940 oraciones de ejemplo con peregrino

Perez arrastrando sin llegar nunca al fin q. pretende de alguna resolucion (desseo justo deuido á qualquier negociante, quanto mas a vn Peregrino, viejo, con muger, con siete Hijos, con tantas prendas en poder de otro Príncipe).

Ex.^mo Sr. Vn Peregrino, que salió de su patria en cueros, no puede dar don sino de cuero.

Con vino de España y aceitunas de Sevilla solía responder el Peregrino á las finezas que recibía.

M.^d, pues excede el cumplimiento de palabra dada de vn tan gran Rey a qualquier demanda, y más dada a un peregrino que ha entregado a V.

Aun á los vicios extendió la vanidad el Peregrino, aludiendo frecuentemente á los favores que tenía recibidos ó recibía de las damas.

Ochoa, suscribiéndose perro desollado de my lady Rich (parte I, carta 22); perro y servidor de Mad Knolles (parte I, carta 24); perro y peregrino, pero perro peregrino en la fidelidad de M. de Villeroy (parte I, carta 54), y así de otros, no dejando de saber que el perro fiel lame la mano del amo que le castiga.

Ochoa, suscribiéndose perro desollado de my lady Rich (parte I, carta 22); perro y servidor de Mad Knolles (parte I, carta 24); perro y peregrino, pero perro peregrino en la fidelidad de M. de Villeroy (parte I, carta 54), y así de otros, no dejando de saber que el perro fiel lame la mano del amo que le castiga.

Scilicet debere ante poni sacro isti priuato consilio in reuocatione legum Galliæ quam continent litteræ Regis in fauorem de Piraneau, reuocari etiam gratiam factam peregrino viuenti sub custodia, & protectione christianiss.

En el Patrañuelo de Timoneda (Valencia, 1566) se habla de una comedia Feliciana, y en el Indice de la Inquisición de 1559, de una comedia de Peregrino y de Ginebra.

: El villano en su rincón, El hospital de locos, Los cautivos libres, El phénix de amor, La amistad en el peligro, Psiquis y Cupido, El hombre enamorado, Las ferias del alma, El peregrino, La serrana de Plasencia, El hijo pródigo, E

Diría que es un religioso ó peregrino, á no ser por las extrañas mercancías que parece tener de venta,

Socorred, señores, á un pobre peregrino, exclamó el viejo, que perdió la vista de sus ojos después de contemplar con ellos los Santos Lugares y que no prueba bocado desde hace dos días.

No juréis, dijo el peregrino, y por lo que á toca os perdono de corazón.

Con lo cual se despidieron del piadoso y cuitado peregrino, llevándose aquellas venerables reliquias tan impensada cuanto fácilmente adquiridas.

La hada vivia feliz y venturosa con su eternidad sin deseos, en aquel edem de delicias: para ella no existia el tiempo; flotaba alegre en los aires sobre nubecillas de color de rosa, y sus cantos de alabanza á Dios, solían ir á confortar al cansado peregrino del desierto, próximo á sucumbir á la fatiga.

Fué ocasión de su esclavitud un súbito enamoramiento que le sobrecogió al verla por primera vez y tratarla en una reunión de la Corte, cuando María, recién salida al mundo, se hallaba en aquel peregrino estado de pimpollo en que la belleza de la mujer se marca con un sello de inocencia y aparece matizada aún con el rocío de esa encantadora mañana que se llama infancia.

Sería deliciosamente peregrino que por ese solo hecho todas las escuelas antiguas, todos los cenáculos, desde el de Sócrates hasta el de N. S. Jesucristo y desde el de Ronsard hasta el de Víctor Hugo, mereciesen la calificación inapelable de la nueva crítica científica.

Díjome que no podía remediarme, y en cuanto a lo de ser peregrino de Santiago se holgó mucho de ello, esperando que fuese de gran provecho para mi alma.

Salí de Mondoñedo y me metí por las montañas, pidiendo limosna a la puerta de cada choza que encontraba; decía a todos que era un peregrino procedente de Santiago, y mostraba mi pasaporte en prueba de que había estado allí.

Dentro de su escarcela de viaje guarda Rogelio Terán—que así se llama el mozo—toda su fortuna: poco dinero y hartas ilusiones; el manuscrito de una novela; un libro de memorias con apuntes de peregrino artista, versos, postales y retratos.

Rogelio busca el suyo sin apartar los ojos del frontero sofá, y mira atónito cómo la manta encubridora, estremecida por un tardo movimiento, se yergue, resbala y descubre un peregrino traje de mujer, bajo cuyo jubón de seda negra se solivia un gallardo busto, mientras una voz insegura, blanca y musical, prorrumpe: ¡Abuela, los billetes!...

Aquí el artista se incorpora, sacude el cansancio un minuto, y en pie detrás de la portezuela, saluda con reverente pensamiento al peregrino autor de las Sonatas, al poeta de Flor de santidad, cuya musa galante y campesina trovó en estas silvestres espesuras páginas deleitosas.

Duró sólo un instante, un breve y peregrino instante; pues todo el denso jirón de la vencida niebla, perseguido, acosado, ya en el cielo, ya en el monte, sobre las aguas y las frondas, se evaporó, copo tras copo, pulverizado y sorbido por el viento y por el sol.

Todas las impresiones de aquellos quince días extraños, remansaban de pronto seductoras en la conciencia del artista, como recordación de un sueño peregrino que le obligase a sonreir.

á escuchar El caso más peregrino Que en el mundo sucedió, Astolfo á tiempo llegó Por el viento cristalino, Que con engaño habia entrado Don Roldan en San Dionís.

940  oraciones de ejemplo con  peregrino