374 oraciones de ejemplo con centeno

Mas duróme poco, que en los tragos conocía la falta, y por reservar su vino a salvo, nunca después desamparaba el jarro, antes lo tenía por el asa asido; mas no había piedra imán que así trajese a como yo con una paja larga de centeno, que para aquel menester tenía hecha, la cual, metiéndola en la boca del jarro, chupando el vino lo dejaba a buenas noches.

Para poder dar una completa idea de la inmensa cantidad de oro que atesoran los terrenos de esta provincia, citaremos el informe emitido, al tratar de este particular, por el ingeniero inspector del ramo de minas D. José Centeno.

cena **** escena; comida que se toma por la noche cencerrar **** sonar insistentemente una campana pequena cenidero **** cinta, cordel cenido **** cenir: rodear a la cintura; atar centellas **** centella: rayo; chispa centeno **** trigo; "otrosy toma de la farina del centeno libra media" (Suma de la flor de cirugia [s. XV]; DETEMA I, 298).

cena **** escena; comida que se toma por la noche cencerrar **** sonar insistentemente una campana pequena cenidero **** cinta, cordel cenido **** cenir: rodear a la cintura; atar centellas **** centella: rayo; chispa centeno **** trigo; "otrosy toma de la farina del centeno libra media" (Suma de la flor de cirugia [s. XV]; DETEMA I, 298).

[séreials] Cereales ó planta ó frutos farináceos como el trigo, centeno, cebada, etc..

Autoricéle para que se despachara a su gusto, y se satisfizo con medio pan de centeno y un cuarterón de queso ovejuno.

Cultivaban hierba y centeno; las mujeres se encargaban de los campos durante el frío y los hombres emprendían la peregrinación á Bilbao en busca de los jornales fabulosos, de once reales ó tres pesetas, de los que se hablaba con asombro en el país.

La criada levantó la tapa de la masera, y don Mateo sacó un medio pan de centeno, bastante negro.

Deja la vía férrea el valle del Aube, sube raudo una pendiente y atraviesa luego una llanura pedregosa en que crece raquítico el centeno y en que de vez en cuando rompen la monotonía de la línea recta pequeños grupos de árboles desmedrados.

De un campo de centeno levantóse en rápido vuelo una alondra y se perdió en las nubes, mientras su alegre canto recordaba a Francisco la voz de purísimo timbre de la señora Liénard; entonces, en medio de su ensueño, la idea de ver a la joven en Rosalinda, filtró dulcemente en su alma una emoción profunda, tan suave como la tenue claridad que la muselina de las nubes tamizaba.

Por la mañana había ido con Rafael a un castañar en busca de hoja para lecho del ganado; después había estado en el molino limpiando centeno; así que comió tuvo que ir a la Formiga, lugar bastante alto de la misma parroquia, por un celemín de maíz para molerlo.

A un lado, y metidas en sendos cajones bruñidos por el uso, estaban las tres piedras moledoras que daban vueltas triturando el maíz o el centeno y arrojando por intervalos iguales un copo de harina en el cajón.

Centeno se alejaba... «Felipe».

Desde el pasillo, volvió Centeno apurado y dijo: «Para que usted no se aburra...».

¿Quiere usted otra cosa?preguntó Centeno al traer lo que se le había pedido.

Centeno fue a la Costanilla a decir a Prudencia (alias Calamidad) que diera de comer a los pequeños, porque los papás no volverían a su casa hasta muy tarde.

Cuatro días después, según datos seguros, suministrados por la diligente observación de Centeno, estaba D. Agustín Caballero en el propio ser y estado que un convaleciente de enfermedad grave.

Una noche entró Centeno más satisfecho que de costumbre, y sin miedo fuese corriendo a donde el amo estaba para darle el siguiente parte: «Dice el médico que la señorita está fuera de peligro... que no ha sido nada, y que hoy le ha mandado que se levante».

En el cuarto que precedía al despacho, Ido y Centeno se comunicaban sus impresiones sobre los sucesos.

Al efecto, tengo intención de escribir una novela en la que, por medio de una acción no muy complicada, pero bastante dramática, trataré de presentar y aun resolver el siguiente PROBLEMA «Un cosechero recoge de sus fincas en los años ordinarios doscientas cincuenta fanegas de trigo candeal, noventa de centeno y treinta y siete de mijo.

Ahora bien, suponiendo que durante un año llueve una tercera parte menos que en los ordinarios, ¿cuánto trigo, centeno y mijo recogerá?

Luego bordeamos el campo de centeno que comienza a amarillear, poniendo un tono nuevo al eterno verdor... VOCABULARIO =Erectos.= Erguidos.

Métale un alambrecito con un hilo de púa, nomás; y después, ponga estacas de álamo de Italia o siembre centeno.

No así los trigos que se desarrollan con toda lozanía y el centeno norteamericano, cuya parcela es la más destacada de las sementeras.

EL AMIGO MANSO.EL DOCTOR CENTENO, primera parte.

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