168 oraciones de ejemplo con a tratar
En los Ablativos no tienen el tac, tca; pero tienen el sum todos estos Pronombres, de que volven a tratar en otro lugar.
Y comenzó a tratar el asunto con una franqueza que desconcertó al inglés.
Y pues ya llega la noche, y destas alabanzas no puedo salir menos que callando para encarecellas, dejemos para mañana lo demás;bajándose del terrado a tratar que se aderezase la cena, y a salir un poco por la ciudad a su insigne Alameda, que hizo y adornó con las dos colunas de Hércules el Conde de Barajas, asistente de Sevilla, y después, de Castilla dignísimo presidente.
Salúdale, y saludóme; pregúntele dónde iba, y después que nos pagamos las respuestas comenzamos a tratar de si bajaba el turco y de las fuerzas del rey.
" 439 Volvieron al parlamento a tratar de sus alianzas, o tal vez de las matanzas, y, conforme les detallo, hicieron cerco a caballo recostándose en las lanzas.
LA ABEJA Y LOS ZÁNGANOS A tratar de un gravísimo negocio Se juntaron los zánganos un día.
Desde luego pensé que iba yo a tratar con un hombre de mal carácter.
Sacó el cuerpo mi don Quintín; pretextó ocupaciones; se negó a tratar del asunto, como no fuera en los periódicos; pero Agustín perseveró en la empresa, y... la curiosidad pudo más en el ánimo del improvisado escritor que las censuras de la Iglesia.
Había hecho juramento de no volver a tratar con animales.
Yo soy moro de paz, amiga mía, y vengo aquí a tratar la cosa por las buenas.
x Fortunata no sabía qué decir, ni qué cara poner, ni para dónde mirar; tanto la asustaba y sobrecogía la presencia de la respetable dama y la presunción del grave negocio que en aquella conferencia se iba a tratar.
Ahora se va a oír siete misas lo menos... y a tratar de tú a la Santísima Trinidad.
Hubo más; aunque tradicionalmente el Espolón venía siendo patrimonio de sacerdotes, magistrados melancólicos y familias de luto, como algunas señoras notasen que el Paseo de los curas era más caliente que todos los demás, comenzaron en tertulias y cofradías a tratar la cuestión de si debía trasladarse el paseo de invierno al Espolón.
El silencio de don Fermín y su mirada a las estrellas indicaron a la dama que se iba a tratar de algo grave.
Es usted un mentecato y un hablador insustancial ¿Cree usted que asuntos tan serios se vienen a tratar al café?
Todo esto me lo figuraba yo con tal viveza y lo veía con tal hermosura, que, no lo dude Vd., si yo llego a ver y a tratar a esas mujeres de que Vd. me habla, lejos de caer en la adoración y en la locura que Vd. predice, tal vez sea un desengaño lo que reciba, al ver cuánta distancia media de lo soñado a lo real y de lo vivo a lo pintado.
A tratar cada uno de lo que importa... y a liar cigarritos....
Y era lo peor del caso que, por más que la Tribuna quería echar mano de su oratoria, que le hubiera venido de perlas a la sazón, no encontraba frases con que empezar a tratar del asunto más importante.
Estremecióse de placer don Manuel Pardo viendo al sobrino entrar en su despacho una mañana, con la expresión indefinible que se nota en el rostro y continente de quien viene a tratar algo de importancia.
Recuerdo, como si fuese ayer, las circunstancias en que fui tomado y voy a tratar de pintarlas, no con la pretensión de hacer un cuadro sino con la intención de presentar una escena de nuestros campos, vulgar y corriente en tiempos no lejanos, pero hoy ya casi exótica, debido a las exigencias de la vida.
) ESCENA II OLIVARES, QUEVEDO QUEVEDO De la corte de Sicilia soy a esta corte enviado... 2225 OLIVARES A tratar cosas de estado y no asuntos de familia.
Por eso —respondió el del Bosque— dicen que la codicia rompe el saco; y si va a tratar dellos, no hay otro mayor en el mundo que mi amo, porque es de aquellos que dicen: "Cuidados ajenos matan al asno"; pues, porque cobre otro caballero el juicio que ha perdido, se hace el loco, y anda buscando lo que no sé si después de hallado le ha de salir a los hocicos.
Aquí le deja Cide Hamete Benengeli, y vuelve a tratar de don Quijote, que, alborozado y contento, esperaba el plazo de la batalla que había de hacer con el robador de la honra de la hija de doña Rodríguez, a quien pensaba enderezar el tuerto y desaguisado que malamente le tenían fecho.
— Yo así lo creo —dijo don Juan—; y si fuera posible, se había de mandar que ninguno fuera osado a tratar de las cosas del gran don Quijote, si no fuese Cide Hamete, su primer autor, bien así como mandó Alejandro que ninguno fuese osado a retratarle sino Apeles.
Yo me arriesgaré a tratar con mi tía, que es el jefe de la familia, pero antes conviene tantear a la de Rumblar, a ver qué tal se presenta.