36 colocaciones para rubio

Sobre todo, lo que llamaba mi atención de una manera particular, era su frente de un profeta, y que aun estaba coronada por espesos cabellos de un rubio pálido; era la mirada tranquila y dulce de sus ojos azules, que parecían estar contemplando siempre el mundo de lo ideal; era su nariz, ligeramente aguileña, y que revelaba una gran firmeza de carácter.

Era la chica una apuesta jóven de 22 á 24 años, sencilla, candorosa y muy servicial, de mediana talla, pelo de un rubio casi amarillento, cara ovalada, fina y sonrosada, ojos de un bello azul oscuro, grandes y tímidos, nariz delicada y preciosa boca.

se sentían inquietos ante su cabellera de un rubio subido, igual á la llama de una antorcha, y la fijeza algo insolente y dominadora de sus ojos claros.

Yo le conocí en Vevey... Pues vendría disfrazado; no es tan difícil teñirse la barba de rubio.

El barón se fijó desde luego en el joven de rubios cabellos é inteligente rostro, que observaba atentamente el castillo y sus alrededores.

Era un boxeador de lo más florido de Inglaterra; pero en aquel trágico lance no quiso Dios que probara su destreza en tierra de alfeñiques, y por suerte había allí media docena de focas del Cantábrico, que en cuanto vieron las furibundas manotadas del rubio coloso extranjero, empezaron á probar que la mar no cría puños de algodón.

La fraulein, de un rubio pajizo, regordeta, blanca y apretada de carnes, sonreía con ingenuidad, manteniéndose a distancia de la reja, a través de cuyos hierros manoteaban las fieras.

El lucro uníase á su afán de correteo sin objeto, y cargada con un cántaro tan grande como ella, iba vaso en mano por la playa de los baños ó pasaba audazmente por entre los lujosos carruajes que rodaban por el muelle, mirando á todas partes con sus ojazos soñadores, agitando la maraña de rubios pelos y gritando con su voz débil: ¡Al aigua fresqueta! sacada de la fuente del Gas.

La soledad y retiro en que vivía hasta que se vistiese de largo y recogiese en abultado moño su hermosa mata de pelo de un rubio de miel, la hacían más propensa á exaltarse y á soñar.

No puedo oír llorar a un niño declaró Travesedo, pasando su mórbida mano sobre la melenilla de Milagritos, de un rubio grisáceo.

De Cataluña he visto poca cosa, algunos mármoles jaspeados de Tarragona, por cierto pobremente presentados; los minerales de hierro de Celrá con sus rubios avenados de indudable porvenir, y paren ustedes de contar.

Pero no fué ninguna linda miss británica, de rubios cabellos y cuello de cisne la que despertó el entusiasmo amoroso de su alteza.

Saltaban en las sendas los pardos conejos, con su sonrisa marrullera, enseñando, al huir, las rosadas posaderas partidas por el rabo en forma de botón; y sobre los montones de rubio estiércol, el gallo, rodeado de sus cloqueantes odaliscas, lanzaba un grito de sultán celoso, con la pupila ardiente y las barbillas rojas de cólera.

Tenía unos veinticuatro o veinticinco años, los ojos muy claros, el pelo y el bigote casi blancos, de puro rubios.

La palidez marmórea de Águeda entre las ondas relucientes de sus rubios cabellos, se transparentaba en los profusos pliegues de su manto, y la luz de sus ojos incomparables brillaba allí como el fulgor purísimo de las constelaciones en el negro fondo de los abismos siderales.

Vista de espaldas a las luces eléctricas de las farolas y los escaparates, toda aquella arrogante hembra, con su traje claro de seda, destellaba chispas: de sus brillantes, de los plateados botones de su esbelto talle, de los hilillos de oro de sus encajes, de las peinetas sepultadas en los rubios bucles de su peinado, de los caireles de su sombrero verde, entre gasas y rizadas plumas.

El peluquín de doña Aparición, con bucles y sortijillas de un rubio angelical; su calzado estrecho; sus guantes claros de ocho botones; sus trajes de seda á rayas verde y rosa; sus abanicos de gasa azul, y el grupo de flores artificiales que prendía graciosamente su mantilla, nos daban harto que reir.

Una barba rizada y desaliñada envolvía las mejillas bronceadas con sus vellos rudos y enredados, y adquiría en las extremidades de la boca un matiz más claro y caía sobre el pecho en dos puntas de un rubio apagado.

Ese diminuto redondel de rubio metal, que fué en ciertos pueblos cuchillo ó cimitarra, como la zapeca china, antes de perder la hoja mortífera y convertirse en monedahermoso símbolo de su excelsa alcurnia,es el habitáculo misterioso de la voluntad de dominación de los hombres y los pueblos.

Obdulia ostentaba una capota de terciopelo carmesí, debajo de la cual salían abundantes, como cascada de oro, rizos y más rizos de un rubio sucio, metálico, artificial.

Agitábanse las rosas del sombrero y los falsos bucles de la cabellera, de un rubio escandaloso, con el impulso de sus risas.

Fisonomía bastante ajada, aunque no desprovista de belleza; pintado el rostro y teñidos de rubio los cabellos.

Y al decirlo, miraba al recién llegado al través de sus erizadas y salvajinas cejas, como el veterano al inexperto recluta, sintiendo allá en su interior profundo desdén hacia el curita barbilindo, con cara de niña, donde sólo era sacerdotal la severidad del rubio entrecejo y la compostura ascética de las facciones.

Estaba hablando el señor Goycochea, un vasco de ojos claros, membrudo, bajo de estatura, la cabeza cana y el bigote y la barbilla teñidos de rubio con cierto descuido que dejaba visible el blanco de las raíces capilares.

Cierto que tenía el cuerpo escultural, vivificado por venas azuladas que parecían serpear entre tibia carnosidad de rosas; mas su belleza estaba deslucida porque, teniendo el pelo tan negro como las bayas de la yedra, había dado en la estúpida manía de teñírselo de rubio lino.

36 colocaciones para  rubio