83 colocaciones para delicias

Y no obstante, esos oasis mortíferos, gracias á sus aguas cristalinas y al contraste que ofrecen con las soledades áridas, hacen surgir en el hombre la idea de un lugar de delicias y han llegado á ser el símbolo mismo de la felicidad.

Para pensar alguna vez juntos en Dios, creer, buscarlo y llorarlo... ¡Ya veis, señora, que todo esto es puramente locura! La actitud de Juana, mientras escuchaba al señor de Lerne, era encantadora; un poco inclinada hacia adelante, mirábale con sus grandes ojos admirados, cual si viese surgir ante ella una fuente de delicias, y sus labios se entreabrían como para beber en ella.

Era un jardin de delicias, rodeado de altos cerros, y fertilizado por una multitud de fuentes y manantiales; y el cristalino Jenil deteniendo su curso, lo atravesaba con lento y tortuoso paso.

No eres seguramente el jardín de las delicias ni el elevado cielo; pero dime, ¿cómo veo resplandecer dentro de ti la luna y florecer el ramo?

Aspiramos un momento con delicia la atmósfera cargada de emanaciones vegetales, y luego el grupo de islas empieza a perderse en el horizonte, desvaneciéndose como una ilusión.

Saborear la mejor perdiz y la mejor lamprea de la plaza y usar con codos y rodillas la mejor batista, y enredar los dedos entre los mejores encajes, y derramar por sábanas, camisas, corsés, medias y pantalones, las esencias más caras, con profusión, causando el asombro de Eufemia, era género de delicia que se aumentaba con la idea de la mala pasada que les estaba jugando a todos aquellos parientes, en particular a Bonis y a su tío.

Un ligero estremecimiento hacía palpitar sus labios; los ojos, prometiendo amor, imploraban piedad, y el rostro iba tomando la palidez marmórea de la estatua que vio don Juan en sueños; pero ésta no era piedra esculpida, sino hermosa carne modelada por Dios y vivificada con el soplo de su espíritu para delicia del hombre.

La supremacía del aceite o de la manteca, enredándose y mezclándose con asuntos más importantes, tomó tales proporciones que los cónyuges llegaron a un estado de exaltación y de odio tal, que se separaron; y el barón quedó en Amberes dedicándose a sus aficiones artísticas y a sus tostadas de manteca y la baronesa vino a Madrid, donde pudo entregarse a la alimentación frugívora y aceitosa con delicia.

Saltar, correr, montarse sobre otro; ser alternativamente picador, caballo, banderillero, mula, toro y diestro, era la delicia de las delicias, exigencia del cuerpo y del alma, prurito que declaraba perentorias necesidades de la naturaleza.

Sin sentir se resbalaban las horas entre delicias inagotables, y la felicidad hubiera sido completa para aquellas cuatro criaturas, si á dos de ellas no les robase el sosiego un temor, que hasta cierto punto era bien fundado.

Echada de boca junto a él, con los ojos entoldados por el ancho fleco de medallas, el mentón en la mano, las uñas sobre el labio, sinuosa y desnuda, balbuceaba las palabras de la paloma de oro con cola de perlas, y al llegar a la descripción de las delicias celestiales envolvíale en sus brazos, frescos como las fuentes del Salsabil y Alcafur, juntando frenética su rostro con el suyo.

Ahora , porque también el mar, como á usted, me tiene en un limbo de delicia; pero... pronto no lo seré..., y quisiera serlo, quisiera que alguien me indicase para la soledad del mundo el programa de una existencia venturosa.

Y confundidos los dos monstruos rodaban en las olas semanas enteras, sufriendo los tormentos de un hambre sin fin á cambio de las delicias del amor, dejando escapar á las víctimas asustadas, resistiendo á las tempestades con su áspero abrazo de colmillos y epidermis de lija, corriendo centenares de leguas entre el principio y el fin de uno de sus espasmos de placer.

9 A las mujeres de mi pueblo echasteis fuera de las casas de sus delicias; a sus niños quitasteis mi perpetua alabanza.

XI Aquellos dos meses de residencia con Magdalena en nuestra solitaria casa, en pleno campo, a orillas de nuestro mar, tan bello en semejante estación, fue una causa de constantes delicias, mezcladas con tormentos que me purificaban.

Mas, apenas dejaron el empinado monte, cuando entraron á glorias en un ameno y alegre prado, centro de delicias, estancia del buen tiempo, ya sea la primavera, coronada de flores, ya el otoño de frutas.

Hay clubs formados exclusivamente para beberla, y con agua helada y un cigarro transporta al consumidor a las delicias del paraíso de Mahoma.

Allí verás cuán provechoso es para ti, pues tendrás toda clase de delicias.

Á pesar de la pureza que el de Polanueva atribuía á la clase de relaciones que le unían al hombre público, ponía su principal confianza en las delicias del hogar doméstico... del hombre público.

Esta prospectiva consoladora de las delicias de una madre, no produjo todo el efecto que era de esperar: la enferma sacudió la cabezaen señal de duda y estendió los brazos hacia su hijo.

Y la joven lo estrechaba en ellos con pasión; y apartándolo luego de , contemplábalo con delicia y volvía a arrojarse en sus brazos, exclamando: ¡Manuel! ¡Manuel! por qué te amo tanto, a ti que no quién eres, a ti el terrible fantasma de mi sueño?

léjos, muy léjos De aquel cuadro de delicias, en el llanto de mis ojos Expirar la luz del dia.

Vuelve un eco de los pasados madrigales, de las primeras delicias juveniles, de los primeros despertamientos del deseo.

La hada vivia feliz y venturosa con su eternidad sin deseos, en aquel edem de delicias: para ella no existia el tiempo; flotaba alegre en los aires sobre nubecillas de color de rosa, y sus cantos de alabanza á Dios, solían ir á confortar al cansado peregrino del desierto, próximo á sucumbir á la fatiga.

El rio cobra las proporciones de un mar; se convierten las lomas en altas montañas; barcos soberbios y botes humildes cruzan las aguas; las chimeneas de las fábricas levantan plumeros de humo; tiemblan en los aires los tendones del telégrafo, proclamando la superioridad sublime de la mente; un escándalo, una explosion de formas y matices nos embargan y producen emociones de delicias.

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