40 colocaciones para golosina

El Cura se pasmaba de aquellos mis afanes, y más con la mirada y con el gesto que con palabras, me daba a entender lo satisfecho que estaba de ; Neluco no me perdía de vista un momento, y parecía entusiasmado con los nuevos fervores míos, los cuales estimulaba con tentaciones de otras golosinas, que al fin me hacía tragar con su diabólica estrategia.

En sus últimos días experimentaba antojos y tentaciones de golosinas que el médico le prohibía.

Contrastaba con la frescura de esta golosina la exaltación, la flamígera viveza de sus ojos negros, que tan pronto resplandecían con súbito rayo, tan pronto se abatían con lánguida pereza.

Estás que parece el espíritu de la golosina, de puro desmedrado.

Rica, dame un beso, y toma un bocadito de estas golosinas.

Apenas instalada en él, me dio mi tío una bolsa de golosinas para confortarme, y se sumió en la lectura de un nuevo diario.

A los muchachos les llené los bolsillos de golosinas; iban contentísimos.

Delante del escaparate de una confitería nueva, la más lujosa de Vetusta, un grupo de pillos de ocho a doce años discutían la calidad y el nombre de aquellas golosinas que no eran para ellos, y cuyas excelencias sólo podían apreciar por conjeturas.

El mejor es el que hacen las monjas, que suelen tener muy buenas manos para toda clase de golosinas: yemas, jaleas, almíbares, «Et tous ces mets sucrés en pâte, ou bien liquides, dont estomacs dévots furent toujours avides».

Hoy mismo, muchas señoras de posición las comen como golosina en la ópera y otros sitios; la mujer de Sancho Panza las mandó como regalo a la duquesa, y son el asunto que tomó Don Quijote para su discurso a los cabreros sobre los goces e inocencia de la edad dorada y la felicidad pastoril, en que ellas eran la base de la cocina.

En el Casino tuvo que picar algo en la conversación general, aludido de intento por Bermúdez; y más aún que en la conversación, en la golosina que irradiaban en aquel antro desabrido, los ojos y la silueta de la hechicera sevillana; porque Leto, al fin y al cabo, era mozo de buen gusto, y mujeres de aquel arte que le miraran a él con el interés bondadoso con que le miraba Nieves a menudo, no habían pasado ni pasarían jamás por Villavieja.

Muy raro era que Lita no quisiera que le contaran un cuento, porque prefería los cuentos a las golosinas, a los juguetes y hasta a los libros de estampas.

Los más audaces, mientras rumian el regalo, marchan detrás del generoso dispensador de tales golosinas y le topan continuamente en la espalda para que se vuelva y repita el obsequio.

» Açucar de confites debió de ser como el de pila, unos piloncitos como bellotas grandes, especie de golosina que se traía en escarcelas ó pequeñas cajas de grajea.

Una mesa, espléndida de golosinas y manjares, se pone desde el toque del Angelus; pero nadie puede sentarse á dicha mesa, sino después de las ocho de la noche y de las oraciones en sufragio del alma del finado.

Y don Miguel se empeña en que si se ha de hacer reír a las gentes debe ser no para que con las contracciones del diafragma ayuden a la digestión, sino para que vomiten lo que hubieren engullido, pues se ve más claro el sentido de la vida y del universo con el estómago vacío de golosinas y excesivos manjares.

Jamás me perdonó el desacato para con el gran santo portugués, y me lo hizo expiar duramente excluyéndome de las golosinas y primores que solía hacer á menudo, aunque para ser verídico debo confesar que casi siempre lograba yo burlar su vigilancia.

De estatura mediana, gruesa por falta de ejercicio y exceso de golosinas y mate dulce, parecía bajita y esto le afeaba un tanto el cuerpo que, más esbelto, hubiera resultado gracioso.

Ora entornaba los párpados con desmayadizo temblor, como si respirara un perfume doloroso; ora los abría desmesuradamente; y resumiendo, a la vez, su boca de carmín, parecía ofrecerla a un galán imaginario, como confitada fresa, como incitante golosina purpúrea.

Pero quien primeramente me enseñó el alfabeto, mi primer maestro, fué una mujer, doña Jacoba Tellería, quien estimulaba mi aplicación con sabrosos pestiños, bizcotelas y alfajores que ella misma hacía, con muy buen gusto de golosinas y con manos de monja.

Afortunadamente, Íchabod Crane no estaba tan apurado como su historiador, y dispensó grandes honores a todas estas golosinas.

Sopa de almendra, besugo, pavo, ensalada de lombarda cocida, infinidad de golosinas, para el centro de la mesa un castillete de guirlache, y para que fuese todo bien regado, Valdepeñas y Champaña de a doce reales botella.

* * * * * Una revista, pasada a las joyas y telas bordadas del ajuar de la señora, puso término a una visita en que invertimos más de tres horas de reloj, volviendo a casa cargados con multitud de golosinas, de que nos llenaron los bolsillos, como testimonio comestible de la honra que les acabábamos de dispensar.

En la niñez por la golosina, en la mocedad por la lascivia, en la varonil edad por la voracidad y en la vejez por la vinolencia.

A una de éstas, la Nicolasa, la cortejaba, sin pecar, D. Ferrante, por lo que el Duque puso coto a sus visitas a Palacio; y el Prete había tomado por su cuenta a la morita, a quien obsequiaba, como a los niños, con golosinas, y para que no recelase la señora la llamaba hija y decía que sentía por ella cariño de padre.

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