Oíanse en la trastienda ahogados martillazos, alguna canción femenina y el repiqueteo de unas máquinas de coser.

Pero no es culpa nuestra que la ciencia esté derribando a martillazos un día y otro tanto ídolo vano, la superstición, el sofisma, las mil mentiras de lo pasado, bellas las unas, ridículas las otras, pues de todo hay en la viña del Señor.

En la obscuridad de las bóvedas retumbaban los argentinos martillazos de los guerreros del reloj.

¡Sus pecados!dijo a media voz el Provisor, con los ojos clavados en la llama del quinqué¡si yo tuviese que confesarle los míos!... ¡Qué asco le darían! Y dentro del cerebro, como martillazos, oía aquellos gritos de don Santos: «¡Ladrón... ladrón... rapavelas!».

Aquellos martillazos estaban destinados a ella; aquella maldad impune, irresponsable, mecánica del bronce repercutiendo con tenacidad irritante, sin por qué ni para qué, sólo por la razón universal de molestar, creíala descargada sobre su cabeza.

Quintanar lo forró con bayeta negra, como un catafalco, y así clavaba, los martillazos apagados tenían una resonancia mate, fúnebre, de mal agüero, que llenaba de melancolía a don Víctor.

Era el mismo a quien vimos hace mucho tiempo, acaudillando la fiera cáfila que asesinó a martillazos al cura Vinuesa 21 en la cárcel de la calle de la Cabeza.

¿Y el bazar de los marroquíes, con su arquería blanca que reluce al sol, y sus moros de turbante y babucha, bruñendo cuchillos, tiñendo el cuero blando, trenzando la paja, labrando a martillazos el cobre, bordando de hilo de oro el terciopelo?

Las palabras aquellas le sonaban dentro de la cabeza como feroces martillazos.

Lleva en la mano un libro delgado; de cuando en cuando se para bajo una luz y lee un poco; otras veces se dirige a un carpintero que da fuertes martillazos y le dice: No, ese árbol no debe ir aquí.

Pues yo pensaba que esas redondillas tan vigorosas necesitaban grandes martillazos.

En tiempos del emperador Teófilo, el patriarca de Constantinopla vino cauteloso una noche, y á martillazos rompió las cabezas de los reptiles.

Reinaba un profundo silencio; sólo el silbido estridente de las locomotoras y los martillazos en los talleres de la estación del Norte, turbaban aquella calma.

Los engastes, que encontramos entre otras piezas de oro aparecían desfigurados a martillazos como para evitar su identificación.

Un hierro penetró entre la puerta y su jamba, a martillazos; por la abertura entró el extremo de un garrote; las tablas ligeras crujieron violentamente; de repente, con un estrépito terrible, cayó el sofá, el velador y la puerta al suelo.

El antiguo, por lo que supe más tarde, había sido roto a martillazos por las hordas feroces de 1793.

A cierta hora, sin embargo, cesó todo movimiento, si no es el de los centinelas que se paseaban cerca del fuego, y un ruido acompasado como de martillazos con que algo se clavaba.

¡Tantos martillazos como he recibido en él! Está visto que mi mal no lo curas tú ni todos tus colegas...

esa elegante oficina, pasa unos puentes, y el ruido, la llama y hombres como demonios, aturdiendo con sus martillazos en el yunque, le advierten que está bajo el dominio de Vulcano.

Era una rueda de tormento, máquina cruelísima, en la cual los bárbaros artífices arrancaban con tenazas una idea del cerebro, sujeto con cien tornillos, y metían otra á martillazos, y estiraban conceptos é incrustaban reglas, todo con violencia, con golpe, espasmo y rechinar de dientes por una y otra parte.

El martillo es la abstracción de cada uno de sus martillazos.

poco á poco, pero con fuerza, igual que si me la hubiesen claváo á martillazos; y no puedo deshacerme de ella, y me martiriza, y me azuza, y me tiene como sobre carbones encendíos.

Se apretó la cabeza con las manos, sintiendo como martillazos en las sienes, el latido de sus arterias.

Pero que te unas para toda tu vida con un inválido, ¡nunca, nunca! ¡Cómo sonaron estas palabras en el corazón de Nacha! Dos martillazos no le hubieran dolido más.

Los martillazos del arsenal sonaban cada vez más lentos: la gente del puerto callaba, siguiendo la marcha de la nave de Polyantho.