333 colocaciones para novelas

Leímos al mismo tiempo los dos Rob Roy, Ivanhoe y Quintín Durward, y hablamos mucho de los personajes de las novelas del gran escritor.

estaba señalada por una serie de travesuras y mañas chistosas, por una fecundidad tan grande en trazas para sacar al prójimo su dinero, que lo hicieron digno émulo del Lazarillo de Tormes, El pícaro Guzmán de Alfarache y otros héroes famosos de la novela española.

Estas niñas románticas, cuya cabeza ha podido exaltar la lectura de novelas, no reparan en clases ni en dinero; éste podrá ser su yerro; enamóranse de un hombre sin preguntarle quién es; ésta es su imprudencia: si sale pobre, verdad es, nada les arredra, y en las aras del amor sacrifican su porvenir; mas si sale rico, como ya están enamoradas, por esta sola circunstancia no se desenamoran.

[Nota 5: Personaje central de Noli me tangere, donde el autor de la novela tal vez quiso personificarse.

Digo, Matilde, que es usted una hembra extraordinaria ... una verdadera heroína de novela ... y arrojándome a sus pies protesto.

Después del autor de best-sellers Stephen King, Frederick Forsyth, un maestro británico de la novela de suspenso, también decide probar suerte con una experiencia digital, con el apoyo de Online Originals, una editorial electrónica en Londres (Reino Unido).

Bajo la luz violácea del amanecer ó al resplandor juvenil de un sol recién nacido, fuí escribiendo los diez capítulos de mi novela.

Buscadores de oro, piratas, aventureros, indios, los más diversos tipos sou los protagonistas de las novelas de London, que hacen desfilar ante los ojos del lector un mundo completamente nuevo.

Sus novelas, su colección de novelas... De acuerdoreplicó la abuela, contrariada por encontrar una tacha en su pájaro raro.

Ha sido, pues, una coincidencia, para harto desagradable, la semejanza ó analogía del asunto de tan aplaudido drama con el asunto de mi pobre novela.

La había visto, como en una página de novela, regando sus claveles en el balcón; se llamaba Cándida, era pequeñita y rubia, habitaba una casita cubierta de enredaderas y me recordaba por la gracia y por lo airoso de su cintura, todo lo que el arte ha creado más fino y frágil: Mimí, Virginia, Julieta...

Posible será que, apoyados en esto mismo, y volviendo por pasiva sus antiguas censuras, le nieguen algunos alcance y transcendencia, y hasta le disputen el título de novela.

Después de la publicación de mi segunda novela Sanguine sur toile, recibí un mensage de un amigo que había perdido de vista desde hace más de veinte años.

Sobre tal contraste, que da lugar a escenas emocionantes y en que se mueven personajes intensamente humanos, se funda el argumento de esta novela, acerca de la cual no diremos nada más para no malograr la conmoción honda y sincera que ella produce en el ánimo del lector.

En cambio, la acción de la novela no reconoce limites; es infinita, como la del cinematógrafo, y puede componerse de tres ó cuatro historias diversas, que se desarrollan á la vez, y al final vienen á confundirse en una sola; puede tener por escenario los lugares más diversos de nuestro planeta.

Lope, por su parte, siempre se manifestó dispuesto á confesar los méritos de su pretendido rival, como se desprende de dos pasajes de La Dorotea, de la dedicatoria de sus novelas y de El Laurel de Apolo.

EL AUTOR PROLOGO Publiqué el primer tomo de esta novela, en la Imprenta Literaria de don Lino Valdés a mediados del año de 1839.

Antonio González, lector incansable de novelas en varios tomos, creía en Juan Ort y otros personajes igualmente interesantes que venían á acabar su existencia en una tierra donde á nadie le preguntan su pasado.

Algunos números de libros se reservan para más tarde, por ejemplo el número 1984 (eBook #1984) para la novela epónima de George Orwell, publicada en 1949, que aún está lejos de pasar al dominio público.

Pedro Sánchez ha parecido, no ya a la masa de los lectores, sino a los críticos más agudos y perspicaces, la más novela entre las novelas de Pereda, la mejor compuesta y aderezada, la más grave y madura en el pensamiento, la más apasionada en los momentos de pasión.

De donde resulta el que haga moverse a sus personajes como máquinas o como víctimas fatales de dolencias hereditarias y de crisis nerviosas, con lo cual, además de decapitarse al ser humano, se aniquila todo el interés dramático de la novela, que sólo puede resultar del conflicto de dos voluntades libres o de la lucha entre la libertad y la pasión.

Porque todo eso es muy vago... Esos hallazgos de hijos parecen cosa de novela...».

En frente una escena de novela de Feuillet; caza también; pero sin garza, ni azor, ni señor feudal: un rincón del bosque, una dama que monta a la inglesa, y un jinete que le va a los alcances dispuesto, según todas las señas, a besarle una mano en cuanto pueda cogerla....

Con usted, no podrá salir del paso con frases de novela.

En la prosa amena encontramos, primero la obra maestra de Cervantes, que no tiene igual en ninguna otra literatura, y que por sola vale tanto como una biblioteca entera de novelas.

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