28 oraciones de ejemplo con disgusto:

De despecho, disgusto: es el que disgusta y da malos ratos á otro.

En el gesto, en la mirada de la Regenta podía ver cualquiera y lo vieron De Pas y don Álvaro, sincera expresión de disgusto: era una contrariedad para ella la noticia que le daba la Marquesa.

»Tuvimos un grave disgusto: el lindo perrito de la buena señora Tagarief, la esposa de nuestro querido secretario, el adorable «Tú-Tú» desapareció en la mañana del quince.

La noticia de la visita de la policía al palacio de Villamelón había llegado a las altas esferas del Gobierno, causando en ellas sorpresa y disgusto: ignorábase allí la causa de aquella violenta medida del gobernador, y esperábase todavía, por otra parte, obligar a la Albornoz a aceptar el cargo de camarera, a pesar de la escena cómico-dramática que entre ella y el excelentísimo Martínez había tenido lugar la víspera.

El Conde reprimía su disgusto: no se daba por aludido cuando podía, y si decía alguna palabra era con gravedad, sin seguir la broma.

Todos de sala y con larga cola, no de vestidos, sino de disgustos: en unas, porque no fueron invitadas; en las invitadas, porque no debieron serlo muchas «cursis» que lo fueron.

has sufrido un disgusto: bueno... pero tienes salud.

El aludido brincó sobre el diván, y, sin poder contenerse, dijo con marcado disgusto: ¡Pero eso es peor aún que defender la causa de mis contrarios!...

Don Juan hizo un gesto de disgusto: Julia prosiguió.

¿Y siempre está usted solo? No; tengo familia allá en mi casita de las afueras de Barcelona; una familia que no da disgustos: un perro, tres gatos y ocho gallinas.

José experimentó un gran disgusto: precisamente tenía ya ahorrados de la costera del bonito cerca de tres mil reales que pensaba darle en seguida a cuenta de los diez mil que de él había recibido, figurándose, no sin razón, que los dineros con que se había quedado[147.1] de los catorce mil que D. Anacleto le había pagado por la casa, andarían muy cerca de concluirse.

Por causa de Alfonso he tenido hoy un gran disgusto: han enviado de Lyón y de Italia a sus tíos y tías gran número de notas por las muchas deudas que ha contraído durante sus viajes; la familia, que sabe que yo le mimo, me hace responsable de sus desaciertos; me han hecho en este sentido muchos cargos, por lo que he derramado lágrimas de amargura.

Después, midiendo al idiota con la vista, con disgusto: En cuanto a ese monstruo, si lo llevaseis al aquelarre, causaría miedo al mismo Satanás; por lo demás, se parece a usted, vieja mía, y si yo pusiera esa cara en el mascarón de mi brick, los bonitos, asustados, no vendrían más a jugar ni a saltar bajo la proa.

De todos modos, la mujer cordobesa, como las demás españolas, conserva siempre un manantial purísimo de consuelo para sus sinsabores y disgustos: este manantial es la religión cristiana.

Le depuso sin ira, y Hescham bajó del trono sin disgusto: todo estaba ya muerto en esta ciudad, todo era ya para ella un hecho indiferente.

se engendran con placer; luego dan disgustos: por fin amparan la vejez.

Temía que cualquier indiscreción por mi parte le pudiera acarrear un disgusto: preferí aguardar a que saliese, pues tenía por probable, si no seguro, que lo hiciese a estas horas y no por la tarde.

» Casi siempre terminaba esta escena por un gesto de disgusto: una amargura de decepción.

Movió la cabeza con disgusto: ¡Xavier! ¡Xavier!

El Rey no ocultaba su disgusto: Frecuentemente repetía, condolido y obstinado: ¡Pobre Volfani! Era un corazón leal.

Un poco de tolerancia en todas las cosas de la vida, un poco de paciencia y de abnegacion, ó á lo ménos de cortesía, nos evita muchas incomodidades, y áun á veces muy graves disgustos: la amistad sobre todo, es un cambio recíproco de sacrificios de amor propio, y de deferencias cariñosas.

Además, don Rafael era un hombre muy honrado y más justo que muchos que confiesan y se confiesan: tenía para una moral muy rígida, y solía decirme cuando me hablaba de estos disgustos: «Señor Guevara, ¿cree usted que Dios perdona un crimen, un asesinato, por ejemplo, sólo con decirlo á un sacerdote, hombre al fin que tiene el deber de callarlo, y temer tostarse en el infierno, que es el acto de atrición?

Alicia Pardo no pudo reprimir una exclamación grosera de disgusto: ¡Qué asco! ¡Puf!...

No me acordaba de que habíais tenido un disgusto: perdona la distracción.

Y a propósito de Venus, vaya un caso clínico que pudo costarme un disgusto: Cierto capitán, casado y con familia en Lérida, presentóseme un día al reconocimiento con síntomas inequívocos de enfermedad venérea recientemente adquirida.

28  oraciones de ejemplo con  disgusto: