686 Adjetivos para describir estada

Dos generaciones educadas con arreglo á nuestro sistema han bastado para que los hombres no guarden el menor recuerdo de lo que fué su dominación en otros tiempos y se resignen á su estado actual, encontrando dulces placeres dentro de la vida doméstica y una felicidad pasiva en sentirse dirigidos por la mujer....

Costumbres, religiones, estado social, dependen, sobre todo, de la abundancia de aguas corrientes.

Filipinas donde hay que estudiarlo, es en sus dilatadas pampas, en sus bosques vírgenes, en sus campos de impenetrables cogonales; allí bajo la palma ó la bonga vive y muere el indio en su primitivo estado, con su dulce carácter, su notable indiferentismo y su felicidad no perturbada por las exigencias que aumentan al par que la civilización crece.

Siempre que la expedición hacía un alto, y muchas veces mientras caminaba, recontaba los votos seguros, añadía los recaudados últimamente, y acababa por formar un estado general, cercenando una tercera parte de los probables y añadiéndoselos al enemigo, para ponerse don Simón en el peor caso imaginable.

Costumbres, usos y estado moral de la provincia.

En los últimos años, Coletilla entraba, como hemos dicho, en el período álgido de su frenesí político; la cólera era su estado normal, y era cosa imposible que en su fanáticas obsesiones pudiera aquella alma irascible tener cariños y finezas para la pobre compañera que tanto las necesitaba.

Estaban en un estado tan lastimoso, que aun los mismos enemigos se podian compadecer de su miseria.

¿Qué era aquel hombre que ante estaba, deglutiendo y raciocinando al propio tiempo, masticando y discurriendo, con tanta frialdad, escrúpulo y elegancia, vestido como un hombre de sociedad, sin una insinuación sensible del estado eclesiástico a que pertenecía, y que, de vez en vez, según hablaba, se asía con la mirada al retrato de una mujer a quien él mismo había empujado a la anónima sima prostibularia?

O hablando con exactitud, las que bordaban eran doña Esperanza y Esperancita: Mariana se mantenía sentada en una butaca, mirando al vacío en perfecto estado de inmovilidad.

Para cambiar este estado lamentable de cosas, para cortar los abusos y aplicar un remedio á tantos males, para utilizar, en fin, los cuantiosos bienes con que la naturaleza ha dotado á esta provincia, el general Don José Ballivian, presidente actual de la república, tomó el partido de formar de ella, bajo el nombre de Beni, un departamento separado, reuniéndola con los territorios de Caupolican y de Yuracáres.

¡Eso es inevitable, Pepe!exclamó el concejal en un estado tan triste y miserable que daba pena verlo.

Si no hubiera sido por vosotras, lo doy por cierto, hubiérase perdido hasta la huella de la primitiva cultura y revelación del Paraíso, y los hombres jamás hubieran salido del estado salvaje.

Ahora empiezan á fundar círculos hombrunos, en los que discuten sobre su estado presente y forjan planes de emancipación, hablando pestes contra las mujeres.

Por eso mi nuevo prelado secular me envió a esta aldea, donde he procurado trabajar cuanto me ha sido posible, consolándome de no realizar aún mis proyectos, con la idea de que en estas montañas también soy misionero, pues sus habitantes vivían, antes de que yo viniese, en un estado muy semejante a la idolatría y a la barbarie.

Tres o cuatro veces se detuvo delante de los escaparates aunque se advertía que más que por curiosidad se paraba por el estado nervioso en que la persecución tenaz del jovencito la había puesto.

Mientras esta alumbra con su pálida luz, los genios de la mansión de los corales alzan hacia ella la superficie de su líquida cárcel; cuando se retira, cuando apaga su último destello, los genios duermen, quedando las ondas en su natural estado.

El Sr. Garrote vivía, aunque en estado deplorable, pues había llegado a servir de diversión a los chicos.

El vértigo de Paquita Juárez fue un estado crónico desde que la casaron, muy joven, con D. Antonio María Zapata, que le doblaba la edad, intendente de ejército, excelente persona, de holgada posición por su casa, como la novia, que también poseía bienes raíces de mucha cuenta.

Pues repito que eso del estado interesante es una papadijo la viuda llena de confusión.

Pero en una naturaleza como la suya, estas impresiones, estos desconciertos, no acusaban un estado patológico de los que minan y destruyen, sino un aspecto del espíritu, de los que nutren y vivifican.

Vamos a cambiar de destino y de estado civil.

Esto iba a responderle yo al mismo tiempo que me acercaba a su cama con Lita y Mari-Pepa, hechas un mar de lágrimas, mientras quedaba Facia arrimada a la pared del fondo con los brazos cruzados, la cabeza inclinada sobre el pecho y los ojos, secos, entristecidos e inmóviles, clavados en la faz cadavérica de su amo, cuando éste volvió a exclamar, pero con un brío inconcebible en su estado miserable: ¡Sabas! ¡Sabas!...

Tom creyó reconocer en este retrato al desgraciado cuyo nombre buscaba; pero su esperanza se convirtió en certidumbre, cuando le añadieron que una cadena que pasó a los dos días, le tomó consigo a pesar de su horrible estado.

Entre las distintas razas de carolinos que en la actualidad habitan las islas Marianas en completo estado primitivo, nos hemos persuadido que el coco resume la satisfacción de lo necesario y de lo supérfluo, siempre en relación con el estado del que lo consume.

! VI.—Que trata del equipo de Cecilia VII.—Que trata de dos traidores VIII.—De la reunión que los próceres de Sarrió celebraron en el teatro con asistencia del cuarto estado IX.—Historia de una lágrima X.—De la gloriosa aparición de «El Faro de Sarrió» en el estadio de la prensa.

686 Adjetivos para describir  estada