Diciendo esto, puse mi caballo a galope, y un minuto después llegamos adonde nos aguardaban el eclesiástico y su mozo.

Pues sepa usted que se lleva un buen mozo.

Y él, ¿entró por ese cuarto? Sí: es un militar, alto, buen mozo.

¿Cómo no sabes?dijo frunciendo su augusta frente el real mozo.

y se aproximaron a la mesa, mientras Castro hacía sonar el timbre para avisar al mozo.

Era mediano en todo lo aparente: en belleza, en elegancia, en estatura; mediano era también en ingenio; sólo en lealtad y en nobleza era grande aquel mozo.

Y eso que es muy buen mozo.

Llamaron al posadero y éste presentó una porción de obstáculos, adujo toda clase de pretextos, pero al ver el uniforme de Martín se avino a obedecer y mandó despertar al mozo.

Ya ve usted, no está el mozo.

Robledo se cruzaba con ellas, fingiéndose ciego ante sus violentas ojeadas y sordo á las palabras susurrantes en honor de su apostara de buen mozo.

Seguí á mis compañeros al interior del hotel, me senté con ellos á una mesa llena de esos refrescos que abrasan el cuerpo, y pasado un rato llamé al mozo.

No había poder, en el cielo ni en la tierra, capaz de acabar con este buen mozo.

Una palabrita nada más, diga una palabrita, y no volverá á estorbarle ese mozo.

Barret se enfurecía cada vez más con el mozo.

, y buscó en su memoria quién podía ser este mozo.

Conque, señores, vamos arriba, que de las cabalgaduras ya cuidará el mozo.

El, que vio esto, díjome: "Ven acá, mozo.

Hasta la vista, mozo.

Mientras tanto había vuelto el mozo.

Se burlaba de él; se reía a más y mejor de sus conclusiones luteranas, y después rebatía, con mucho acierto, los errores del mozo.

Humiante, soldado de Canipayú, tiene un mozo.

¡Ja, ja, ja! Veo que también conservas aquellas tus salidas chuscas de mozo.

No, señora, que es mozo.

CEL.o hijo, bien dizen que la prudencia no puede ser sino en los viejos: e tu mucho eres mozo.

" Procuremos prouecho mientra pendiere la contienda: e si a pie enxuto le pudieremos remediar: lo mejor, mejor es: e sino, poco a poco le soldaremos el reproche o menosprecio de Melibea contra el: donde no, mas vale que pene el amo, que no que peligre el mozo.