33 oraciones de ejemplo con impericia

Irritado por tanta cobardia è impericia, el Brigadier D. Josè Joaquin de Viana, Gobernador de Montevideo, volò al campamento de Freyre á instarle para que rompiese cuanto antes estas treguas vergonzosas.

Aquella fuerza era muy superior a la nuestra por su organización y marcialidad; pero nosotros teníamos sobre ella, además de la ventaja numérica, que no era de gran valor, dada nuestra impericia, la siguiente ventaja moral: puestos ellos en la vertiente anterior de una loma, todo su poder y su número se presentaban a nuestra vista; no había más coraceros que aquéllos, y podíamos contarlos uno por uno.

Con esta estratagema pensaba realizar su anhelado desembarco en esta isla; mas tan hábil plan no sirvió sino para demostrar la impericia y cobardía del almirante francés, el cual, de regreso a Europa, no quiso compartir con nuestros navíos la gloria del combate de Finisterre.

Fija la mirada de idiota en las piedras de la calle, la impericia del artífice había dado, sin saberlo, a aquel rostro la expresión muda del dolor espantado, del dolor que rebosa del sufrimiento.

No hacía él las picardías por hacerlas, sino por el lucro; de modo que mientras su voz sirvió para el coro, cantó en calidad de ángel en la catedral, sin hacerse jamás reprender por su pereza o impericia, pues en el trabajo era asiduo, y su destreza en todo oficio que emprendía, extremada.

Era lo más notable del retrato la parte de la frente y la cabeza, en que el niño había copiado fielmente la escasa cabellera de su padre, partida con una raya por en medio y formándole sobre ambas orejas dos pequeños cuernecitos a lo Napoleón III, que había alargado más de lo conveniente la impericia del artista.

Había caído en dos ocasiones: la primera, por manipulaciones de un socio desordenado; la segunda, por manejos de un corredor desleal, y en ambas tuvo que responder con su capital y sus ahorros de la impericia y de la mala fe ajenas.

Hubo muchas expediciones, unas pagadas por los regidores de la isla, otras de particulares, pero todas sin éxito; y la gente, cada vez más convencida de la existencia de San Borombón, achacaba estos fracasos a la impericia de los expedicionarios antes que renunciar al encanto de lo maravilloso.

Pero su derrota no se debió a su impericia.

Quiero contar la historia puntual de un episodio de mi vida que no deja de ofrecer algún interés; aunque mi impericia en el arte de escribir quizá llegue a quitárselo.

Pero nuestra impericia no se daba por vencida, y rechazamos las ofertas de un muchacho que quiso ser nuestro guía.

La misma palabra «gringo», procedente tal vez de greenhorn, probaría que lo más chocante a los ojos del nativo no es la calidad de extranjero sino la impericia del forastero, la dificultad que encuentra para «acriollarse».

El Rey seguía orando, y él trabajando, sin saberlo acaso, por impericia ó ambición en la ruina total del país.

Al jíbaro hay que asignarle papel esencialísimo en los adelantos agrícolas, porque es innegable que el esfuerzo del hombre de mejor voluntad y más versado en los conocimientos agronómicos fracasa si al llevarlos á la práctica se encuentra con brazos inútiles por su impericia, ó, lo que es peor, rebeldes á todo lo que no sea rutinario.

Y como veo que es usted alemán, lieber Herr, y me agrada su aspecto y su modo de expresarse, le diré a usted en confianza que apenas si conozco el oficio, y ya me han despedido de varias fábricas por mi impericia; las dos pastillas de jabón que llevo en el bolsillo no las he fabricado yo.

trabajan las dos jóvenes, mucho más hábil Mariflor de lo que su impericia pudiese prometer.

Manifiesta queda la ignorancia que los del Consejo de la Reina y de los Reyes tuvieron del derecho, en cosa tan jurídica, tan importante, tan peligrosa, tan dañosa, y tan provechosa si su impericia del Consejo, tan irreparablemente, no lo errara.

Humillado, caído en el ridículo, prófugo, quiere vengar los desastres que debe á su impericia, y vuela á Tacubaya.

¡Qué novedades se han introducido en la Medicina de algunos años a esta parte! A esta arte se le quita el honor y la dignidad; esta arte, que en todos tiempos ha respetado la vida de los hombres, hoy se halla en poder de la temeridad, de la presunción y de la impericia, porque los hechos hablan y presto alzarán el grito hasta las piedras contra el desorden de los nuevos prácticos: lapides clamabunt.

Si así obrares y te obedecieren los aqueos, sabrás pronto cuáles jefes y soldados son cobardes y cuáles valerosos, pues pelearán distintamente; y conocerás si no puedes tomar la ciudad por la voluntad de los dioses ó por la cobardía de tus hombres y su impericia en la guerra.

Como los voraces lobos acometen á corderos ó cabritos, arrebatándolos de un hato que se dispersa en el monte por la impericia del pastor; pues así que aquéllos los ven se los llevan y despedazan por tener los últimos un corazón tímido; así los dánaos cargaban sobre los teucros, y éstos, pensando en la fuga horrísona, olvidábanse de mostrar su impetuoso valor.

No: pues así como vale más una ciudad amurallada que una aldea, así la frente del marido es más honorable que la frente desnuda del soltero; y así como es más valiosa la defensa que la impericia, así es también más precioso en igual grado tener un buen cuerno que necesitarlo.

Doña Juana habíase esposado con Don Alfonso V Rey de Portugal y este invadió á Castilla, sostenido por los nobles adictos á ella y trabóse una guerra de sucesion que probó la impericia militar de unos y otros.

Tan débil como el agua contestó Sikes con un juramento horrible Ea, dame la mano y ayúdame á salir de una manera ó de otra de este lecho infernal! La enfermedad de Sikes no habia ablandado su carácter; porque en el momento en que Nancy ayudándole á levantarse, lo acompañaba hácia una silla, arrojó imprecaciones contra su impericia y la pegó.

En tiempo de Carlos III se estableció la poderosa Compañía de Filipinas, que sólo debido a la impericia de sus gestores tuvo lamentable fin en 1830, esto es, poco antes de la muerte de Fernando VII.

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