24 Verbos a usar para la palabra ofendido

No es ese mi carácter, señor de los Peñascalesrespondió el tuno haciéndose el ofendido.

Los más notables se mostraban ofendidos por haber pasado toda la tarde en el casino esperando en vano al diputado.

¡Hacer bien! ¡Qué grata ocupacion! ¡Pensar bien! ¡Qué noble empleo de la inteligencia! Disculpar, amar, consolar; ¡qué tres cosas tan dulces y tan fáciles! Cuando nos creemos ofendidos, olas de amargura invaden el ánimo, y la sed de la venganza es como la túnica de Neso, que abrasaba al que la llevaba consigo.

Había también algunos exaltados de verdad, y hasta carlistas, según dijeron; pero la mayoría eran matones del puerto, amigos de broncas y jaranas, gitanos, taberneros y nacionales, que se consideraban ofendidos por las maneras adustas de San Just, que quería que todo el mundo respetase la disciplina.

Por ser militar su enemigo y considerarse ofendidos en su persona todos los oficiales del cuerpo, sus padrinos dispusieron el desafío en condiciones de gravedad nunca vistas; á saber: colocando á los combatientes á veinte pasos uno de otro, y dándoles para apuntar y hacer fuego un espacio de treinta segundos.

No existía la lucha de clases; y la prueba es que muchos señoritos abandonaban el círculo de sus iguales y se introducían en el de las artesanas sin que los obreros se diesen por ofendidos.

Por fin, Margarita, con ese tacto que sólo las mujeres tienen, resolvió las dificultades proponiendo que se diera un baile para celebrar lo de la senaduría, enviándose a Félix, como de costumbre, su correspondiente invitación; lo cual, después de lo ocurrido, venía a ser como una satisfacción, que sin desdoro del ofensor podía desagraviar al ofendido.

En aquel campo halla el ofendido su venganza.

El Stenley, hallándose ofendido del Conde Lecestre y de otros de su nacion, y lo que yo más creo, por tener buen celo al servicio de Dios, siendo muy católico, dió á entender á Tassis, que estaba en Zutphen, que queria reducirse al servicio de su Majestad, y dalle aquella su tierra sin recompensa alguna.

Un hombre que ha irrogado una ofensa, está con una pretension en cuyo éxito puede influir decisivamente el ofendido.

Celia intentó tratarle como a un chico, darle largas, enternecerle; Gamboa se convenció; pero cuando cayó en la cuenta de que ella jugaba con él, su amor propio ofendido se exacerbó, le entró una profunda cólera y decidió romper de cualquier manera con Celia.

Pero en países dominados por una raza extranjera, el acto de severidad más justo se interpreta por injusticia y opresión, por aquello de que lo dicta una persona extraña que no tiene simpatías ó que es enemigo del país; y la ofensa no sólo ofende al ofendido, sino á toda su raza, porque no se suele considerar personal, y el resentimiento, naturalmente, se extiende á toda la raza gobernante y no muere con el ofensor.

Ahí tienes tu amor, mira lo que es ... ¡Su intensidad no es bastante para hacer olvidar á un hombre su amor propio ofendido!" ...

No era el Rey quien le llamara maestro de cuentos: la frase debía proceder de un ofendido ó de un chusco, á juzgar por la respuesta: «Que no es malo saber cuentos, pues que enseñan entreteniendo; que cuando el que le criticaba supiera muchos, sabría más que ignorándolos[200].

El Estado reconocía en ocasiones al ofendido y su familia, el derecho á castigar al ofensor ó indemnizarse por su propia mano del daño sufrido en la persona y bienes de éste y de su familia[510].

Además, cuando cree uno haber complacido á la generalidad, haciéndose eco de sus pretensiones, como estamos en época de espíritus originales y hay que distinguirse á todo trance, saltan en seguida los ofendidos en su originalidad.

Tienen estas luchas algo del duelo, adoptado aun en nuestro siglo por la gente culta; que en medio de los campos como en las ciudades, el hombre, ante ciertas deficiencias jurídicas, prefiere confiar á su propio esfuerzo ántes que á la autoridad pública el castigo de las injurias, sometiéndose á una costumbre inmoral á todas luces y de la cual resultan muchísimas desgracias sin satisfacer casi nunca al ofendido.

Los extranjeros, sobre todo los italianos, se sienten ofendidos, reaccionan, y como en todas las reacciones se va más allá de lo justo, se insulta á los nacionales y se les desconoce la parte que les correspondía en los progresos nacionales.

Resolvieron por ultimo remedio desamparar el Castillo, y tomar la vuelta del mar donde estaban las galeras de los Genoveses, en quien pensaban hallar alguna misericordia por no tenerlos ofendidos.

Si esos espadachines aristocráticos que viven en sociedad como en país conquistado, no quieren verse ofendidos a cada punto en lo que ellos llaman su honor, que lleven mejor vida y sean más virtuosos y dignos, pues así se evitarán que el hombre honrado les diga la verdad.

, mientras el otro se alejaba como ofendido por el saludo.

Es locura, porque ni lo has de hacer, ni él, si está tan enamorado como dices, menos; , sin honor y amando, aguardas milagros, que las más de las veces en estos casos suceden al revés, porque el cielo castiga estas intenciones y acontece morir primero los que agravian que el agraviado, acabar el ofensor y vivir el ofendido.

Los nuevos amantes temen ser descubiertos y carecen de valor para confesar su falsía y para arrostrar el enojo del padre y de la hermana tan duramente ofendidos.

Pero el hombre no puede volver á hacer suya la mujer que lo ha sido de otro; el vínculo que fué profanado, dejó de existir, autorizado el ofendido á disolverlo por las leyes humanas y por las divinas, é impulsado á ello por su corazon, así como por su honor.

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