25 colocaciones para desecho

Mi mujer tiene un primo confitero, que nos da el caramelo de desecho, el almíbar que se quema y toda la confitería que se pasa de punto...

Su Bolsa era el Rastro, donde parece que reviven las anécdotas de cien generaciones en los desechos y barreduras de las mismas.

Se compraron muchos caballos de desecho del ejército francés, vendidos por defectos de poca monta.

La blasfemia, el asesinato, el abortivo, la sangre, la sombra, la formacion de un caos de los desechos de la desorganizacion social.

Un poco antes de que Alvarito Sánchez de Mendoza entrase en casa de Chipiteguy, el trapero había comprado varias figuras de cera de desecho que vendía un señor David, Curtius para el respetable público, dueño de un gabinete de figuras ceroplásticas que pasó por Bayona.

Por fin, después de recorrer todos los arrabales exteriores y las cuadras de la ciudad, lograron obtener a precio muy alto dos cuartagos de desecho, veteranos del trabajo de arrastre, cuya presencia infundía 19 veneración y un vivo deseo de andar a pie.

Era don Bernardino uno de estos jóvenes fatuos, que han frecuentado siempre los vestuarios de los teatros en busca del desinteresado amor de una bailarina, sin encontrarlo jamás, y que acaban por creerse adorados de una especie de desecho del mundo, que les hace pagar el vidrio como si fuera diamante; galanes que se creen hermosos y discretos y valientes, y junto á los cuales no se puede estar un minuto sin sentir desprecio ó cólera.

A nuestra llegada, anunciada con gritos y silbidos, aparecieron algunos hombres en pechos de camisa, á la usanza de Tierracaliente, con chanclas hechas de desechos de botas y botines, mangas de camisa remangadas, brazos velludos, cabezas alborotadas y rostros tostados por el sol y por el whiskey.

Aún recordaba ella, como si fuera ayer, cuando lo compraron en el mercado de Sagunto, pequeño, sucio, lleno de costras y asquerosidades, como un jaco de desecho.

Hay millares y millares de mequetrefes y charlatanes en el mundo, formados de la misma mescolanza de desechos, andrajos y cosas inútiles que entraban en su composición.

El ruido del ómnibus sobre el desigual piso de las calles, la subida a la fonda por angosta escalera, el aposento y sus muebles de mal gusto, mezcla de desechos de ciudad y de lujos de aldea, aumentaron aquel frío invencible y aquella pavorosa expectación que la hacían estremecer.

(Sale Bardolfo.) ¿Y es posible que haya vivido yo para ver el día en que habían de llevarme en un canasto como un montón de desecho de carnicero, y arrojarme al río?

Ya te lo he dicho: en barbaridades, en mujeres de desecho, en mamarrachadas de habanero cursi, en francachelas con toreros de invierno y chulas de la peor especie..., en todo lo más bajo y soez que puedas imaginarte... y en jugar.

Veíasele ordinariamente trotando como un potrillo a los talones de su madre, ataviado con un par de polainas de desecho de su padre, que con gran dificultad procuraba mantener en alto sujetándolas con una mano, como llevan las señoras elegantes su cola en el mal tiempo.

Pero el mayor regocijo provenía de un grupo de figuras ridículamente vestidas de uniformes viejos, que parecían comprados en alguna feria de andrajos militares o hurtados de algún receptáculo de desechos del ejército tanto inglés como francés.

«Venga todo eso, y al fresco, caballeritosañade el ganaderoque vuestro próvido sastre os vestirá gratis el año que viene, mientras yo tengo que arreglarme con vuestra ropa de desecho.

Daba gana de echar a algunas de ellas una limosna, para calmarles las angustias del estómago, o un sombrero de desecho para sustituir la ruinosa chimenea, y a todas un asidero para sostenerse, sin rodar hasta el monte, en la postura violenta en que yo las veía.

Se iban acumulando en el organismo las substancias de desecho y esto tenía que engendrar productos de oxidación incompleta, el ácido úrico sobre todo.

Las torres blindadas estaban oxidadas, lo mismo que las cureñas; los cañones de largo alcance, pintados de rojo y hundidos en la hierba, parecían tubos de desecho.

Los varones, con los desechos de la ropa de su padre que yo les arreglo, van tirando.

Como tampoco duda, antes confirma terminantemente, lo que ya sabíamos por Manolo Casa-Vieja: que era muy avara; pero, según la marquesa, avara de la peor especie: tenía el vicio del trapicheo, y media docena de comadres negociando de su cuenta, por las casas de vecindad, sus vestidos de desecho y hasta los trastos de la cocina.

Cátate al señor de Aldao adquiriendo de lance en Pontevedra la mayor cantidad posible de vidrieras de desecho, para armar un invernáculo barato, atestado de las ya insufribles y acartonadas begonias.

Por amor suyo la desecho.

» Y con el apetito excitado por el ejercicio violento, engullía el pan duro, las judías averiadas, el bacalao putrefacto, todos los víveres de desecho que la hacendosa mujer buscaba en las tiendas para mantener a la familia con poco dinero.

Comenzaba el ajetreo por el acopio del «boquible,» como él decía, para la «obrerada:» bacalao de desecho, medio podrido, y una oveja sarnosa de su rebaño en aparcería; y si no había oveja de estas condiciones, una becerruca azurronada y á punto de morirse de ruinera, que nunca faltaba en casa de un aparcero ó en la suya propia.

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