Y algunas veces, cuando usted tenga muchas cosas que decir, me avisa con tiempo y le señalo hora en un día de los que no me toca confesar.

No tenga miedo, señor arcipreste...murmuró gravemente Barbacana.

Makapagpanting ng tenga umantak, humapdî, kumirót.

Pagpapanting ng tenga; antak, hapdî, kirót.

Magpangting ang tenga.

Segurito, señor, y ha de llegar día en que tenga que ir a buscarlos a Jetafe.

Yo quiero que la justicia no tenga dos pesas y dos medidas, sino que sea igual para grandes y chicos.

¿Acaso en mi vida he hecho algo que tenga olor de alcahuetería?

Le aseguro a ustedcontinuó Franciscoque siento por la persona de que hablamos, una muy afectuosa estimación, pero que no pienso ni en hacerle la corte, ni en casarme con ella... Ya ve usted que le hablo con toda franqueza; tenga usted conmigo un poco de confianza y contésteme: ¿está usted enamorado?

No me tenga por enemigo, y además le ruego que aguarde un poco para tomar una resolución extrema en el asunto de los deslindes...

Yo le presentaré: no tenga usted miedo.

mientras Bartolo de Entralgo tenga cinco dedos en cada mano.

¡Lástima que no tenga á mano un almacén de comestibles y una bodega para esperar el día comiendo y bebiendo, aunque reventase!

» La fiera respondió: «Tenga entendido Que en la paz se prepara el buen guerrero, Así como en la calma el marinero, Y que vale por dos el prevenido.

Tenga la bondad de traerme (agua).

LENGUADO Á LA PORTUGUESA Se adquiere un lenguado que tenga espinas, pellejo y cabeza; porque si no sería imposible cumplir la primera prescripción de la receta, que consiste en despellejar al lenguado, decapitarlo y quitarle las espinas.

Por otra parte, en una cacerolita que tenga completa la parte de abajo, se echan 25 gramos de manteca y una cucharada de fécula de chuleta de huerta, dorada á fuego.

Deberá hacerse esto para que, al ser cortado, el queso de cerdo tenga una excelente vista.

Entonces dijo el Marqués: ¿es posible que un hombre que no tiene un grano de plata, tenga tanto ánimo?

Los vasallos ricos muy bien defienden el reino; al reino pobre, como no tenga fuerzas para defenderse, cualquiera un poco más poderoso se lo atreve, y fácilmente lo conquista.

¡Corriente! exclamó el capitán; pero tenga V.

En el momento en que el oficial iba a marchar le ha dicho V.: «¡Tenga V. cuidado!» ¿Se atreverá V. a negarlo?

al capitán: ¡tenga V. cuidado! Sí, dijo brutalmente el segundo interlocutor, porque podríamos olvidar que no es V. más que una chiquilla y hacerla pagar muy caras sus delaciones.

¡Oh! exclamó juntando las manos; ¡tenga V.

Sí; tenga V.