3344 oraciones de ejemplo con acento

Y la Casiana, afilando más su cara caballuna, hasta darle proporciones monstruosas, dijo con acento de compasión lúgubre: «¡Pobre Don Carlos! Está más loco que una cabra».

Te lo diré de una vez para que te hagas cargo: necesito un duro... ¡Un durro!exclamó Almudena, expresando con la súbita gravedad del rostro y la energía del acento el espanto que le causaba la magnitud de la cantidad.

¿Cómo has entrado en Francia?preguntó él, sin hacer caso de su acento doloroso.

Después se desmayó; volvió en , abrió los ojos que ya cristalizaba la muerte y pronunció con acento ininteligible estas palabras: ¡No ha venido!

Venturita le dijo con acento picaresco: Ahora, pon debajo quién es.

¿Queréis dejarme en paz?—les respondió ella en voz baja también, mas con acento iracundo.

Al mismo tiempo que nace en nuestra alma un sentimiento de simpatía hacia cualquier persona, nace el deseo de expresársela; y este deseo satisfecho, es el mayor de los placeres... ¡ será! ¡ será!—respondió ella con acento de profunda convicción.

(Con grave acento uno y otro, dando a sus declaraciones gran solemnidad.)

(Con acento grave, retirándose más.)

Siguióla Amaury con los ojos, y así que la perdió de vista tomó con dulzura la mano de Magdalena, exclamando con acento apasionado: ¡Ya nos han dejado solos, siquiera sea por un instante! Aprovechémoslo, Magdalena: mírame, dime que me amas, pues a ser sincero, desde que he visto a tu padre tan transformado, voy dudando ya de todo.

Señor de Avrignycontestó Amaury con acento en el cual vibraban a la vez el amor filial y el orgullo herido.

¡Qué es eso!repuso el padre de Magdalena con acento más tranquilo, pero más mordaz todavía.

Pero, querido tutordijo Amaury con acento conmovido,creía yo que la costumbre de verme a su lado y de llamarme hijo le había hecho ya considerarme como individuo de su familia, o por lo menos como digno de ingresar en ella.

Y al pronunciar Antoñita estas palabras era su acento tan grave y revelaba tal resolución, que Amaury quedó asombrado al oírla.

efectivamente, Amaury pronunció estas palabras con tal acento de pasión, que Magdalena sintió estremecerse todo su cuerpo.

¿Cómo está Magdalena?preguntó Amaury con anheloso acento.

Salú, don Isidrodijo con acento andaluz.

que se estremecía ligeramente su mano entre las mías; observé en sus labios una ligera contracción, que me pareció el acento de una nueva sonrisa; y un instante después inclinó su cara hacia , y hundió la cabeza entre los rizos de oro que le formaban una aureola esparcidos sobre la almohada.

le dijo; yo tengo por costumbre el no ocuparme sino de los asuntos de mi profesión: sin embargo, hay tal acento de verdad en vuestras palabras, y estoy ahora tan convencido de que lord William vive, que me decido a tomar mano en vuestra causa y la suya.

Ze le conocía enzeguidita por el acento.

Saleta no lo advierte, o finge no advertirlo, y continúa con la palabra firme y sosegada y el acento gallego que le caracterizaban: Después perdí enteramente el miedo.

, pues, de mi tarjeta, me avancé hacia el coronel, esperé hábilmente que un feliz golpe de colmillo hiciera llegar el clavo de la hebilla al agujero ansiado y, si bien con correcta dignidad, con acento afable, dije al guerrero en reposo: ¿El señor presidente está visible?

¿No le hace a usted, señor ministro, me dijo con un acento especial, un curioso efecto pasearse con un hombre al pie de su propia estatua? A la verdad, señor, "es un caso original, que no me ha ocurrido nunca".

Y siempre grave, con ademán pudoroso, la virgen rubia é inabordable, criada entre la pillería de la playa, contó á su hermano una historia escabrosa, empleando los términos más crudos, como mujer que lo sabe todo, pero con tal pulcritud de acento, que las palabras más duras parecían resbalar por sus rojos labios sin dejar rastro alguno.

Lelia se revuelve con acento inspirado, aunque colérico, contra los egoísmos y sinrazones de la sociedad.

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