61 colocaciones para taza

Triste y mustio de veras, se dejó conducir por Miranda a su cuarto, y es cosa averiguada también, que en todo el curso de aquel día no entraron en su cuerpo más alimentos que dos tazas de y un huevo pasado por agua, que la extrema debilidad le obligó a sorber, entrada ya la noche.

Sobre el platillo de la taza yacía medio puro apagado, cuya ceniza formaba repugnante amasijo impregnado del café frío derramado.

Y si a la hora del te, en que pasan los negros con las bandejas repletas de tazas, venía el jefe, como de costumbre, a liar un cigarro y echar un párrafo, le daría cualquier excusa, porque él era hombre tan estricto en el cumplimiento de sus deberes, que consideraba falta grave haberle dicho que iría y no haber ido.

Tomaba yo el último sorbo de mi taza de café cuando se oyeron los alegres tañidos de las campanas en toda la ciudad, y poco después llegaron a mis oídos los acordes de una banda de música y las primeras aclamaciones de la multitud.

Siquiera unas sopas del puchero para el abrigo del estómago... (Sale Rita con una carta en la mano, y hasta el fin de la escena hace que se va y vuelve segun lo indica el diálogo.) Mira, has de calentar el caldo que apartamos al mediodia, y haznos un par de tazas de sopas, y tráetelas luego que estén.

En el mayor había gata ó cofa circular en forma de taza, sostenida en doble cruceta ó sea cuatro baos ó canecillos con los extremos cruzados y apoyados en el resalte de la cabeza del palo, pasando por encima la encapilladura, que quedaba cubierta por la gata.

Dos quetzales altivos, dos quetzales de cola de tres plumas, larga la del centro como una flecha verde, se asían a los bordes de la taza de Ana: ¡el quetzal noble, que cuando cae cautivo o ve rota la pluma larga de su cola, muere! Las asas de la taza de Lucía eran dos pumas elásticos y fieros, en la opuesta colocación dedos enemigos que se acechan: descansaba sobre tres garras de puma, el león americano.

La cascada de los Peregrinos es determinada por un torrente que, descendiendo á saltos y casi perpendicularmente por entre las fracturas del cerro, recoge sus aguas en una especie de taza granítica, en el fondo de una rambla profunda, destrozada y sombría, y se lanza luego en semicírculo á una hondura de 50 metros, escondiendo su hermoso chorro entre una vegetacion enteramente agreste.

Compró de lance, en el Rastro, una cafetera para seis tazas; por los mismos medios agenció un molinillo; procuróse del mejor café tostado y sin moler, dos libras de azúcar morena, y repartidos los gastos a prorrata, resultó en efecto baratísimo el delicioso brebaje.

, como la llamaban más comúnmente, enfriaba con la cuchara el caldo de una taza que tenía en la mano.

AZUCARILLOS.Se bate un poco una o más claras de huevo y se agrega la misma cantidad de tazas de agua que de azúcar florete; se acerca al fuego y se hace hervir a fuego vivo, y cuando tiene un punto fuerte, se pasa por un paño húmedo.

Se conoce, me dijo, lanzando una bocanada de humo, i escanciándose el concho de su cafetera en la taza.

Bien fuese porque lo crítico de aquella circunstancia le impidiese tomar de pronto una resolucion salvadora, ó bien por desterrar toda sospecha, el caso es que se decidió á beber una parte del contenido de la taza; y el enfermo, en vista de tal seguridad, tomó el resto, que le presentó el mismo médico.

En el fondo del cacharro quedaba como cosa de otra taza.

Estaba ensimismado, y mientras leía el periódico a través de una lente que tenía en la mano izquierda, agitaba de cuando en cuando con la mano derecha la cucharilla del café en la taza.

Allí, en la cáscara misma del coco recién partido en dos, la leche de la fruta, con una cucharilla de coco labrado que la desprendía de sus tazas naturales.

Era otro el que gritaba dentro de él; otro al que hasta entonces no había conocido, que tenía miedo y lloriqueaba, no calmándose hasta que bebía media docena de tazas de aquel brebaje ardiente de algarrobas e higos que en la cárcel llamaban café.

ocicadas, doncellas preñadas como tazas; y dijo el demonio: Doncellas son que vinieron al infierno con... fiambre, y por cosa rara se guardan acá.

Vestia una ropilla negra de terciopelo con gregüescos y calzas del mismo color, un sombrero negro al estilo de Felipe II, y ferreruelo tambien negro, completaban su equipo, sin que le faltara una larga espada de ancha taza, y una daga de gancho, pendientes de un talabarte negro ceñido con una brillante hebilla de oro.

La quinta es la de las Crisantemas, y en este día las familias deshojan dichas flores sobre las tazas de ó las copas de saké.

La copa de chartreuse, bebida despacio, le dejó en la lengua y en los dientes un aroma penetrante y fortalecedor, una sed grata, ligerísima, que apagaban los sorbos últimos del café, saturados del fino polvillo que en remolinos lentos se depositaba en el fondo de la taza.

En ellos me sepulté, pasándome las noches en claro a fuerza de tazas de ese brebaje que conocemos por café de exámenes, y que hacemos echando un puñado de café a hervir en un puchero hasta que suelta todo el jugo, y bebiéndonos después a pasto la amarga infusión.

La palabra jícara es mejicana, y tiene su origen en las nueces de coco de que se hacían; por lo general, no tienen asa, y se usan entre la gente rica (como las tazas de café entre los orientales), metidas en portatazas de filigrana de plata o de oro; algunas son verdaderamente bonitas y tienen la forma de un tulipán o una hoja de loto sobre un platillo de nácar.

La laguna del Bagual es por este camino un punto estratégico como lo es por el otro la Verde: se seca rara vez, siendo fácil hacer brotar el agua por medio de jagüeles, y no tiene nada de notable, presentando la forma común de los abrevaderos pampeanos,la de una honda taza.

EMPANADAS.Se pone por partes iguales agua, aceite que ya se habrá frito, manteca deshecha y un huevo por cada taza de líquido; se sazona de sal.

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