50 oraciones de ejemplo con dirigirse a mí
¡Ahora te diré!e interrumpiéndome, gritó: ¡Angelina! ¡Angelina! ¡Ven acá! Y continuó, dirigiéndose a mí: Está, con Carmen.
Y dirigiéndose a mí: ¡Adelante, caballero! Dejó el libro en la mesa, un horacio antiquísimo, y vino paso a paso a recibirme.
agregó la anciana, dirigiéndose a mí.
Las chicas se detuvieron un instante, saludaron, y la rubia exclamó, dirigiéndose a mí: ¡Rodolfo! (con permiso de los señores)....
Lo que importa es dirigirse a Mí con el corazón limpio y la intención recta, como os ha dicho ayer vuestro capellán, que no habrá inventado la pólvora; pero, en fin, es buen hombre y sabe su obligación.
Porque túañadió dirigiéndose a mí, tendrás que hacer algo en tu cuarto... siquiera conocerle de vista; a más de que «hacienda, tu amo te vea...» y como hay noche larga por delante, tiempo nos queda de sobra para que vuelvas a la cocina a darte otro chamuscón, si te le pide el cuerpo...
¡Maldito borracho!murmuró.¡Pero es un Elsberg, es el hijo de su padre, y el diablo me lleve si permito que Miguel el Negro usurpe su puesto! Permanecimos en silencio algunos instantes; después Sarto, frunciendo las pobladas cejas y retirando su pipa de la boca, dijo dirigiéndose a mí: A medida que el hombre envejece cree en el hado.
Ahora, envuélvase usted en esta amplia capacontinuó Sarto dirigiéndose a mí,y póngase esta gorra de cuartel.
Me parece que debiera haber empezado por dirigirse a mí... Eso es la educación rudimentaria.
Guillermo rió sarcástico y encarose con la estatua: ¡Ah! ¡Parece que ya no gustáis tanto, Milady! ¡Parece que vuestra belleza está en el ocaso! Después, dirigiéndose a mí, habló con voz estridente, en que vibraba un odio feroz: ¿Comprendes?
Si he comprendido biencontinuó dirigiéndose a mí,querría usted saber cómo se distingue una solterona voluntaria de una forzosa, cuando ambas son de cierta edad...
Magdalenadijo dirigiéndose a mí,disminuya usted un poco sus relaciones con Francisca...
Caballo... Luego, dirigiéndose a mí, continúa: Son 20 pesetas tiradas...
El general, dirigiéndose a mí en latín, y diciéndome tu quoque, filia, me acusa también de complicidad y de provocación al delito.
, Sanjurjo (dirigiéndose a mí), ¿sabe usted por qué es todo esto?...
Este señor ha tomado algunas cañitas, ¿verdad usted? (Dirigiéndose a mí.
¡Caso extraño! Todos los que allí había, en vez de dirigirse a mí, se lanzaron hacia él y le sujetaron.
Dispense usted, caballerodijo dirigiéndose a mí,que le hagamos testigo de estas pequeñeces: confío en que nos guardará el secreto y no nos sacará a relucir en alguna comedia.
Escapa a mi memoria si mi actitud en aquellas circunstancias fué digna; sólo recuerdo que en el momento en que tomaba un cascote, sin duda para darle un destino contrario a los intereses positivos de mi vasco, ví a mis dos compañeros correr en dirección a "las casas" y al vasco de los melones despuntar por el vado y dirigirse a mí.
Dirigiéndose a mí, que me disponía a dejarle solo, añadió: No; espera ahí, tras el biombo.
Saludóme con grandes cumplimientos y me dijo: «Caballero, ha tenido usted fortuna en dirigirse a mí más bien que a otro.
Y dirigiéndose a mí
Díme, pues, mi amado Gil Blascontinuó, dirigiéndose a mí, díme algo de nuestra familia.
Sí, Santillanaañadió dirigiéndose a mí, a tu cuidado le entrego enteramente, muy seguro de que me darás buena cuenta de él.
Tenía los ojos inclinados, sin dar señales de atrevimiento, y decía entre suspiros: "¿Quién me ha impedido la entrada en la mansión de los dolores?" Y dirigiéndose a mí: Si estoy irritadome dijo, no te inquietes; yo saldré victorioso de esta prueba, cualesquiera que sean los que se opongan a nuestra entrada.