» 014:012 También le dijo al que lo había invitado, «Cuando hagas un almuerzo o una cena, no llames a tus amigos, ni a tus hermanos, ni a tus familiares, ni a vecinos ricos, porque quizás ellos podrían retornarte el favor, y recompensarte.

Dios... —¡Dios! No llames Dios á la lotería.

eso depende de lo que tú llames granujada.

No llamemos la atención de Mauricio y de Herminia con una conversación demasiado larga ...

No llames preocupación al horror que me inspiras.

Mi padre nunca habla de eso; mamá, con cuidarnos, tiene bastante; a Leocadia le gusta ir a la iglesia cuando hay grandes fiestas, a falta de otras más divertidas pero más costosas que le están vedadas; y en cuanto a mí... callo: no quiero que me llames herejote.

No, no me llames loco; porque me parece que haces risa de mí ó que me quieres engañar.

» Objetando que varios de estos animales eran impuros, le repuso la voz: «No llames impuro lo que Dios ha purificado.

No llames ya a nadiemanifestó Reynoso.

Muchacho, si es confesión lo que vas a hacer, mejor será que llames al padre vicario.

BERNABÉ.—No le llames fenómeno, por tu salú, que eso ya está mu desacreditao.

Se te puede comprar al peso, y eso que no debes pesar poco, a juzgar por las señales de que no quiero hacer mención porque no me llames pesado...

Te advierto que todas mis vanidades antiguas se han deshecho: no me importa que me llames mal poeta ni mal astrólogo.

No llames al médico,ordenó con debilitada voz Gastón.

No llames recio, no nos sientan los vecinos.

Toda la familia está en revolución por esa alta dama: tu yerno te la trae; yo te sirvo de criado... sólo falta que llames á tu hija para que la ayude á desnudarse.

Ojaláno me llames brutofueses una mujer de más bajas y materiales inclinaciones.

Pues no receles nada que te nuble; no llames a las penas ni hagas caso de sombras y fantasmas.

¡No le llames así! —Fué cosa tuya.

Ojaláno me llames brutofueses una mujer de más bajas y materiales inclinaciones.

¡No llames madre a esa mujer!

Mira, Mira, no me llames Fulgedice el filósofo á su mujer, cuando no les oye el chico.

Eso merezco yo, que me llames necia, porque mentí diciendo que merecias más.

¡Que noble mujer te llames, Cuando á tus brazos le admites, Y por tus balcones sale! Rindióte el poder; que como Es gobernador su padre, Te llevó la vanidad De ver que á Antioquía mande... LELIO.

Eso... y oro molido que me pidas, ¡qué carape! Yo te quiero más que tu tía, aunque me llames el tío Carape.