En la mitad de la senda, detúvose mirando al suelo tapizado de flores, que apenas se distinguían en la obscuridad nocturna, como juguetonas cabecitas agitadas por el viento, todas de un color, diseminadas en infinita muchedumbre, formando misteriosa armonía con las estrellas, que abrían sus corolas de luz en la inmensa concavidad del cielo.

En la mitad de la senda, detúvose mirando al suelo tapizado de flores, que apenas se distinguían en la obscuridad nocturna, como juguetonas cabecitas agitadas por el viento, todas de un color, diseminadas en infinita muchedumbre, formando misteriosa armonía con las estrellas, que abrían sus corolas de luz en la inmensa concavidad del cielo.

En la mitad de la senda, detúvose mirando al suelo tapizado de flores, que apenas se distinguían en la obscuridad nocturna, como juguetonas cabecitas agitadas por el viento, todas de un color, diseminadas en infinita muchedumbre, formando misteriosa armonía con las estrellas, que abrían sus corolas de luz en la inmensa concavidad del cielo.

Completaba la fascinación del globito de agua un bullido juguetón, en el cual cualquier poeta habría podido oír, con buena voluntad, las risotadas de los niños de las náyades.

De pronto, una cascada juguetona bajaba de la montaña e iba a alimentar el hilo de agua imperceptible que serpeaba en el valle.

Guapísima, juguetona, sensual, elegante, mimosa y zalamera hasta el punto de aparentar que se entregaba ilusionada; pero...

Las palomas venecianas, de obscuro plumaje, esparcíanse en juguetonas espirales, levemente asustadas por la música, para posar su lluvia de alas sobre las mesas de un café.

¡Quién le había de decir al juguetón estudiante que a las pocas horas de estas bromas había de ver morir trágicamente al infeliz Fernández, maestro dulce, tolerante amigo de los buenos alumnos y docto humanista!

Por más que digan los juguetones ligeros o los niños envejecidos y amargados, fracasa solamente el que no entra con pie firme en la jaula de ese divino león, el Arteque como aquel que al gran rey Francisco fabricara el mismo Vinci, tiene el pecho lleno de lirios.

Salvador arrojó al fuego un papel que ardió instantáneamente con llamarada juguetona.

No faltan los versos satirizantes, donde la musa juguetona de la localidad, vuelca todo su ingenio para ridiculizar a los candidatos de la fracción contraria.

Bachiller, sosegado y dulcísimo, con su leviton de lienzo, rodeado de sus preciosos y juguetones nietecitos, que me recordaban á los mios.

A lo lejos, tras las cortinas de los árboles que circuían el verdoso estanque, sonaba el canto de un corro de niñas confundiéndose con el juguetón parloteo de los traviesos gorriones: /* Yo me quería casar, yo me quería casar con un mocito barbero....

Y para demostrarlo con el ejemplo, movía la caña que era un gusto, introduciendo á golpes en el redil de la sabiduría á todo el rebaño de pilletes juguetones.

Siguiendo las inquietas siluetas de dos venados juguetones salidos de la espesura, que trotan sin miedo cerca de mí, acostumbrados al respeto de los transeuntes, desemboco de pronto en una explanada silenciosa.

Guapísima, juguetona, sensual, elegante, mimosa y zalamera hasta el punto de aparentar que se entregaba ilusionada; pero...

juguetón, playful, sportive.

Siguiendo las inquietas siluetas de dos venados juguetones salidos de la espesura, que trotan sin miedo cerca de mí, acostumbrados al respeto de los transeuntes, desemboco de pronto en una explanada silenciosa.

Las palomas venecianas, de obscuro plumaje, esparcíanse en juguetonas espirales, levemente asustadas por la música, para posar su lluvia de alas sobre las mesas de un café.

La juguetona bandada de mujeres a medio formar invadía el domicilio de Bringas.