interrumpió Garcés con voz entrecortada y disimulando en lo posible la cólera que le producía el burlón regocijo de sus companeros, yo no me he visto nunca con el diablo, y por consiguiente, no sé todavía como las gasta; pero conmigo os juro que todo podrá hacer menos dar que reir, porque el uso de ese privilegio sólo en vos sé tolerarlo.

Cobo estuvo implacable: aprovechó todas las ocasiones que se ofrecieron para dirigirle indirectamente una pullita envenenada que causaba el regocijo de las niñas y hacía sonreír discretamente a las personas graves.

Todo cambia de aspecto el domingo de pascua: cada familia saca la chicha fabricada de antemano para celebrar el regocijo de aquel dia: se reparte doble racion de carne á todos los indios, que ántes de la misa, pálidos y estenuados por tanto ayuno y penitencia parecen unos esqueletos ambulantes, arrastrándose apénas en vez de caminar.

Partió alegre la gente con el refresco, y en pocos dias la armada arribó á Constantinopla, por el mes de Enero indicion segunda, segun Pachimerio, con universal regocijo de la ciudad viendo las armas que les habian de amparar, y defender.

recogieron la presa y los cautivos, y dieron la vuelta á sus presidios con gran alegria y regocijo de haber dado fin á su venganza con tanto cumplimiento.

Lo cierto es que ha pedido salir del convento con gran regocijo de sus parientes, y ahora marchan todos a Madrid para las diligencias de la legitimación, porque ya sabes tú que... Sí: yo había entendido que esa joven era hija de la Sra. Condesa.

GOBERNADOR.Señor regidor Juan #Tostado#, yo determino, debajo de su buen parecer, que esta noche se despose la señora Teresa #Tostada#, su hija, de quien yo soy padrino, y en regocijo de la fiesta, quiero que el señor Montiel muestre en vuestra casa su Retablo.

Los mediquillos de veintiún años salen á tomar el pulso á la vida, con gran regocijo de la muerte.

De esta suerte terminan con el regocijo de la resurrección del Señor las interesantes fiestas de Semana Santa.

El almuerzo prosiguió en el mismo tono cordial, alegrado por la charla de Sardiola, por el infantil regocijo de Lucía.

-XIII- A bordo toda la tripulación estaba encantada de la bondadosa amenidad de donna Olimpia y más aún del regocijo de Teletusa, de sus danzas y cantares y hasta de sus frutas de sartén, hechas a veces con tal abundancia que había para que todos comieran.

¿Y tu tía?preguntó Amparo, como si censurase el regocijo de Carmela.

Me trajeron al convento en unas parihuelas, y fué grande el regocijo de la comunidad cuando supo que yo era latino, cristiano y súbdito de los «Reyes Fidelísimos».

Instalóse la nueva pareja en la misma casa, y Pilar con ella, con gran regocijo de Pablo, a quien quitaban el sueño los atractivos de la muchacha.

La joven rió de esta cólera, con el regocijo de un pensamiento ligero en el que no son durables las impresiones y que considera sin importancia todo lo que no atañe directamente á su egoísmo.

» Esta afirmación despertó el regocijo de una buena presa y el deseo impulsivo de venganza que enloquece en ciertos momentos á las muchedumbres.

Los versolaris, cada vez más ebrios, espoleados por el gran suceso, improvisaban á rienda suelta, cantando el triunfo de los de la tierra, con alusiones á los ricos de las minas, que provocaban el regocijo de los aldeanos.

Era hijo del picador que había en el pueblo, y mozo que por su figura podía ser el regocijo de los espectadores en un circo de acróbatas.

A la sazón, estaba «poniendo los puntos» a una morena muy agraciada, hija del sereno Maroto, que vendía pescado en la plaza y se llamaba Ramona, la misma a quien tal vez recuerde el lector que Periquito había dicho en la cazuela del teatro:—«Ramona, te amo»—con gran regocijo de Piscis y Pablo.

» Y el anuncio parecía esparcir por todo el buque un regocijo de colegio en libertad.

Y la fiesta del cumpleaños del Emperador, la primera del viaje, difundía por el buque un regocijo de escolares que empiezan sus vacaciones.

Pero Maltrana, insensible al regocijo de su amigo, siguió hablando.

Además, era un honor y una satisfacción contribuir al regocijo de los compañeros de viaje a costa de la propia persona.

Y estaba allí aguantando las enjabonaduras y payasadas del barbero, estremeciéndose bajo las rociadas de los negros, sin conocer lo grotesco de una situación que hubiese irritado a otros, satisfecho tal vez de contribuir al regocijo de esta muchedumbre fatigada por la monotonía del Océano.

Todo el regocijo de la ceremonia estribaba en los nombres que iba imponiendo la divinidad a sus catecúmenas con murmullos aprobadores o carcajadas generales.