150 Adverbios para describir cómo cayó

Al decir esto, Lázaro no pudo menos de advertir que la santa dejó caer pesadamente los brazos, y miró al cielo.

" Aun apenas lo había acabado de decir, cuando se abalanza el pobre ciego como cabrón, y de toda su fuerza arremete, tomando un paso atrás de la corrida para hacer mayor salto, y da con la cabeza en el poste, que sonó tan recio como si diera con una gran calabaza, y cayó luego para atrás, medio muerto y hendida la cabeza.

En efecto, ambos jóvenes habían visto caer el guante cerca de sus pies; ambos se habían inclinado con igual presteza á recogerle, y al incorporarse cada cual le tenía asido por un extremo.

es como el hombre que construyó una casa sobre la tierra sin una base, contra la cual golpeó la corriente e inmediatamente cayó y la ruina de esa casa fue grande.

Desde allí percibía el tufillo de las habitaciones cerradas años enteros; aquel ambiente rancio, húmedo, cargado de polvo, que con la diaria limpieza mudaba de sitio sin salir de la casa, y expulsado por la escoba de los rincones iba a caer un poco más allá.

Cayó nuevamente en profundo sopor, y Almudena, que había requerido el palo con intenciones de usarlo como infalible remedio de la embriaguez, tuvo lástima y suspiró fuerte, mascullando estas o parecidas palabras: «

Y prosiguió diciendo: Allí es el Alamillo, donde se pescan los sábalos, albures y sollos, y más abajo cae el Algaba, de los esclarecidos marqueses deste título, de Ardales, y condes de Teba, Guzmanes en todo.

sus gotas de cristal y cáliz son las rocas en el que lentamente cayendo van las lágrimas de un llanto universal.

Jamás caía en su anzuelo una trucha ni una tenca; sus dolorosas experiencias negativas le hacían afirmar que la captura de un pez era cosa imposible y que todas las historias de pesca, prodigiosas ó no, eran invenciones novelescas.

» Pero como cae rápidamente un ave herida al remontar el vuelo á lo más alto, así cayó Celinina en las honduras de una fiebre muy intensa.

El lazo caía siempre en el vacío, lejos de Celinda, y ésta celebraba con irónicas carcajadas la torpeza del ingeniero; pero su risa fué transformándose y cada vez se hizo más alegre, como si no expresase ya desprecio por su falta de habilidad, sino regocijo.

La luz del sol, cayendo verticalmente á medio día, ó entrando debilitada por la parte baja, prodúce los mas extraños efectos de brillantez, de sombra y claro oscuro; y por la noche, cuando el interior está iluminado por el gas, ese museo-jardin en cuyo centro murmuran las aguas del surtidor, es de una hermosura arrebatadora.

La verdadera virtud no cae tan fácilmente.

] ¿Conque no cayó casualmente ella, sino que la hicieron rodar, que quieras que no?

Un relámpago pasó por sus ojos; luego se dejó caer suavemente y cerró los párpados, sonriéndose.

Caerá sin duda, caerá mañana, porque hoy representa lo que representaba el mundo que cayó, el mundo que no pudo menos de caer, que caerá siempre y en todas partes que tenga creaciones análogas; que tenga ídolos sociales que adorar.

Este proyectil atravesó el espacio como un bólido semilíquido, cayendo precisamente sobre uno de aquellos jinetes barbudos y de voz atiplada que movían su alfanje para que retrocediese la muchedumbre.

Hágase cuenta de que se ha caído de la altura social, y al caer... naturalmente... cae en el pueblo... en el pueblo de donde todo sale y a donde todo vuelve.

Sus ojos se cerraron, y dulcemente fue cayendo en un sopor, sin ensueños, sin delirio, en la blandura gris de la nada, como si su pensamiento se durmiese antes que su cuerpo.

En la tarde y noche de este dia quedamos sobre las armas para contener los excesos de los indios, y sus repetidas molestias con amenazas, á que de ordinario los incita la bebida, hasta que enteramente caen y se entregan al sueño, único medio y tiempo en que se logra en tales casos de algun alivio.

Al cerrar los ojos para morir, vió en la obscuridad una cara pálida, unas manos que tejían sutiles encajes, y antes de que la noche cayese definitivamente sobre sus párpados, murmuró con balido infantil: ¡Mamá!... ¡mamá!...

¿Habéis acaso caído?

Es una bahía muy acantilada y de mucho braceaje, y para fondear en los senos que forman sus costas es preciso hacerlo muy cerca de tierra y amarrarse á ella, pues á poco que garre el ancla se cae repentinamente á mucho fondo.

A todo esto llovía, llovía, y la tarde de invierno caía prontamente, y el celaje gris ceniza parecía muy bajo, muy próximo a la tierra.

Él miraba, afectando cierta indiferencia mezclada de compostura, con disimulos muy trabajosos de su verdadero anhelo; y veía que don Florencio, sentado en la cabecera de la mesa, que justamente caía delante de la puerta, le vigilaba desde su asiento.

150 Adverbios para describir cómo  cayó