Qué preposición usar con despierta
Ignoraba completamente, al formular su juramento, de qué modo puede obtenerse la riqueza; pero una nueva voluntad, más fuerte que la que hasta entonces le había guiado en la vida, empezaba á despertar en su interior.
El Caballero, como si despertase de un sueño, se halla tendido en medio de la vereda.
EL CABALLERO ¡La bestia que yo montaba! Despierta a Don Galán para que la meta en la cuadra.
] En las ráfagas del aire y confundido con los leves rumores de la noche, creyó percibir un extraño rumor de voces delgadas, dulces y misteriosas que hablaban entre sí, reian ó cantaban cada cual por su parte y una cosa diferente, formando una algarabia tan ruidosa y confusa como la de los pájaros que despiertan al primer rayo del sol entre las frondas de una alameda.
Al día siguiente despertó con una alegría exaltada, á la que sucedía bruscamente una tristeza sin igual.
Huía tal vez igualmente de los gritos y blasfemias de los otros obreros, que habían sido despertados por Rosalindo al hablar en voz alta.
Creyó lo más prudente poner punto en tan peligroso tratado, y con este fin dirigió una pregunta al Sr. D. Cayetano, cuando éste, despertando del vaporoso letargo que tras los postres le sobrevino, ofrecía a los comensales los indispensables palillos clavados en un [20] pavo de porcelana que hacía la rueda.
Y detrás de ellos pasaron miles y miles de voluntarios que acababan de alistarse: atletas semidesnudos, máquinas de trabajo que habían vivido hasta entonces en una pasividad estúpida y parecían despertar á una nueva existencia con la aparición de la guerra.
Luego, pasados minutos ú horas, se oye un murmullo subterráneo y he aquí el agua que sale nuevamente de su cárcel de piedra, para devolver la vida á las raíces y las flores; con sus argentinos sonidos anuncia alegremente su resurrección á los insectos ocultos entre el césped, á todo un mundo infinitamente pequeño que esperaba su despertar para despertar ellos mismos.
Toda la mañana siguiente anduvo Sebastiana adormecida y con los pies torpes por haberse levantado al amanecer, como era su costumbre, después de mantenerse despierta hasta que se marcharon los invitados.
No están tan despiertos en aquella casadijo don Cleofásdonde está echando una escala aquel caballero que, al parecer, da asalto al cuarto y a la honra del que vive en él; que no es buena señal, habiendo escaleras dentro, querer entrar por las de fuera.
Los tres perros, aunque muertos de hambre, no se aventuraron mucho a merodear en país desconocido, con excepción de Yaguaí, al que el recuerdo bruscamente despierto de las viejas carreras delante del caballo de Cooper, llevaba en línea recta a casa de su amo.
El Rey de España fracasó igualmente en el empeño de despertar contra el proscripto los recelos de la corte de Inglaterra.
Podía casarse con una criada de la casa, sin que doña Manuela sintiera un leve roce en aquella susceptibilidad tan despierta para los otros hijos.
Al encontrarse ambos fuera de peligro, se despertó entre ellos un odio feroz.
Esta empezó á despertar bajo la caricia húmeda.
Tenía también su correspondiente solana que corría de esquina a esquina entre dos mensulones de sillería, y por debajo de ella entramos en el soportal, donde un perrazo pinto que se despertaba sobre una pila de hojarasca, me enseñó todos los dientes y contuvo un ladrido, y acaso algo más, por respeto a mi acompañante, que debía serle más conocido que yo.
¡A ver si no te duermes! El picador, despierto por el contacto de la piel perfumada, suave y sedeña, lanzó un mugido de toro satisfecho y aprisionó el brazo.
Pero Emma despertó sin que nadie se lo rogase, y Bonis no tuvo tiempo para atreverse a abordar la cuestión del secreto descubierto: su mujer le insultó, como en los tiempos clásicos de su servidumbre, porque estaba allí papando moscas.
¡Cómo suspiré, durante diez años, en las soledades del Colegio, por aquellos sitios y por aquel espectáculo! ¡Cómo, mil y mil veces, a la hora de la siesta, desde el balconcillo del dormitorio, ante la colina poblada de cactos, cansada de las arideces del Valle de México, soñé despierto con la húmeda belleza de la tierra natal!
Por la mañana despierto a los pájaros.
Le despertaría desde la playa cantando el Introito cuando aún hubiera estrellas en el cielo.
Apoyada la cabeza en la valla dorada, fría como un carámbano, la Regenta estuvo oyendo misa desde lejos, rezando oraciones que no terminaban y soñando despierta hasta que concluyó el coro.
Pero aquello sólo duró un instante: su alma, que parecía despertar é incorporarse, volvióse del otro lado y continuó su sueño.
Si se aprecia el tipo franco, hermoso y despierto del andaluz de la mejor raza, se lee toda una historia de miserias y delitos, de persecuciones y dolores profundos.