Miróle largo rato, y luego compuso las flores que no le parecían bien colocadas, encorvando los alambres, o dando con breve toque de sus afilados dedos, gallardía y expresión a las corolas.

Instituyo por mi único y universal heredero, empezaba a dictar el Cardenal, cuando sonó leve toque en una puerta.

Me pregunté entonces cómo había hecho yo para permanecer en ella tan largo tiempo y cómo había sido posible que allí me consumiera sin morir; luego oí el toque de vísperas, y el tañido de las campanas, acompañado de mil recuerdos, me entristeció como llamado que era a compromisos severos.

Le llevó hacia la terraza y cruzaron las anchas avenidas del jardín donde las flores ponían toques de encendido color y donde las madreselvas llenaban el aire con su penetrante perfume.

Esta idea de su permanencia transitoria en la tierra, dió el último toque al efecto que el predicador había producido; diríase que un ángel, en su paso por el firmamento, había sacudido un instante sus luminosas alas sobre el pueblo, produciendo al mismo tiempo sombra y esplendor, y derramando una lluvia de verdades sobre el auditorio.

Alguna cofia de mañana, colocada sobre un pie de palo torneado, lanzaba un toque de colores vivos, de seda y oro, entre las alburas que cubrían aquel recinto como una capa de nieve.

BARTOLOME llamado DE SEGURA El toque casi fue del vencimiento, Tal es su ingenio, y tal es su cordura.

15 Al oír aquel toque y la copla que le siguió, el Papa levantó otra vez la cabeza, y nos miró con mayor interés y ternura.

PasÈ todo el dÌa inquieto y nervioso, escuchando el toque de la campanilla f˙nebre por todas partes.

Muchos esperaban el toque de mediodía para entrar en el comedor.

Acabo de darle los últimos toques a su alcoba de usted.

Sí, sí; Mingote hizo la contrata, y se ha encargado de los últimos toques, como dice él.

Un rato después el Canónigo le mandaba decir con un paje que volviera pasado el toque de oraciones.

Cuando en el barrio había un moribundo, tocaban en las campanas de esa iglesia el pausado toque de agonía, que llenaba mi pueril alma de terrores.

Me despertaba siempre al toque de maitines.

No toques m·s Juan, no toques m·s.

De su mano recibían flores y ramilletes el último toque.

La luna se dejaba ver á intervalos por entre los jirones de las nubes que volaban en derredor nuestro, rozando casi con la tierra, y las campanas de Trasmoz dejaban oir lentamente el toque de oraciones, como el final de la horrible historia que me acababan de referir.

Procuré distraerle, pero en vano: la campana lanzaba un tañido más fúnebre todavía y Fernando, que conocía aquel toque, me dijo que la enferma había dejado de existir.

Todas estas razones me incitan a pensar que el hipertexto no afectará fundamentalmente la manera de escribir de uno, bien proceda por toques, por impresiones, o asociaciones, y sea el que sea el soporte, creo que lo esencial se produce casi sin que el escritor se dé cuenta.

" "Mas una tarde, antes de abrir la puerta para entrar en su casa, dí el toque de contraseña y no me contestó; según lo convenido, me abstuve de entrar por temor de que se hallara enferma y en presencia de sus criadas, proponiéndome volver á los ocho días; pero tampoco fuí recibido.

El que discurrió este toque de campana á estas horas, era un artista de primer orden... ¡Cáspita! ¿Hacia dónde ha sonado? ¿Estaré, sin saberlo, cerca de Naya?

dobla el són monótono, dobla el toque funeral, y el Rey espectro su gozo refina en este sollozo, en este intenso suspiro que en su giro remeda el doble augural que va recordando al hombre de su existencia el final.

, sin embargo, con nuevos bríos, pero a puntada larga, es decir, enrareciendo los colgajos, porque ya se oía otra vez el toque de antes, señal de que se había puesto en camino lo que esperábamos, amén de que no andábamos sobrados de telas ni de «herrajes» para cubrir tantas paredes.

Seguía en su actitud indiferente y desdeñosa y entonaba, entre dientes, los toques de corneta que había estado oyendo durante todo el día.