Qué preposición usar con pasó
Valiéndose del arbitrio empleado contra Sorata, los sitiadores hacen represas en el rio que pasa por la ciudad, y forman una inundacion que rompe sus puentes, y causa los mayores estragos.
Ya empezaba á sentirse la consternacion que causaban los indios, que habian entrado en la villa en el espacio de 6 horas, cuyo número pasaba de 4,000, convocados por D. Jacinto Rodriguez y sus parciales: uno de ellos dijo al tiempo de entrar los de Pária, que venian de paz, pues el dia antes habian salido 25 sugetos para detenerlos y estorbar su venida, porque no eran ya necesarios, cuando se habia conseguido el triunfo deseado.
A la gente popular de la primera hora sucedieron otros grupos menos bulliciosos y de mejor aspecto, que pasaban en automóviles propios ó en grandes vehículos de servicio público.
No lo he comprendido, no quiero comprender ese misterio horrible: sólo entiendo que de infeliz he pasado a más.
Alborotáronse todos con la novedad, y resolvieron ir á avisar á los milicianos la desgracia que los amenazaba: determinacion, á la verdad, impropia de aquellos sugetos, y que tiene muchos visos de sediciosa; porque sin reflexionar en consecuencias pasaron al cuartel, llamaron al capitan D. Bartolomè Menacho y á otros, y les dieron noticia de lo que sabian, haciéndoles la prevencion de que se guardasen.
De este matrimonio nació una hija, que pasó á España, donde se enlazó con un caballero, llamado D. Juan Henriquez de Borga, y á quien el Rey concedió el título de Marquesa de Oropesa.
Por Dios, por Dios, Isabel, moderad ese delirio: vos no sabéis el martirio 365 que me hacéis pasar con él.
En la corriente, que pasaba y pasaba sin cesar ante sus extraviados ojos, quebrándose al pie del mirador entre las rocas sobre que se asienta la ciudad imperial.
¿Que había pasado entre los dos amantes para que se arrastrara al fin á poner por obra una idea que sólo el concebirla había erizado sus cabellos de horror?
Pues ... mis amigas las costureras viven en el número 6, donde vivió la hija del herrero, y mis amigas las Porreños viven en el 4, donde vivió el conde de Valdés de la Plata; y en resumen, si una puerta, hábilmente hecha, permitió á un caballero pasar del 4 al 6, también abrirá paso del 6 al 4 untándoles las uñas á esas costurerillas, que, dicho sea da paso y en honor de la verdad, tienen para el pespunte unas manos que son una gloria.
¡Es verdad!... ¡Es verdad!murmuraron los senadores y el público con asombro, como si pasase ante sus ojos un relámpago deslumbrante.
En sus ojos asoma el mismo pensamiento, y se dicen si no ha pasado sobre ellos, en aquellas palabras, una ráfaga de locura.
La hemos visto crecer y no ignoramos todas las fases por que ha pasado para llegar á ser tendera.
Si pasa desde el fondo de las simas á la arista de los precipicios y en todas las variadas formas que se ofrecen á la vista, conserva el monte su inmaculada blancura.
Las ramas, cargadas de negro follaje, se inclinan hasta el suelo, y estremece el pasar bajo aquellas bóvedas sombrías.
Habiendo bajado al agua, se repartieron los marineros por los desplayados, y el proel de la chalupa pasó hasta la tierra firme desnudo, nadando algunos pozos; el que llegó de noche con la noticia, de que todo el trecho que hay desde la isla á tierra no tiene canal alguna, pero que se habia visto muchas veces casi sumergido en fango.
Pasó por entre estos guerreros, con toda la austeridad de su carácter universitario y sus opiniones antimilitaristas, el profesor Flimnap.
] [Nota 526: Y pasa el verano de noche, es decir, y pasa durante el verano de noche.
Los dueños de las «pulperías» enclavadas en la vertiente de los Andes sobre el Pacífico le vieron pasar hacia la Puna de Atacama con su mula decrépita pero todavía animosa.
¡Si pesa más la muñeca grande de Nisita! Pasó de mano en mano el leve fardo, hasta llegar a Josefina, que lo devolvió a la portadora muy deprisa, declarando que olía mal.
Hoy pasaré contra mi voluntad por no tenerlos.
65 HISTORIA DE LOS TRABAJOS DE PERSILES Y SIGISMUNDA 119 NOVELA Y COLOQUIO QUE PASÓ ENTRE CIPIÓN Y BERGANZA 181 EL RETABLO DE LAS MARAVILLAS 213 EL CERCO DE NUMANCIA 231 PEDRO DE URDEMALAS
Luego pasó tras ella, apoyada en el brazo de un doméstico, una dama sexagenaria que hablaba en portugués con voz doliente.
Pasó sin reparar, aparentemente al menos, en las dos mujeres.
Pasó del dolor a la alegría instantáneamente.