27 Adjetivos para describir crespa

Sólo acariciaba los crespos cabellos de la mulatilla, bonita y alegre.

Después, pareciéndole poco este castigo, metía sus dedos en la crespa cabellera del joven, tirando sin compasión de los mechones.

Al lado de la baronesa se sentó un hombre de unos cuarenta años, alto, fornido, ancho de hombros, de pelo crespo negrísimo y dientes blancos.

Le acariciaba como una madre; hundía sus manos en la crespa cabellera, mientras Maltrana respondía entre suspiros.

Preguntó por los amigos, y respondió, con un chillido crespo, que habían ido a buscar.

Los dignos brutos están todos enjaezados con hermosas libreas en sus magnificas é interminables cuadras, y parecen enorgullecerse al recibir las visitas de tantos extranjeros, ya pateando con garbosa satisfaccion, ya irguiendo sus lustrosos cuellos y sus abundantes y crespas colas, como cisnes terrestres.

Y en noble porte y numerosos pasos Las blandas coyunturas ejercita: Toma la delantera en el camino, A la crespa corriente vado tienta, A puente ignoto avánzase el primero, Ni de estrépitos vanos se intimida.

Nada tiene que ver el consenso universal de intereses, de pasión, de disensiones de hermanos, en las interioridades de un país, de un Gobierno o de un partido, cuando la personalidad tiene sobre las circunstancias del momento altura y brillo individuales, que aislan el mérito, poniéndole bien lejos de las lluvias de dardos que casi siempre caen sobre la cabeza de los hombres públicos, en nuestras arduas y crespas democracias.

Es que la muchacha se lo merecía todo: la luz del blandón descubría su rostro animado, encendía sus ojos rechispeantes, y mostraba la crespa melena, desanudada por la agitación de la caminata, y flotando en caprichosas roscas por su frente, hombros y cuello.

En sus zarzuelas ó comedias de música repitió Zamora iguales desaciertos á los que Candamo, Calderón y Salazar habían amontonado en las suyas: fábulas de absoluta inverosimilitud, estilo afectado, crespo, enigmático, lleno de conceptos sutiles y falsos, de empalagosa discreción que no puede sufrirse.

En sus zarzuelas ó comedias de música repitió Zamora iguales desaciertos á los que Candamo, Calderón y Salazar habían amontonado en las suyas: fábulas de absoluta inverosimilitud, estilo afectado, crespo, enigmático, lleno de conceptos sutiles y falsos, de empalagosa discreción que no puede sufrirse.

El mar parecia un monstruoso leon, sacudiendo su crespa melena, ó un gigantesco pez revolcándose sobre el abismo para hacer brillar al sol sus escamas como montes, ó mostrar sus hondas arrugas momentáneamente oscurecidas.

las ramas tendidas, Las copas ligeras de palmas y pinos, Las varas revueltas de zarzas y espinos, Las yedras colgadas del brusco peñón, Medrosas fingiendo visiones perdidas, Gigantes y monstruos de colas torcidas, De crespas melenas al viento tendidas, Pasaban en larga fatal procesión.

Si dijesen: «Golfos de agua Han de ser tu sepultura En monumentos de plata;» Mal hiciera en darse al mar, Cuando soberbio levanta Rizados montes de nieve, De cristal crespas montañas.

¿El hospital? ¿Los fuertes? Hablaba afable cual nunca, y Lucía se aplacó, como las crespas olas al cubrirlas capa de aceite.

Llevé las manos á la garganta y al pecho, y gemí: ¡A tierra, á tierra! ¡Que se pare el vapor... me mareo, me mareo! ¡Que me muero!... ¡Por la Virgen, á tierra! Cesé de ver la bahía, el mar verde y espumoso, las crespas olitas; cesé de sentir el soplo del Nordeste y el olor del alquitrán... Percibí, como entre sueños, que me levantaban en vilo y me trasladaban... ¿Estaríamos desembarcando?

, y en la gente desechada Ve á Leucáspis, ve á Oronte, antiguo guia Del bajel licio en la troyana armada: Con él salieron de Ilïon un dia, Y bogando á par de él, á su mirada Los hundió en crespas ondas Austro impío Que al nauta sacudió, volcó el navío.

Lo mismo el arbusto crespo, oscuro y melancólico de las alturas pobladas por los líquenes, que el árbol aromático y gentil de las faldas y planicies intermedias, ó la liana estupenda y la planta enana de hoja monstruosa, que crecen en la humedad y la espesura sombría de las selvas, en las márgenes ardientes de los grandes rios.

Vió las borrosas pinturas pendientes en los muros, el lavabo de cantería con su grifo, los ornatos dispersos aún sobre los bufetes, las crespas pellices que tendían sus brazos blancos, el haz de cirios nuevos abandonado en un rincón, los cajoncillos entreabiertos dejando asomar una punta de cíngulo, todo el solemne desorden de la sacristía á última hora.

Porque su horror se asombre, Burlando su poder, escapa un hombre, Y el bajel, que en las ondas ya se ofusca, El camarin de los tritones busca, Y en crespo remolino, Es cadáver del mar, cascado el pino.

Para las hojas de tu crespo seno Te dio Amor de sus alas blandas plumas, Y oro de su cabello dio a tu frente.

Su pelo profuso, negro i sedoso estaba arreglado en gruesos crespos sujetos en peinetas sobre las sienes, i atras recojido en trenzas al rededor de una peineta de carei tan ancha como su cabeza i alta, en forma de corona de condesa.

El modesto manto de granadina, negro marco de la enflaquecida faz, adquiere garbo de mantilla maja al rodear el crespo tejaroz que deja en sombra la frente.

Lo mismo el arbusto crespo, oscuro y melancólico de las alturas pobladas por los líquenes, que el árbol aromático y gentil de las faldas y planicies intermedias, ó la liana estupenda y la planta enana de hoja monstruosa, que crecen en la humedad y la espesura sombría de las selvas, en las márgenes ardientes de los grandes rios.

Y en noble porte y numerosos pasos Las blandas coyunturas ejercita: Toma la delantera en el camino, A la crespa corriente vado tienta, A puente ignoto avánzase el primero, Ni de estrépitos vanos se intimida.

27 Adjetivos para describir  crespa