93 oraciones de ejemplo con obsequioso

Es tenaz, leal y valeroso por orgullo, como es intolerante en religión y preocupaciones de raza y dinastía, pródigo, obsequioso, apostador, reservado, bebedor y todo lo demás por orgullo.

Esta que viene aquí, un portento; la Victoria Colonna, de este siglo... Y atento y obsequioso, corrió a estrechar la mano de la Victoria Colonna del siglo XIX, una jamona muy madura, de metro y medio de largo y doce arrobas de peso, vestida de Safo, con corona de mirtos en la cabeza, lira de latón dorado en la mano, y en la chata nariz¡Manes de Phaon, estaos quedos!¡gafas de oro!...

Ahora se explicaba la repugnancia que había sentido al ponerse en contacto con aquel don Benito tan obsequioso y atento... ¡Y estos sentimientos eran irresistibles! Se los imponían otros que eran más fuertes que él.

, al parecer, la mirada de reproche que la señorita Margarita dirigió al obsequioso gentil hombre, acepté sus espuelas.

Su gesto obsequioso y sonriente contrastaba con su mirada fugitiva; una mirada de alarma y desconfianza.

Ya en casa del doctor y después de lo que había pasado entre él y Amaury, dispúsose a mostrarse tan rendido y obsequioso con Antoñita como indiferente y frío con Magdalena.

, al ver a su antiguo camarada, cuyo regreso ignoraba, se dirigió hacia él alborozado, acercándosele con afectuosa familiaridad; pero Amaury no correspondió más que con un ligero movimiento de cabeza, y como el otro siguiese cumplimentándole muy cortés y obsequioso, le volvió completamente la espalda y apoyose en la chimenea, aparentando concentrar toda su atención sobre unos objetos de fantasía que decoraban la sala.

¡Era blandamente obsequioso con Isidora y la miraba con manifiesta intención de decirle algo delicado y difícil...

El duque, en un principio ceremoniosamente obsequioso con la trivial cortesía del caballero que se complace viendo en su casa al personaje del día, pensó luego que bien pudiera serle útil en el porvenir la amistad de aquel hombre nacido apenas a la vida pública, y objeto ya de tantas conversaciones.

Cuando puesta en contacto con Félix Aldea apreció su valer y notó su inclinación por ella, se fijó primero, pensó después, vaciló luego, y finalmente llegó a decirse que aquel hombre joven y juicioso, hermoso y varonil, obsequioso sin afectación, galante sin lisonja, era quien mejor merecía, si no su amor, al menos aquella simpatía que la mujer dispensa como prólogo de más dulces concesiones.

El empleado, conmovido por el apretón de manos de Antonio y por el parentesco de aquellas dos personas con un matador de fama, mostrábase obsequioso.

Y el panzudo burgués se mostraba obsequioso, humilde, como si pidiera perdón por haber usurpado su puesto en la cárcel.

Había que verles después de la paella, hablando en un rincón del huerto; el diputado, obsequioso y amable.

Eso , a obsequioso no te gana nadie.

Así, pues, un verdadero caballero, un espíritu culto, un hombre distinguido de frac adentro debe ser siempre solícito y obsequioso con las señoritas poco agraciadas, contribuyendo a mantener en ellas esa deleznable ilusión sobre sus dones físicos.

Amable, atento, obsequioso; y ya que mate, como los otros, lo hace siempre con cortesía.

Pero sirvió de mucho consuelo al afligido Boabdil la piedad que usaron los reyes católicos con el jóven príncipe, pues entregándolo al buen alcaide, Martin de Alarcon, dieron á éste las mas estrechas órdenes para que le sirviese atento y obsequioso, y le guardase todas las consideraciones debidas á sus tiernos años y distinguido nacimiento.

Cuando vió asomar al algebrista y á los que él llamaba señoritos, levantóse la mujer con servilismo obsequioso, pegando un moquete á los chiquillos, sin duda con el fin de agasajar mejor á la visita; no contaban con él, y la misma sorpresa les impidió llorar.

Como todo hombre de hábitos intelectuales, Gabriel, al llegar á los Pazos, había buscado algún alimento del alma, alguna lectura: el obsequioso Gallo le había ofrecido sus periódicos (el señor los leía también al día siguiente); pero Gabriel, recordando haber visto por la mañana en el archivo un armario-estantería donde encima de las oscuras encuadernaciones de antiguos libros relucía algún filete de oro, se fué allá terminada la comida.

Sikes siempre huraño, el judío mas obsequioso y Nancy decidida mas que nunca á ponerse de parada para cazar á Oliverio.

A Francisco Ramirez, fiel criado suyo, y obsequioso á su señor, porque asistió de testigo ante el administrador del Obispado, le castigó colgándole en un cadalso.

Contra las advertencias de Eloísa, quería estar en su puesto hasta el fin, ser obsequioso con todos, y oponerse enérgicamente á que alguno se aburriera.

Horas después, en San Huberto, el duque de Montpensier encontraba las armas de su casa sobre el envase de un rancio cognac que el obsequioso anfitrión adquiriera, años atrás, en una célebre bodega de Francia.

Un cristiano bien educado, modesto y obsequioso, no habría hecho mejor el agasajo.

Eres atento en el hablar, obsequioso con todo el mundo; respetuoso de ; pero sin amor.

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