33 Adverbios para describir cómo dioses

Pues la noche anterior había pasado algo por el estilo, al ver a la pobre novicia, a Sor Inés, caer en brazos de don Juan... ya veía el Magistral qué situación tan poco religiosa... pues bien, ella de una en otra, al sentir lástima de aquella inocente enamorada... había llegado a pensar en Dios, a amar a Dios, a sentir a Dios muy cerca... ni más ni menos que el día en que regaló a un niño pobre un globo de colores.

¡Pero allá, gran Dios, qué espectáculo!

que Dios quiera... Hasta mañana, pues... Vete, no despertemos sospechas, ya que la resolución está tomada...

Llevamos una comision secreta, que bajo la de la obediencia no podemos revelar, para el reverendo prior del convento de Andujar de nuestra misma orden, que es como veis de San Francisco, hijos mios; pensábamos haber caminado toda la noche, y haber llegado alli antes de la mañana; empero Dios que nos ha enviado esta agua, y los achaques de mi compañero, nos han obligado á pedir hospedage.

452 Se endurece el corazón, no teme peligro alguno; por encontrarlo oportuno allí juramos los dos: respetar tan sólo a Dios; de Dios abajo, a ninguno.

Allí la naturaleza canta á Dios eternamente.

11 Y todos los ángeles estaban alrededor del trono, y [de] los ancianos, y los cuatro animales; y postráronse sobre sus rostros delante del trono, y adoraron á Dios, 12 Diciendo: Amen: La bendicion y la gloria, y la sabiduría, y la accion de gracias, y la honra, y la potencia, y la fortaleza [sean] á nuestro Dios para siempre jamás.

Las ánimas no eran verdaderamente dioses más que en cuanto los vivos los honraban con un culto fiel, y la primera manifestación de ese culto era el darles alimento.

E hizo pregonar y anunciar en Nínive, por mandato del rey y de sus grandes, diciendo: Hombres y animales, bueyes y ovejas, no gusten cosa alguna; no se les pasto, ni beban agua; 8 y que se cubran de cilicio los hombres y los animales, y clamen a Dios fuertemente; y cada uno se convierta de su mal camino, y de la rapiña que [está] en sus manos.

Muchos emigrados sirios á quienes el deseo de hacer fortuna llevaba al Occidente estaban más ó menos unidos al judaismo, y los que no, permanecian fieles al culto de su ciudad, es decir, al recuerdo de algun templo dedicado á un Júpiter local, que era generalmente su Dios supremo, á quien daban algun título particular.

Tenían igualmente dioses para el amor, para la caza y la pesca, etc.

23 ¿Por ventura soy yo Dios de cerca [solamente], dijo el SEÑOR, y no Dios de lejos?

"Se cree muy frecuentemente que los dioses son, necesariamente y por definición, espíritus sobrenaturales.

Pero, aunque el cielo estaba estrellado, ¡qué obscura era la noche, y qué miedo la daba verse allí sola! No quiso pensar en eso, por no desfallecer cuando más necesarias le eran la serenidad y la energía; y encomendándose á Dios nuevamente, tomó la calleja que conducía á la llosa Grande.

El dios de la América Central, particularmente de los mayas, fué Ahulneb, el de la Cruz.

Llámesele El Padre, el Hijo, el Espíritu Santo, Dios, Cristo, la Virgen María, llámesele ángeles, santos o santas, son perfectamente dioses, semidioses, héroes.

La paz de la conciencia, la conciliación entre la razón y la fe, ya, gracias a Dios providente, no cabe.

La conmoción, justamente, lo que daba idea del asombro general, es ver a esas gentes renegar del Dios de sus padres públicamente, cínicamente, ante todo el mundo, únicamente porque hay una gruesa dote: tres millones».

¿Dónde está, pues, esa mentalidad, propia de la época, y que tan resueltamente prohibe, no ya seguir una religión positiva, sino creer en Dios racionalmente?

La virtud, sea a lo pagano, sea a lo cristiano, es una cualidad irreductible a lo moral, es un don de los Dioses o gracia de Dios, respectivamente; es el heroísmo o la santidad, la extremada soberbia o la extremada humildad.

Pero hízolo y rodeólo Dios, que lo gobernaba, regia y sabia todo, muy mejor que él ni otro pudiera desearlo ni pedirlo, como constará por la que más referiremos.

¡Está de más el perro! Por Dios, Eugenia, siquiera hasta que tengamos un hijo...

Durante muchos siglos esta religión veneró con sencillez los dioses de la mitología japonesa, de que ya hablamos, únicamente por ser padres del Japón; mas al despojarse el Mikado de su poder político para cederlo á los Shogunes, fué extremando su autoridad religiosa en su retiro de Kioto, convirtiéndose finalmente en una especie de pontífice, que confirió la dignidad de altos sacerdotes á sus cortesanos.

Jamás ha habido un corazón humano tan dispuesto a la devoción y a entregarse a Dios tan vivamente con todo su agradecimiento, como el mío al oír aquellas palabras; y puse en El de tal modo todo mi amor, que Beatriz se eclipsó en el olvido.

Colocóse la diosa cerca de Aquiles y pronunció estas aladas palabras: 170 «¡Sus, Pelida, el más portentoso de los hombres! Ve á defender á Patroclo, por cuyo cuerpo se ha trabado un vivo combate cerca de las naves.

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