22 Metáforas para asesinos

¡Pero que me aspen si no le ajusto yo las cuentas á este senescal de los demonios por la manera que tiene de tratar á sus huéspedes! No, no, Simón, los asesinos son aquellos bandidos ocultos en el bosque de que te hablé antes.

Los asesinos no somos más que brazos, instrumentos que ejecutan las ideas de otros hombres.

El asesino de esa vieja debe ser un bribón muy resuelto para no haber vacilado en cometer su crimen en pleno día y en las condiciones más peligrosas.

Cuando vino la contestación correspondiente, yo estaba convencido ya de que el asesino era el cabo Gómez.

Vacilaron, y al fin obedecieron, porque todos los asesinos son cobardes y a la menor señal de energía se someten.

Tengo motivos para sospechar que el asesino ha sido mi cocinero.

¡El asesino montado y el muerto en la grupa del cuadrúpedo! ¡Es cosa rara!

Se pensó que el asesino fuese algún criado que intoxicaría al conde al servirle de cenar; que, impaciente, habría querido acabar de rematarle en el silencio de sueño de la casa, y que no hubiese podido efectuar el robo al sentir á la condesa.

Nuevo chasco, el asesino estaba á larga distancia, el preso era el colono: nuevo desengaño para no fiarse de suposiciones gratuitas, para no confundir la realidad con la posibilidad, y no alucinarse con plausibles apariencias.

¿Por quién? Según algunos, el asesino era un fenian.

El asesino es un filántropo.

Pues , los periódicos que contaron el crimen dijeron que el asesino era de una fuerza extraordinaria, que la mujer había acudido allá como quien va a una cita.

¿Manda el Evangelio que receis á Dios por ese hombre y por su linaje, cuando os está empobreciendo y esquilmando, y os tiene casi á punto de muerte? ASESINO 1.º ¡Oh Rey! somos hombres.

Y para que no me quedase la menor duda de que el asesino era el indicado, le hice comparecer ante , é interrogándole con esa autoridad paternal y despótica del jefe, me hice la ilusión de arrancarle sin dificultad el terrible secreto.

Mi asesino es lord de Clanbrassil, el favorito de la reina... ¡Ah! me ahogo... ¡Gilberto, véngame y véngate! (Muere.

Los asesinos de mi padre, fueron los monfíes de las Alpujarras.

» Y al oír esas palabras, mi corazón se moría de miedo dentro del pecho, y contesté: «No tal, señor; bien está que escribas una carta al pachá, al propio pachá de Tafilaltz; pero esa carta yo no la tomaré, ni iré a Tafilaltz, pues apenas llegase, y conocido mi mandado, los moros se levantarían contra y me darían muerte, o pública o secretamente, porque ¿no eran moros los asesinos de mi padre?

Los asesinos son una mujer, llamada Manuela Bernaola, y tres hombres, llamados Ignacio Cabezudo, el Feo y el Pequeño.

El asesino es un sembrador que recoge el mal; lo .

El asesino del rey Abul-Walid, el amante de su hermana la sultana Ketirah, el que se habia olvidado de su otra hermana María.

El epíteto unitario deja de ser el distintivo de un partido, y pasa a expresar todo lo que es execrado: los asesinos de Quiroga son unitarios; Rodríguez es unitario; Cullen, unitario; Santa Cruz, que trata de establecer la confederación perú-boliviana, unitario.

Buscaron mejor y dieron con un Lacenaire con su puñal, pero al lado de los Asesinos de Chipiteguy era un personaje ridículo.

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