311 oraciones de ejemplo con optimismo

Pero cuando pensaban ya en qué castigo deberían imponer á Flimnap y sus compañeros, los párrafos obscuros y descorazonantes del profesor hicieron resurgir su optimismo y su bondad.

Pero olvidó su optimismo homicida, para añadir con cierta angustia: Lo que yo deseo es que me expliquen bien el tiempo de que puedo disponer para apuntar.

Ya que el señor Colignon terminó de sahumar el ambiente con aquel copioso rebase de optimismo, Belarmino quedó un punto en suspenso, temeroso de que su interlocutor solicitase por último el significado de la palabra bilateral aplicada al establecimiento de zapatería.

Aquel descubrimiento fatal rasgaba el velo de la credulidad, desvanecía el optimismo del cariño; la madre aparecía a los ojos del hijo tal como era, con toda su fealdad moral; y Juanito pensaba con rabia en su antiguo ídolo como el devoto que pierde la fe, y en la imagen milagrosa que antes le arrancaba lágrimas de emoción ve sólo un miserable leño.

El optimismo tornaba a apoderarse de su ánimo, como una reacción necesaria tras tantas horas de insufrible dolor.

Contra el pesimismo y el determinismo propios del naturalismo, Valera nos mostrará un mundo en el que la libre decisión y el optimismo alcanzan el triunfo.

, , era material o lo parecía, ¿por qué no? ¡Qué vana se le antojaba ahora a la Regenta la filosofía superficial del optimismo bullanguero, del espiritualismo abstracto, bonachón, sin sentido de la realidad triste del mundo! ¡Había infierno!

Ni honor ni dignidad se sublevaron en su alma ante aquel infortunio que por seguro diera; mas su pudor de tenorio padecía, y también el reciente capricho por la esposa que abandonó años enteros, ultrajada; la costumbre de su optimismo, aun le inspiró, soberbia, este desprecio:¡Bah! ¡Mujeres!... las hay siempre de sobra... Y como afirmación de aquella frase, una mujer apareció en la senda.

Los verdaderos inspiradores del eticismo fueron Kant y Emerson; Kant, por su ética y sin su metafísica, Emerson por su optimismo naturalista y sin su misticismo trascendental.

Decidido a tomar las cosas por el buen lado, pues goza el optimismo de la salud,

No podía hablar: sólo podía quejarse; y cuando su breve aliento le concedía el goce de un par de palabras, era para extraer alguna idea del inagotable depósito de su bendito optimismo, que en él hacía las veces de vida, las veces también de la salud ausente.

¿Cómo adherirse, formal y profundamente, a la infecunda tierra donde nacimos, sin ese confortador optimismo de la religión, que nos promete, calmando impaciencias y desalientos del presente, en pos de una vida de prueba y de expiación, la resurrección luminosa, la ansiada repatriación a las doradas tierras del cielo, cuna de nuestras almas y mansión donde nos esperan los muertos queridos y llorados?

Aquellos mismos hombres, que momentos antes charlaban y reían con esa sana alegría, inequívoco signo de fortaleza y optimismo, acordáronse todos, antes de separarse, de que eran hijos de una misma madre, la noble Albión, y de que debían, por tanto, sentirse hermanos en espíritu y corazón...

Consisten en la buena fe y en el fervor con que el Sr. Bellamy cree y espera en lo que profetiza con alegre y profundo optimismo.

Enjugaban sus preocupaciones con su gran simpleza y ese optimismo fiero, que hacía que su sombra, aun en las noches de luna, parecíase como recortada luz del sol en el paraje de las playas.

* * * * * Se sentía el optimismo de la vida en la Quinta porque había baluartes, frutas, hortalizas, gallinas que matar, patos en eterna salida de pista y constantes pavos parecidos a los viejas de los asilos.

En días sucesivos, como una lección de optimismo que no le dejó reflexionar, se acordó de aquella mañana primera.

En esto de apreciar el caudal de los ricos que viven con holgura, he notado siempre una tendencia á la hipérbole que produce grandes perturbaciones en la vida económica de la capital, por los grandes chascos que suelen llevarse las industrias y los comercios nacidos al calor de tan necio optimismo.

Mas las pueriles observaciones terminaban y caían en la punta de pararrayos de un optimismo contagioso.

¿Por qué aquel optimismo, que casi como un zumbido agradable de oídos, ó mejor como una sinfonía, le había acompañado por la calle de Alcalá arriba, ahora se había convertido en spleen mortal?

Volvió a besarle la mano, y después de acompañarle a entrar en el coche, subió el gran Urrea, más que gozoso, ebrio de entusiasmo y felicidad, porque las cosas se le deparaban mejor de lo que en los desenfrenos de su optimismo hubiera podido imaginar.

O Panglós, exclamó Candido, esta abominacion no la habias adivinado: se acabó, será fuerza que abjure tu optimismo.

¿Qué es el optimismo?

Fin de Candido, ó del Optimismo.

CANDIDO, Ó EL OPTIMISMO.

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