Por esa influencia magnética que los ojos poseen y que todos han podido comprobar, nuestra dama no tardo mucho tiempo en volver los suyos hacia el sitio donde el joven vibraba rayos de admiración apasionada.

No tardó tres minutos en regresar con un paraguas viejo entre las manos.

El ingeniero y el comisario tal vez vendrían detrás de él ó tal vez tardasen horas.

»] [Nota 447: De esta famosa custodia dice Morgado (pág. 313 de su Historia de Sevilla) que Juan de Arfe tardó seis años en hacerla, y añade: «Tiene de altor tres varas y media, sin la Cruz de vna quarta que lleva por remate.

Ana tardó un mes en dejar el lecho.

Tardó unos instantes en darse cuenta de su situación.

Calló el huésped, y tardó un gran rato el Corregidor en hablarle; tan suspenso le tenía el suceso que el huésped le había contado.

¿Será acaso ese sueño un castigo a mi impiedad, a los impuros desórdenes de mi juventud? * * * ¡Cuánto tarda ese hombre que ha ido a Madrid! Me siento cada día más débil.

¿No hay por ahí nada que comer? La criada tardó unos segundos en contestar.

Pero si tarda un momento más en marcharse, le odiaré toda mi vida.

Pero tardaba años, tardaba siglos.

Eran las nueve menos cuarto: Pacheco aun tardaría cosa de veinte minutos...

El aspecto de las calles es triste y desolado, y donde quiera se ven ruinas que manifiestan cuánto ha tardado la ciudad en reponerse del terrible incendio que la devoró en 1799.

¡Cuánto ha tardado vuesa merced, señor padre!dijo sonriendo al cocinero mayormi señora madre y yo estábamos con mucho cuidado.

CAPÍTULO XI EN QUE SE SABE QUIÉN ERA LA DAMA MISTERIOSA Quevedo y Juan Montiño tardaron un largo espacio en llegar á palacio, no porque palacio estuviese lejos de la casa del duque de Lerma, sino porque para Quevedo eran largas todas las distancias.

En esto, y en suspirar y en llamar a los faunos y silvanos de aquellos bosques, a las ninfas de los ríos, a la dolorosa y húmida Eco, que le respondiese, consolasen y escuchasen, se entretenía, y en buscar algunas yerbas con que sustentarse en tanto que Sancho volvía; que, si como tardó tres días, tardara tres semanas, el Caballero de la Triste Figura quedara tan desfigurado que no le conociera la madre que lo parió.

El Señor no tarda su promesa, como algunos la tienen por tardanza: empero es paciente para con nosotros, no queriendo que ninguno perezca, sino que todos sean recibidos á penitencia.

Al siguiente dia, á poco mas de las once, viendo que aun no volvian los comisionados que habian salido en busca de víveres, resolví regresar al rio para embarcarme y proseguir mi viage; pero no tardaron mis tres indios en llegar tras de mi con algunas provisiones.

Callaban los amantes, esperando a que fuera otra vez de noche; pero como Amparo sospechase que la moza había mirado hacia el interior de la oscura estancia, salió y le dijo: «¡Cuánto tarda la señora!».

¡Lo que tarda en encenderse esta lumbre! DON EDUARDO.

De todos modos aquella era una esperanza, que Adela tardó en impartirle a su hermana de leche lo que tardó la madre en alejarse de su lado.

Este tardó un cuarto de hora en salir de su cuarto.

Pasados los golpes de hilaridad, aún tardaba su cara una buena pieza en volver á su color primero y á su normal aspecto de seriedad majestuosa.

Lo he visto comiendo en el Hotel de París con toda la vieja nobleza de Francia que viene á Monte-Carlo para consolarse de lo que tardan en volver sus antiguos reyes.

El joven diplomático conquistó de tal modo el afecto de Baselga, que éste no tardó en considerar como necesaria su amistad, haciéndole partícipe de todos sus secretos.