Abrevaron rápidamente los caballos, terminó su faena el conductor y, despidiéndome de Partenia, ocupé mi sitio en la diligencia.

Es verdad que en algunos pueblos no pueden esperarse estas utilidades, a lo menos en los principios, porque sus estancias están muy atrasadas, y el corto número de indios no permitiría el poder emprender muchas faenas, ni los abastos y comercios rendirían mucho; pero también lo es que hay otros que por sus proporciones, y lo numeroso de ellos, excederían en mucho.

Pero Tona llevaba tarea para rato (como que se andaba en las proximidades del mediodía), y por si era poco este estorbo, entró Facia a dirigir la faena.

8 indios ladinos Mataguayos, que voluntariamente van guiando la marcha y ayudando en las faenas; que con sus familias, y los suyos serán como 200.

Al llegar a esta frase, el punto o vértice del delirio hízoles caer de bruces sobre la realidad la brusca entrada de Benina, que, concluidas sus faenas de fregado y arreglo de la cocina y comedor, se despedía.

Después de dos semanas de descanso, volvía aquella noche a la faena.

Los manobos, á semejanza de los negritos, á que deben su origen al mezclarse éstos con los malayos, no dedican gran atención á las faenas agrícolas, pues éstas se reducen á desmontar el sitio que juzgan adecuado, y sin otra preparación hacen sus siembras, cogen las cosechas, y para otra buscan nueva sementera.

De esta faena se encargó Nucha, bajo la dirección de Julián.

No quiero... De cuando en cuando los jugadores interrumpían su faena para beber, y algunas jugadas atrevidas eran festejadas con grandes risas.

El jornalero dedicado á las faenas de la extracción del abacá, no recibe salario, compartiendo el producto con el propietario.

Era el movimiento inicial del obrero que se aligera las manos antes de empezar una ruda faena, o del cavador que se las escupe antes de coger la azada.

Como la crecida de las aguas había suspendido las faenas de las minas y del río, hacía ya mucho tiempo que los medios de diversión se habían agotado en Bar Sansón.

Por los «lombíos» que había tumbados ya y la hora que marcaba mi reló, poco más de las siete de la mañana, supuse que había comenzado la faena a punto de amanecer.

Se decía que era sumamente afable cuando se hallaba entregado a las faenas agrícolas y que le placía recibir entonces la visita de sus discípulos.

Después eran gañanes, trabajaban la tierra, entregándose a la faena con el entusiasmo de la juventud, con la necesidad de movimiento y el alarde fanfarrón de fuerza, propios del exceso de vida.

Regalado, en su cualidad de divinidad campestre, presidió también á esta faena agrícola, y más rumboso que los demás vecinos, en vez del acostumbrado candil colgó del techo un velón de cuatro mecheros.

También atiende á una faena tan interesante como útil.

El arriero enteramente tranquilizado ya, se apresuró a dedicarse a sus faenas habituales.

La madre abandonaba las faenas de la casa para no contrariar a Gabriel, y los hermanos estaban pendientes de sus balbuceos.

A su lado, la mujer, envejecida en la miseria del pueblo natal, contemplaba la faena y la hija Dvorah, moza robusta y ágil, preparaba el almuerzo.

Cada cinco minutos alguien tomaba bruscamente la palabra y hablaba como quien cumple una faena obligatoria.

Amén! Sentáronse, dispuestos á sus faenas y con propósito de enmendarse.

A las ocho y media varé junto á la primera baliza, y empezé la faena de sacar la embarcacion, habiendo arreciado el S. A mediodia observé el sol en 40° 14' de latitud.

Empero, léjos de gozar todos los indígenas de igualdad de privilegios, como sucedia en Chiquitos, estaban divididos en dos clases hereditarias; las familias, compuestas de artesanos de todo oficio; y los soldados, encargados de las faenas ordinarias; clase denominada el pueblo y considerada como inferior á la primera.

Tras de la cólera y la confusión vino el abatimiento, y se sentía tan rendida físicamente como si hubiera estado toda la mañana ocupada en alguna faena penosa.