, querrían sacarla de su estufa y transplantarla al aire libre, en cuanto tuvieran noticia de tal renacimiento.

El organista empleaba pies y manos en sacar sonidos melodiosos de su viejo y rechinante armonium, y el suizo, con su uniforme de gran gala, contemplaba con admiración el altar de madera tallada en el que resplandecían todas las luces y que desaparecía bajo las plantas y las flores raras surtidas por las estufas de Candore.

Las casas comunales de los Pueblos, en general muy limpias y bien repartidas, tenían todas su estufa ó kiva, donde dormían los mancebos y se reunían los ancianos y sacerdotes.

¿Veis allí la estufa do salieron las romanas?

¿Es de extrañar, pues, que esta capital sea tan malsana? Una persona que da un paseo higiénico, cruza con los poros abiertos por una cámara frigorífica viniendo de una estufa, se resfría, y el resfriado presenta al médico español, quien, a su vez, no tarda en presentar al funerario.

¿Que en el Naranjal instalan una estufa caliente, con sus gomeros, sus helechos, sus orquídeas?

Se quedaron en el estudio, y Argensola tuvo que modificar su existencia, buscando la estufa de algún pintor amigo para continuar sus lecturas.