Ana, cuando chica, allá en Loreto, tuvo ya, según yo averigüé, arranques así... como de loca... y vio visiones...

Traté de averiguar la verdad, y de la verdad que averigüé resultó este libro.

Pidiendo informes sobre el uso de aquel aparato, averigüé que era la mesa «perezosa» a quien había aludido mi tío en el comedor.

Así averigüé que era suyo.

Salió a recibirnos un hombrecillo con modesta librea, y la única otra persona que allí habitaba era una vieja, la madre de Juan, el guardabosque del Duque, según averigüé después.

Yo, durante mi residencia en esta ciudad, y curioso de conocer á uno de los descendientes del célebre Don Juan, porque quizás me comunicara noticias desconocidas de sus antepasados, averigüé sólo, con sentimiento, que esa familia distinguida había desaparecido hacía ya largo tiempo.

En efecto, después averigüé que había cumplido ya los diez y ocho años y estudiaba la carrera de ingeniero de caminos.

Pronto averigüé, como averiguó todo Madrid, la ruina y caída de la Casa de Pérez de Vargas.

Pronto averigüé que ninguno de aquellos preciosos artefactos, ni siquiera el lecho, pertenecían a Doña Encarnación: todo estaba comprado por él.

Habiendo tenido la fortuna de descubrir una vasta conspiración de terroristas, logré capturar a algunos de ellos y averigüé que obedecían las órdenes de una condesa muy conocida en la alta sociedad.

Más tarde averigüé, no sin cierta indignación, que sus ahorros servían para sostener la casa de su elegante hermano.

Fuí á Granada, pregunté, y averigüé que hace cinco años habias sido condenado á galeras por diez; luego, eres un gallote escapado, Barbillo, y si te niegas á servirme, te delato, te pierdo, porque á los galeotes huidos se les ahorca cuando se les coge.

Apenas llegados á la pubertad, cometieron la mala acción, y aunque lo averigüé, no podía creerlo del todo.

Un día averigüé de dónde venían las botellas.

¡Adiós! Con el dinero en el bolsillo y el espíritu lleno de remordimientos un poco cómicos, me fuí a los muelles y averigüé que, pocas horas después, al amanecer, salía un paquebot para Burdeos.

Había en el séquito del hidalgo varias mujeres, hijas ilegítimas suyas, según averigüé; el hombre era de costumbres depravadas y acérrimo partidario de Don Miguel.

Iba decentemente vestido a la moda francesa, y su aspecto era más bien juvenil, aunque, según averigüé más adelante, estaba ya muy por encima de los cuarenta.

Así ví yo á Burdeos, así recogí varios asuntos de leyendas que no sé si llegaré á escribir, y así averigüé la razon de las perpétuas quiebras del teatro por falta de público.

Esto no lo averigüé cuando pudiera, pero júzgolo, porque de allí se toma, comunmente, la navegacion para esta isla, y debian ya tener noticia de la navegacion que por allí habia hecho en el primer viaje Valdivia.

Otra cosa averigüé, que es bien graciosa.

Y el mismo que lo habia hecho, como despues con buenos indicios averigüé, vino tras nosotros; y los alguaciles, que si fueran como deben, no se precipitaran á hacer un borron tan infame, y si pusieran los ojos en la justicia, y no en el provecho, averiguáran el caso, como á ellos les valiera algo la prision, y á mí no me pusieran en mal nombre.

Seguí á la joven desconocida hasta su domicilio; averigüé que era huérfana de padre un modesto empleado, y que se trataba de una muchacha honrada, modesta y hacendosa.

Era el hijo de un cacique, según yo lo averigüé.

Era manso, yo lo averigüé después.

» Así averigüé que era novio de Mo.