59 colocaciones para respiraciones

Permaneció todavía un instante escuchando á través de la puerta y le pareció oir como un vago rumor de respiración.

Muy magullada la pobre, herida, tenía arrancada parte de su fina cabellera, esto es, lo que constituye sus órganos de respiración, de absorción y aun de procreación.

No; en sus noches, ahora solitarias, mientras se dormía solo en aquella cama de la muerte y de la vida y del amor, sentía a su lado el ritmo de su respiración, su calor tibio, aunque con una congojosa sensación de vacío.

En seguida examinó al paciente con mano hábil y práctica en este género de operaciones; todo con tanta seguridad y destreza, que todos callaron, y sólo se oía en la pieza el ruido de la agitada respiración del paciente.

Isidora le abrazó y le besó tiernamente, admirándose del desarrollo y esbeltez de su cuerpo, de la fuerza de sus brazos, y afligiéndose mucho al notar su cansancio, el sudor de su rostro encendido, la aspereza de sus manos, la fatiga de su respiración.

Pero a los pocos segundos, notó o creyó notar que le faltaba aire para la respiración, y se estremeció de congoja: hizo frecuentes y largas inspiraciones para probar, y observó que cada vez hallaba más dificultad; trató de contener el aliento para economizar el aire, pero esto no hizo sino fatigarle más.

Dupont, en este silencio creyó oír el sonido de una respiración, el tenue remover de alguien tendido en el suelo.

Ulises se estremeció al sentir el firme contacto global de este pecho femenil, al aspirar el soplo de su respiración, brisa tibia cargada de lejanos perfumes.

El resto fué para ella el ultraje, para el pecadoese pecado hermano de la muerte; el pecado que nos acecha en cada latido de la sangre y en cada anhelo de la respiración.

En el silencio de la cámara, sólo el resuello de su respiración se escuchaba.

No prestan mucha atención a su guardián que les hace ronda toda la noche; pero si algo de insólito se produce, el silbido de su respiración se para: dos lucecitas rojas aparecen en la cabeza de cada elefante; y todos se despiertan y se ponen en guardia.

Pero tengo conciencia; antes que hacer daño á un padre de familia prefiero huir á tiempo, y me va tan ricamente con este sistema, que mientras los de mi familia han ido á morir faltos de respiración en la playa, yo escapo siempre, y aquí me han de caer las escamas de puro viejo.

Todos los matices del más variado arco-iris se suceden y desaparecen sobre su transparente piel, según los juegos de la luz y el movimiento de la respiración.

Corrió rápidamente hasta que la falta de respiración lo obligó a acortar el paso al entrar en la aldea, en la vuelta del camino, cerca de la taberna del Arco Iris.

El anciano temblaba de pies a cabeza; veía la silueta de aquel cuerpo vigoroso destacarse negra sobre el fondo claro de la ventana; veía los movimientos del pecho que subía y bajaba alternativamente, que silbaba y gemía como un volcán; sentía el hálito ardiente de la respiración de Roberto en su rostro.

Entonces vendría la lujuria del cariño, el no dormir para velarle, el contar los minutos para darle a su tiempo los remedios, el espiar el hervor de su respiración y el ardor de la frente y la transpiración de la piel; y los bajos oficios que a otras personas fueran repugnantes y que ella haría gozosa saboreando su triste y voluntaria servidumbre.

Parte, por dificultad de respiración, y parte, por incertidumbre ante la interrogación analítica.

Para abrirse al través de aquel muro el paso de la respiración, tuvo que colocar la puerta en un miembro casual que pierde con frecuencia: la pata.

A veces interrumpíase el estertor de su respiración con una tos seca, lanzando espectoraciones estriadas de sangre.

Ahora, bienreplicó el tobosino con cierta facilidad de respiración y palabra que antes no había tenido.¿Qué hora es? Las ocho.

Hubieran semejado dos estatuas de bronce, si no se hubiera sentido el resoplido de la fatigada respiración de los combatientes y si no se hubiera visto correr abundante sudor por sus encendidas mejillas.

Me encanta, porque da la completa ilusión de la vida, de la carne, de la respiración, de la buena y sana animalidad humana.

Sus ojos estaban encarnados, parecían arrojar el fuego de una calentura horrible, y su pecho de gigante se alzaba y se deprimía á impulsos de una respiración poderosa, que se exhalaba por su boca entreabierta y seca, produciendo un silbido ronco y débil, á veces un ruido semejante al de un hervor fatigoso; de tiempo en tiempo, á lo largo de los cortos miembros del tío Manolillo, corría una convulsión rápida, fuerte, instantánea.

¡Atención! ¿no oís los violentos latidos de un corazón que brinca y las inspiraciones de una respiración anhelante?

Octavio quedó un instante sin respiración.

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