54 colocaciones para retablos

este caballero generoso bienhechor de las religiosas de Madre de Dios, y con sus rentas se costeó la obra del retablo mayor de su iglesia, el cual comenzó á colocarse en jueves 11 de Octubre de 1703, como consta en un letrero que existe en el trono ú hornacina de dicho retablo, destinado al Santísimo Sacramento.

¡Bah! dijo Alonso, será que la beata encargada de cuidar del farol del retablo sisa á los devotos y escasea el aceite, por lo cual la luz, proxima á morir, luce y se obscurece á intervalos en señal de agonía; y dichas estas palabras, el impetuoso joven tornó á colocarse en actitud de defensa.

Al lado de la Epístola y propiedad de los Duques de Villahermosa está la capilla de los Santos Reyes; todas las pinturas del retablo honran sobremanera al artista, pero muy particularmente la de la Epifanía representada en el parage principal: es copia de otra de Rubens, ejecutada por Francisco Gimenez, natural de Tarazona: atribuyese la muerte de Bisquert, a la melancolía que le ocasionó el haber intentado en valde hacer igual pintura.

La capilla de Santiago, ahora templo parroquial, tiene un altar estilo Renacimiento, con dos cuadros, uno de la Virgen y otro del fundador, D. Francisco Antonio de Echávarri, capitán general que fué de Nueva España; las tallas de un retablo de las ánimas, de un San Judas y de una Soledad, todas son del dicho Santero de Payueta, cuyo nombre fué Valdivieso.

La noche había cerrado sombría y amenazadora; el cielo estaba cubierto de nubes de color de plomo; el aire, que zumbaba encarcelado en las estrechas y retorcidas calles, agitaba la moribunda luz del farolillo de los retablos, ó hacia girar con un chirrido agudo las veletas de hierro de las torres.

; manos pedigüeñas, perfiles costrosos, pupilas sin luz, que sois las clásicas figuras del viejo retablo, tenéis una jocunda poesía antañona que en vano quieren borrar los graves varones y las nobles damas de Concejos y de piadosas Hermandades.

En la nave de la derecha y capilla del centro está SANTA ISABEL pintada al óleo en el nicho del retablo, cuya arquitectura y estilo es como el anterior con el aumento de una urnita que contiene el niño Jesus.

Sobre las dos gradas que formaban el presbiterio había, a la izquierda del retablo, una especie de armario de cristales, embutido en la pared, donde se guardaban reliquias: allí se dirigió Currita, mandando a Germán que abriese la puerta.

En resolución, la borrasca del retablo se acabó y todos cenaron en paz y en buena compañía, a costa de don Quijote, que era liberal en todo estremo.

, pues, depositado el cadáver del César dentro de las dos cajas mencionadas, detrás del retablo de Yuste, hasta que, quince años y medio después, el 4 de Febrero de 1574, verificóse su traslación al Escorial, en la caja de plomo, revestida de otra nueva que se construyó al intento, quedando en la bóveda de Yuste, como recuerdo, la caja de castaño.

Sólo se enterraban en la iglesia misma los frailes y los mencionados Mendozas, quienes tenían allí bóveda subterránea y una magnífica capilla con retablo lujosísimo de madera dorada, del tiempo y gusto de Churriguera, lleno de profusas é intrincadas labores de talla.

Sólo en unas cariátides de retablo, que representan serafines terminados por una policroma voluta, noté el tipo indígena, por cierto muy bizarro bajo la cabellera profusamente dorada de los angélicos jerarcas.

La rica talla, algún tanto churrigueresca del retablo, desaparecía bajo una espesa capa de polvo y de telarañas, y las varias imágenes que ocupaban las hornacinas parecían tener esa palidez lívida que indica en los hombres lo supremo del espanto.

A esta capilla se sigue la del Rosario, con un retablo hecho en España, bueno, y una imágen de bulto de Nuestra Señora en el cóncavo del retablo, de las buenas piezas que hay en todo España, porque en Indias ninguna llega.

Por el conducto de la simplicidad y la amencia van y vienen efluvios del uno al otro continente, del retablo a la estancia, de ésta a aquél.

Algunos que se hallaban en las tribunas de la derecha, saltaron fácilmente al cornisamento de un gran retablo lateral, y no satisfechos con hacer fuego desde allí, desplomaron sobre los franceses tres estatuas de santos que coronaban los ángulos del ático.

Estaban en la catedral celebrándose los divinos oficios, con un inmenso concurso de fieles: acababa el sermon, y empezaron de repente sordos estampidos, el crujir de los retablos y de las bóvedas, el repetido vibrar de las paredes y columnas, el golpear de los sillares que caían desprendidos de la torre y el de los remites que se desgajaban del crucero.

En doce tableros colocados en los diferentes cuerpos del retablo se ven asuntos de la vida y pasión del Redentor con figuras casi totalmente relevadas: en el parage principal está la Asunción de Nuestra Señora, de escultura y treinta y tres estátuas colocadas en los nichos del retablo.

Acabe usted y descorra esa cortina... Con gran trabajo y tirando de los dos cordones a la vez, con sumo tiento, pudo Germán descorrer la contraria, y asustada por la luz, saltó entonces del altar una gallina y echaron a correr dos o tres pollos cacareando, entrándose por una puertecilla entreabierta que a la derecha del retablo había.

Es de suponer que no se desplegase tanta magnificencia en la representación ordinaria de los autos, aunque la erección de retablos parezca el medio más natural y frecuente de lograrlo, y así lo indican también los términos de que usa el historiador citado.

Las facciones no desmerecían de las manos: acentuadas como por el palillo de hábil escultor, tenían la mezcla de calma y de firmeza que se advierte en ciertas esculturas de retablo.

Allí, el noble de título se codeaba con el hábil estafador de retablos o con el humilde maestro que forjaba con sus manos una hermosa reja de presbiterio.

Allí, delante de estatuas góticas de piedra, que representaban apóstoles con un libro o con un báculo en la mano; de tablas antiguas, pintadas y estofadas; de santos de madera con los ojos de cristal; de retablos dorados con angelitos mofletudos; de vargueños, arcas talladas y camas con columnas salomónicas e incrustaciones de cobre, solíamos armar una gran algarabía con nuestros instrumentos.

, pues, todos cuantos había en la venta, y algunos en pie, frontero del retablo, y acomodados don Quijote, Sancho, el paje y el primo en los mejores lugares, el trujamán comenzó a decir lo que oirá y verá el que le oyere o viere el capítulo siguiente.

Está situada entre la de la Epifanía y la de las Ánimas; segun unos fué fundada por D. Juan Jimenez de Bonilla, familiar del Santo Oficio, en 1614; segun otros, y esto parece lo mas probable atendido el mal gusto arquitectónico de su retablo, la hizo labrar en 1669 D. Pedro Bojeda y Bonilla dejando por patronos á los racioneros y medio racioneros.

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